La celebración simbólica de las judías de Alcorisa acaba con un polémico toro de fuego infantil

Un toro de fuego infantil y un coche tuneado dando vueltas al barrio Huerto de los Frailes en contra dirección. Con estas alteraciones del estado de alarma terminó el domingo la celebración simbólica de las fiestas de primavera de Alcorisa, que no obstante no deben empañar el comportamiento ejemplar que ha mantenido la ciudadanía en general durante la cuarentena y que, según asegura el Ayuntamiento, le han llevado a ser el único pueblo de sus dimensiones sin casos declarados de Covid-19. El diario del confinamiento deja otra anécdota en Alcañiz: la urbanización Santa María se ha quedado sin pinchadiscos por las tardes debido a que las continuas llamadas a la Policía Local de un vecino han terminado por desalentar al DJ Víctor González, que también organizaba bingos populares.

A última hora del 3 de mayo y a través de su perfil en Facebook, el vecino y teniente de alcalde de Alcorisa, José Luis Guillén, lamentaba y pedía disculpas en nombre de Huerto de los Frailes “por el numeroso grupo de niños que han participado en el toro de fuego infantil”, al tiempo que se refería a un vehículo que circuló esa misma tarde por el barrio “con un elevado sonido” aunque a velocidad “más que moderada y, en todo momento, controlado por los vecinos”. Despedía la publicación lamentando “la imagen que se haya podido difundir y las molestias causadas”. 

Varios vídeos de vecinos que grabaron lo sucedido demuestran lo ocurrido. Un coche amarillo tuneado paseaba por las calles con la música a todo trapo y en algunos casos en contra dirección. En otro vídeo se ve a un niño portando un toro de fuego, con pequeñas bengalas, rodeado por otros menores, algunos guardando la distancia de seguridad y otros no. En cualquier caso, la actividad no entra dentro de las catalogadas en la desescalada como salidas infantiles o para hacer deporte.

“A las nueve menos cinco de la noche estaban todos en casa, se está montando un escándalo donde no lo hay. Ni hubo botellón, ni una fiesta. La gente se comió las tradicionales judías en su casa y por la tarde se hizo un bingo: sacamos una caja a la calle, los cartones estaban precortados y cada uno dio su donativo. Saqué megafonía, puse música e hicimos el bingo desde los balcones. La gente bajó con mascarillas y guantes”, explicó Guillén en declaraciones a este diario, donde reiteró las disculpas. 

El alcalde, Miguel Iranzo, destacó en cualquier caso que la actitud de los alcorisanos ha sido correcta durante el confinamiento, hasta el punto de que “nos ha llevado a ser noticia a título nacional por ser un pueblo de 3.500 habitantes sin ningún caso de Covid-19”, algo que se ha conseguido, según afirmó, por la constante desinfección de los “sitios más transitados del pueblo: centro Kalathos, residencia, centro de salud, plazas y supermercados”, todo ello con la colaboración de los agricultores. Los parques están vallados y los niños no entran. Además, las familias respetan las rutas de salida propuestas, aseguró el regidor.