Síguenos
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia da luz verde al cierre de la central de Andorra La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia da luz verde al cierre de la central de Andorra
Central térmica de Andorra, en una imagen de archivo. Diario de Teruel

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia da luz verde al cierre de la central de Andorra

Endesa espera la resolución definitiva del ministerio para iniciar el desmantelamiento
banner click 244 banner 244

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado luz verde al cierre de la central térmica de Andorra, por lo que su desconexión del sistema eléctrico ya solo depende de un último trámite: la aprobación definitiva del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. 

Así lo confirmaron fuentes de Endesa a este diario después de que El Economista avanzara la información. La CNMC, a petición de la Dirección General de Política Energética y Minas, ha dado el visto bueno al cierre, admitiendo que la planta ya no será necesaria en los próximos años para abastecer la demanda de energía al proliferar las tecnologías renovables, que contarán con el apoyo del gas y de la nuclear. La instalación tampoco es viable económicamente. 

Según explicó la eléctrica, cuando el ministerio ponga fecha definitiva al cierre –Endesa propone el 30 de junio de 2020– se iniciarán los trabajos de desmantelamiento, que se prolongarán durante cuatro años. 

La multinacional solicitó el cierre el 19 de diciembre de 2018 ante la Subdelegación del Gobierno en Teruel después de renunciar a acometer las inversiones medioambientales que exigía la directiva europea para poder continuar. El cierre de las minas, unido a los elevados costes del CO2, entre otros factores, hacían antieconómico seguir, como así se encargó de recordarlo la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, desde su llegada al cargo. 

El ministerio ya publicó en 2019 una resolución acerca del desmantelamiento, en la que determinaba que no era necesario someterlo a procedimiento de evaluación ambiental ordinario. 

El proyecto comprende actuaciones de desmantelamiento y demolición completas de todas las instalaciones ubicadas en el interior de la planta.

Estas actuaciones están planificadas en siete áreas diferenciadas, desde las turbinas y calderas a plantas de desulfuración de gases, estructuras esbeltas –chimenea y torres de refrigeración, que contienen en su interior asbesto y que, una vez retirado, se demolerán mediante voladura–, parque de carbones, edificios y estructuras varias, y elementos singulares, que incluyen el ferrocarril y las galerías enterradas.

Endesa prevé emplear en el desmantelamiento a 130 personas, 200 en momentos punta. Hasta un 80% serán trabajadores de la zona. Junto al Inaem y el Ayuntamiento de Andorra, ha diseñado más de 20 cursos repartidos entre tres modalidades: formación para el desmantelamiento de la térmica, montaje de paneles solares y operación de plantas renovables. 

Cabe recordar que el plan de acompañamiento de Endesa va más allá, pues en caso de adjudicarse el total de los 1.050 MW de capacidad de evacuación de la térmica la eléctrica invertirá  1.500 millones de euros en la zona para la instalación –en tres fases– de 1725 megavatios (MW) solares y eólicos, más 160 MW de almacenamiento. Creará 4.000 puestos de trabajo –fraccionados entre 2020 y 2026– durante la fase de construcción y más de cien en operación y mantenimiento cuando ya esté construido.