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La consolidación de la ladera de Pui Pinos podría obligar a modificar el PGOU La consolidación de la ladera de Pui Pinos podría obligar a modificar el PGOU
El alcalde y la arquitecta se dirigen a los vecinos afectados durante la reunión de ayer a mediodía

La consolidación de la ladera de Pui Pinos podría obligar a modificar el PGOU

El Ayuntamiento tramita el expediente para encargar la redacción del proyecto de estabilización
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El Ayuntamiento de Alcañiz ha iniciado un expediente administrativo para encargar la redacción del proyecto de estabilización del cerro de Pui Pinos, de donde el pasado 18 de abril se desprendió parte de la ladera provocando daños materiales en varias viviendas, dos de las cuáles tuvieron que ser derruidas. El alcalde, Juan Carlos Gracia, apuntó que en el plazo de un mes podría estar adjudicado y en tres más acabado ya que “el plazo de redacción que se planteará son dos meses”.

La adecuación parte del informe elaborado por un laboratorio de ensayos técnicos para la Diputación de Teruel en el que se propone dividir la loma en tres zonas para proceder a su consolidación, según explicó la arquitecta municipal de Alcañiz a los vecinos afectados durante la reunión que mantuvieron los técnicos, el alcalde y los portavoces municipales con los representantes de la Plataforma y los vecinos más damnificados por los hechos.

La redacción del proyecto podría salir a licitación en cuatro semanas, en cuanto el departamento de Intervención lo autorice, según apuntó la misma técnico en la reunión, que, además, aclaró que tendrá que adjudicarse a alguna ingeniería de caminos con equipo geológico, por las características que presenta la colina y el tipo de trabajos que se requerirán.

Los principales dilemas que presenta esta adecuación son dos: si es viable la construcción de un vial en la base de la ladera como prevé el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) -si no lo fuera, habría que modificar el ordenamiento urbanístico- y si se autoriza la reconstrucción de los inmuebles derruidos en el mismo solar que ocuparon antes del 18 de abril.

El encuentro de ayer había sido demandado por los afectados ante la falta de información que, según denunciaron, recibían del consistorio una vez terminó el derribo controlado de las casas que quedaron en estado de ruina.

En la reunión no se clarificó si la construcción de viviendas podrá ser autorizada en el mismo punto, aunque sí se puso sobre la mesa la posibilidad de que el consistorio ofrezca a los vecinos parcelas o solares propios en el caso de que quieran reiniciar la construcción de su casa y no estén interesados en volver a la misma ubicación por el riesgo o el temor a la falta de seguridad.

En cuanto al informe de las causas, sigue en redacción, tal y como apuntó la arquitecta, que fue quien informó a la Plataforma de afectados de los aspectos técnicos. En este sentido, señaló que el consistorio ha reclamado varias veces el informe definitivo a la empresa que lo redacta, pero apuntó a que el afloramiento de humedades permanentes en un estrato del cerro ha ralentizado la terminación del trabajo. La duda estaría en si el origen de esa humedad es  natural o una saturación de agua de riego que continúa aflorando.

Este sería un aspecto clave para determinar las responsabilidades ante el derrumbamiento de parte de la colina la madrugada del 18 de abril y lo que habría impedido que hasta hoy estén sin clarificar las ayudas que pueden recibir los damnificados. Si se tratara de una causa natural, esto es, la acumulación de agua por la presencia de uno o varios manantiales internos del cerro, podría solicitarse la aplicación de un decreto de medidas excepcionales al Gobierno central por catástrofe natural; pero si la causa fuera el escape provocado por una tubería municipal en mal estado sería el seguro de responsabilidad civil del Ayuntamiento y no el Gobierno el que corriera con los gastos.

Según la técnico, para esclarecer las causas, el equipo geotécnico que redacta el informe instaló dos piezómetros para comprobar la resistencia del agua. Durante las primeras semanas después del desprendimiento el nivel “bajó” hasta que llegaron a los nueve metros de profundidad y ahí quedó estable. En la vertiente contraria a la ladera, en las calles San Pedro y Caldereros, también han  aparecido humedades en viviendas que han obligado a intervenir al Ayuntamiento en los últimos años, así que ahora también se analiza si podría haber relación entre unos y otros afloramientos de agua.

Por otra parte, la técnico de Medio Ambiente informó de que se ha suspendido el sistema de riego automático del arbolado y plantas del cerro y que se enchufa y apaga manualmente reduciendo la frecuencia y la cantidad de agua.

Tras el encuentro, el portavoz de la Plataforma David Miranda señaló que “seguimos a expensas de los informes, como siempre, aunque nos han dado uno que, de todas maneras, no indica lo que provoco el desprendimiento”. Según el portavoz, “mientras no dispongamos de esa información no podemos hacer otra cosa más que esperar”.