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La esperada adecuación del tramo de la vía verde entre Alcañiz y Valdealgorfa empezará en un mes La esperada adecuación del tramo de la vía verde entre Alcañiz y Valdealgorfa empezará en un mes
A la izquierda, estación de Valdealgorfa, que se remodelará por completo, y trazado hacia Alcañiz pendiente de acondicionar

La esperada adecuación del tramo de la vía verde entre Alcañiz y Valdealgorfa empezará en un mes

La actuación unirá el camino natural de Val de Zafán con el trazado del Matarraña y Tarragona
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La vía verde de Val de Zafán está hoy más cerca de completar un tramo más de su camino natural original, después de que la empresa pública Tragsa haya encargado y firmado el contrato de las obras de acondicionamiento de los 18 kilómetros del camino natural que separan Alcañiz de Valdealgorfa. Ocho años han transcurrido desde que se pusiera por primera vez sobre la mesa ese proyecto que, ahora, en 2023, parece que va a ser una realidad. A falta de la firma del acta de replanteo sobre los terrenos, todo parece indicar que en el plazo aproximado de un mes la maquinaria estará trabajando en la zona.

El contrato firmado con la empresa a la que han sido encargados los trabajos asciende a 1.640.405 euros (impuestos no incluidos) y su inicio es inminente. No en vano, el jueves 9 de noviembre está previsto que representantes de Tragsa expliquen en la Comisión municipal de Obras  el proyecto definitivo, sus características y los cambios con respecto al planteamiento técnico inicial, que ha sufrido varios modificados.

Operarios y maquinaria efectuarán los trabajos de adecuación del tramo que separa ambas localidades durante un periodo de 18 meses, tal y como consta en el contrato. Las obras consistirán en la recuperación de este antiguo trazado ferroviario, que quedará reconvertido en un recorrido medioambiental, cicloturista y de paseo similar al que separa  la estación de Valdealgorfa y la localidad Xerta (Tarragona). Así las cosas, la puesta a punto del tramo Alcañiz-Valdealgorfa permitirá la conexión con los trazados que ya están en servicio en la Comarca del Matarraña y que se extienden hasta casi la entrada a Tortosa, en la provincia de Tarragona.

El proyecto tiene en el Túnel de Equinoccio de Valdealgorfa uno de sus principales retos de rehabilitación. La inclusión de este túnel en la vía verde fue una de las últimas peticiones realizadas al Ministerio desde el Ayuntamiento de Alcañiz. Así las cosas, este túnel quedará iluminado y señalizado para su incorporación a la vía verde en cuanto terminen las obras. Actualmente, se encuentra cerrado  por el peligro de desprendimientos, aunque algunos ciclistas lo siguen atravesando. por su cuenta y riesgo.

El proyecto constructivo ha incluido varias modificaciones del proyecto, una de ellas introducida el año pasado, con una mejora del pavimento; la adecuación de la plataforma ciclable para conseguir una mayor anchura, de entre 5 y 5,5 metros en total; así como la instalación de diversos elementos de señalización que servirán para guiar a los usuarios por el futuro equipamiento. Tras la aprobación por parte del pleno de Alcañiz del proyecto, este recibió la autorización ambiental del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) para su posterior remisión al Ministerio, que adjudicó a Tragsa la obra.

Flujo de visitantes

La vía verde de Val de Zafán es un recorrido turístico que tiene un importante flujo de visitantes en la parte catalana, si bien en el tramo aragonés no existe ningún contador con el que se pueda realizar una aproximación del número de usuarios que pasa por este camino natural. No obstante, teniendo en cuenta los datos de un contador situado en el municipio de Arnes-Horta de Sant Joan, el número de usuarios se estima que podría ser superior a las 50.000 personas.

La vía verde discurre por la plataforma del extinto ferrocarril de La Val de Zafán, línea que recorría desde La Puebla de Híjar hacia Tortosa y de cuyo cierre se acaban de conmemorar los cincuenta años. El recorrido completo desde La Puebla a Tortosa está plagado de grandes viaductos y túneles que atraviesan las comarcas del Bajo Martín (donde hay 14 kilómetros acondicionados y faltaría otro tramo desde Samper a Alcañiz), Bajo Aragón, Matarraña, Terra Alta y Baix Ebre, en las provincias de Teruel y Tarragona. El tramo aragonés consta de 77 kilómetros, divididos en tres tramos: el primero incluye la estación de Adif de La Puebla de Híjar y la antigua estación de Puigmoreno y está asfaltado y acondicionado solo en parte. El tercero, entre la estación de Valjunquera hasta Arnes-Lledó, está también acondicionado y conecta con Cataluña. Quedaría por habilitar el segundo, el que discurre por Alcañiz hasta Valdealgorfa y cuya obra parece que comenzará de manera inminente.

El alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan, se mostró “encantadísimo” de que este proyecto vaya a ver la luz. Recordó que “siendo concejal del Ayuntamiento de Alcañiz fue el primer proyecto que me llevó a realizar un viaje a Madrid para plantear la propuesta al Ministerio”. En este sentido, se mostró “muy satisfecho de que por fín vaya a ser una realidad, aunque hayan tenido que pasar ocho años para que salga adelante”.

El presupuesto inicial de la obra superaba ligeramente el millón de euros, pero “debido al incremento de los precios de las materias primas”, según Estevan, la actuación ha incrementado su coste hasta llegar a ser de 1,64 millones.

El regidor se mostró “ilusionado” con poder conocer el proyecto definitivo el próximo 9 de noviembre, cuando Tragsa lo presentará a la Comisión de Obras.

Un tramo más en la parte catalana abrirá en 2025

Tragsa también acometerá obras de acondicionamiento de la vía verde de Val de Zafán en el tramo catalán situado entre Roquetes y Tortosa, en la comarca de Baix Ebre, y hasta Amposta y la Ràpita, en la del Montsià. Está previsto que este nuevo trazado se abra al público en abril de 2025. Las obras para realizar esta extensión empezarán en dos semanas. En concreto, está contemplada la habilitación de 27,3 nuevos kilómetros por antiguos trazados ferroviarios o en paralelo a caminos existentes.  La obra tiene un coste de 6,3 millones de euros, de los que cinco se financiarán con Fondos Next Generation y el resto lo asumirán los cuatro ayuntamientos beneficiados con la obra junto con la Diputación de Tarragona.