

La Guardia Civil cree que Igor El Ruso permaneció un mes en la zona de Andorra
Antes de los disparos de Albalate del Arzobispo fueron archivadas once denuncias por robosLa Guardia Civil confirma, en el atestado incluido en la causa contra Norbert Feher, asesino confeso de los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero y del ganadero José Luis Iranzo, que Igor El Ruso permaneció en un radio de acción muy pequeño entre Albalate del Arzobispo y Andorra durante al menos un mes antes de emprender la huida tras matar el pasado 14 de diciembre en Andorra.
Así lo atestiguan las once denuncias interpuestas por robos y daños en la propiedad registrados en once viviendas y casas de campo antes de que disparara el 5 de diciembre a Manuel Marcuello y Manuel Andreu en Albalate. Fue ese mismo día cuando el Instituto armado empezó a sospechar de que no se trataba de un delincuente común porque únicamente sustraía víveres y enseres para su supervivencia y, cuando alguien se cruzaba en su camino, disparaba contra él con el claro propósito de abatirlo.
El informe del Instituto armado viene a confirmar las informaciones que DIARIO DE TERUEL aportó en un reportaje publicado el 26 de diciembre sobre la huella de Feher en el Bajo Aragón en el que los vecinos de Albalate aseguraban que el asesino no se había movido de la zona desde primeros de noviembre y reprochaban que no se hubiera ordenado un dispositivo policial con fuerzas especiales para detener al sujeto tras el doble intento de homicidio.
El atestado de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso este periódico, constituye tan solo una parte de las actuaciones judiciales abiertas contra Feher y cuyo secreto levantó parcialmente esta semana el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Alcañiz.
Tras analizar el comportamiento del criminal, al que la jueza envió a prisión incondicional y sin fianza a la espera de ser juzgado por un Tribunal del Jurado (popular) en la Audiencia Provincial una vez concluya la causa, la Guardia Civil declara que no es hasta el 5 de diciembre cuando se conoce la peligrosidad del autor de los hechos, pues no huyó del masico de Manuel Andreu al ser sorprendido sino que se enfrentó a los dos albalatinos y utilizó una pistola corta con la que no dudó en dispararles con un claro objetivo: matarles.
Incluso cuando las víctimas intentaron escapar del lugar, Igor el Ruso las persiguió, disparándoles para cumplir con su propósito.
Un superviviente
La Benemérita explica que Feher no robaba para obtener un beneficio económico, sino que únicamente sustraía lo básico para alimentarse y no pasar frío. Es decir, para sobrevivir. Como resultado de la investigación, la Guardia Civil determina que estaba entrenado para vivir al día en el medio rural abierto, bien a la intemperie o en refugios naturales. En los mases donde robaba había vehículos agrícolas que no sustraía.
Siempre actuaba al anochecer para tratar de no ser descubierto, el mismo modus operandi con el que se movía en Italia. Para acceder a las casas de campo solía forzar puertas y ventanas.
Feher no se movió de Albalate y Andorra al menos en un mes. Según explica la Guardia Civil, todos sus robos con fuerza sobre la propiedad se concentraban en un radio de acción muy pequeño.
El Ruso comenzó su periplo en Albalate desde el paraje del Olivar y continuó por Val de Urrea, Millas y San Antonio. Después bajó al río, donde tiroteó, y a partir de ahí fue subiendo hacia término municipal de Andorra.
La Guardia Civil está convencida de que el autor se fue desplazando debido a la presión policial que, sobretodo, tuvo lugar tras el tiroteo del 5 de diciembre. Seguía el eje de la carretera que comunica Albalate y Andorra, como así acreditan las denuncias.
11 denuncias previas
La Guardia Civil constata hasta once denuncias previas por daños en viviendas, robos e incluso la muerte de un perro interpuestas en el cuartel de Albalate.
Según afirmaron fuentes personadas en el caso, estas denuncias se archivaron el 3 de diciembre “por falta de autor conocido”.
Dos días más tarde se produjo el episodio que presentó en sociedad a Feher, con los disparos en el masico de Manuel Andreu. Según relata la Guardia Civil, mientras Manuel Marcuello, cerrajero, trabajaba en la cerradura que Andreu había encontrado forzada minutos antes, Feher, vestido con ropa de camuflaje, salió con un arma corta del caseto, balbuceó y Marcuello se le echó encima para arrebatársela. Ello no le impidió ser tiroteado, pues le alcanzó un proyectil en el brazo izquierdo. Logró huir mientras Feher disparaba contra él y Andreu. Ambos lograron escapar finalmente, aunque resultaron gravemente heridos.
A partir de ahí, la Guardia Civil tiene constancia de más denuncias. Robó en el paraje La Dehesa, en Albalate, de donde se llevó una manta y una radio.
Otras denuncias constataron que tanto por el modus operandi como por los enseres domésticos sustraídos, el autor de los disparos permanecía en la zona y seguía entrando en mases.
Llega a Andorra
En la noche del 11 al 12 de diciembre entró en una finca situada en el Ventorrillo, ya en Andorra, a escaso medio kilómetro de donde asesinó a Iranzo dos días después. Se llevó bebida, comida, una linterna frontal y guantes de látex. El siguiente rastro lo dejó en la masada de El Saso, propiedad de la familia Iranzo, donde estuvo la noche del 13 al 14 de diciembre. Robó bebidas. La tarde de los trágicos asesinatos volvió a esa misma vivienda y, al llegar Iranzo a recoger a su padre de la finca ganadera, le descerrajó dos tiros mortales.
Consciente de que estaba en busca y captura, se dio a la fuga y, en su huida, asesinó a Romero y Caballero.