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La revolución anarquista en Calanda: dos días, 155 detenidos y varias penas de muerte La revolución anarquista en Calanda: dos días, 155 detenidos y varias penas de muerte
Charla sobre la revolución anarquista de 1933, en el Centro Buñuel. Grupo Estudios Calandinos

La revolución anarquista en Calanda: dos días, 155 detenidos y varias penas de muerte

El Grec aborda la revuelta que protagonizó la CNT en diciembre de 1933
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El Grupo de Estudios Calandinos (Grec) impartió este viernes una conferencia sobre la revolución anarquista que tuvo lugar en la localidad en 1933, en el marco de la insurrección de diciembre de aquel año en Aragón y La Rioja que pretendía implantar el comunismo libertario. La revuelta comenzó el día 8 y las fuerzas del orden la lograron disolver a las 48 horas, con el resultado de 155 detenidos de entre 600 afiliados a la CNT en el municipio, diez de ellos condenados a muerte.

Así lo explicaron  en el Centro Buñuel Calanda los profesores de Historia Lorenzo Gasca y Luis Miguel Guerra durante una conferencia sobre las causas y consecuencias de aquella revuelta, en el marco de la programación veraniega del grupo de estudios locales.

En declaraciones a este diario, Gasca indicó que la investigación del Grec es posterior a la publicación del libro La Tierra Baja en Llamas, de Fermín Escribano y Luis Rajadell, que contiene un apartado relativo a Calanda. “La revolución del 33 es algo que ha caído en el olvido”, justificó.

La revolución de diciembre

En La Tierra Baja en Llamas se explica que la insurrección anarquista de diciembre de 1933, también llamada por la tradición cenetista “Revolución de diciembre de 1933”, fue una huelga general revolucionaria acompañada de levantamientos armados, que tuvo su epicentro en la ciudad de Zaragoza y, en general, en Aragón y La Rioja. Se extendió a puntos de Extremadura, Andalucía, Cataluña y la cuenca minera de León.

Con la revuelta, los anarquistas pretendían implantar el comunismo libertario. Se inició en Zaragoza el 8 de diciembre y una semana después había sido completamente dominada por las fuerzas de orden público y por la intervención del ejército, se explica en el libro referido.

“El levantamiento fracasa, pero lo que nos ha interesado es el contexto internacional, español y calandino en el que ocurrieron los hechos, cuál era la estructura social en la época y el peso específico de la CNT”, explicó Gasca.

Hace 90 años, Calanda tenía 4.200 habitantes. El sindicato mayoritario era el de tendencia anarcosindicalista, con 600 afiliados. “Cuando la insurrección local fue sofocada, el 10 de diciembre, nada menos que 155 personas pertenecientes al sindicato quedaron arrestadas”, comentó el profesor Gasca.

La mitad de ellos fueron juzgados por la justicia civil y absueltos a los meses de estar repartidos en las cárceles del Bajo Aragón. El resto pasó a la justicia militar, que sentenció 10 penas de muerte. “En la primavera de 1936 fueron amnistiados”.

Anarquistas sin gobierno

Los historiadores explicaron que el ayuntamiento local que entró en abril de 1933 tenía muchos proyectos de modernización de Calanda y, en general, reinaba la armonía en la corporación. La mayoría eran concejales conservadores o republicanos de derechas, y una minoría representaban a la izquierda republicana moderada. “¿Cómo explicar que la extrema izquierda no tuviera representatividad con la cantidad de sindicados que había? Pues por el hecho de que el anarcosindicalismo rechazaba cualquier gobierno”.

El ayuntamiento conservador trataba de solucionar el problema endémico del paro de los jornaleros para sofocar conflictos. “Fueron a Madrid, se reemprendió la construcción de la carretera de Mas de las Matas para ofrecer mano de obra... Pero esta revolución supuso la ruptura de la armonía dentro del gobierno municipal”, explicó Gasca.

“Los anarquistas se atrincheraron esos tres dáis en su ateneo libertario, y tuvo lugar un tiroteo entre la Guardia Civil, que intentaba tomar el lugar, y los que estaban atrincherados”, concluyó.

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