La vinculación local con el patrimonio cultural rural es clave para su preservación
La profesionalización de los gestores y trámites más ágiles son los retos del sectorFomentar el vínculo de los vecinos de los pueblos con su patrimonio cultural, avanzar en la profesionalización de los guías y gestores, fomentar procesos participativos, primar las decisiones técnicas sobre las políticas o agilizar la lenta burocracia que pone en peligro el éxito de algunas actuaciones. Estas son las principales conclusiones que se plasmarán en un documento de buenas prácticas después de dos jornadas intensas de ponencias, debates y mesas redondas en Ariño protagonizadas por quienes trabajan por todo el país en la conservación, difusión y gestión del patrimonio en el medio rural.
El encuentro, denominado Hackrural e impulsado por Ad Hoc Gestión Cultural en el Parque Cultural del Río Martín en el 30 aniversario de su fundación, ha sido pionero en su ámbito. Alrededor de 60 especialistas procedentes de varios puntos de España se reunieron el miércoles y el jueves en el Centro de Arte Rupestre Antonio Beltrán para abordar el futuro del patrimonio cultural en el medio rural. También hubo estudiantes, e instituciones educativas y culturales interesadas en explorar nuevas formas de trabajar en red.
Tres paneles de análisis
El broche a las jornadas, financiadas por el Ministerio de Cultura, lo puso una sesión en la que los participantes trabajaron en tres grupos divididos por ejes temáticos: Estudio e Investigación, Protección y Conservación y Comunicación y Difusión.
En el eje de Estudio e Investigación, coordinado por la directora de la Asociación Territorio Mudéjar, Victoria Trasobares, se planteó la generación de conocimiento mediante perfiles profesionales “transdisciplinares” que usen metodologías adecuadas, basadas en el conocimiento del territorio y el perfil de los profesionales. En este sentido, “es imprescindible la implicación de la población” local “para que los proyectos lleguen a convertirse en proyectos de éxito”, indica la organización del evento.
En cuanto al eje de Protección y Conservación, fue coordinado por el doctor en Historia de la Universidad de Castilla La Mancha Juan Francisco Ruiz. Los expertos concluyeron que es importante que el legislador agilice la burocracia y haga divulgación de la normativa. Se debe ser ambicioso en la creación de proyectos que favorezcan la conservación del patrimonio cultural en el ámbito rural, debe mejorar la colaboración entre administración y empresa privada, el criterio político no ha de primar en la toma de decisiones y es “imprescindible la participación como garantía de presente y futuro”. También hay que concienciar a los titulares de los bienes sobre la relevancia que tiene conservarlos.
El eje 3, Comunicación y Difusión, fue coordinado por el director de la Fundación Ars Civilis de Murcia, Miguel San Nicolás. Concluyeron que la difusión es vital; el centro ha de ser el bienestar de las personas, que han de tener sentimiento de pertenencia para implicarse en la preservación; hay que empoderar a los jóvenes para que se sientan parte imprescindible del proceso de conservación, es imprescindible la colaboración entre asociaciones e instituciones y es preciso “avanzar en la profesionalización”.
Los retos del patrimonio rural
Esta hoja de ruta, que se pasará a limpio y desarrollará en un documento de buenas prácticas, tiene como objetivo último el incremento del empleo cultural y la profesionalización de los investigadores y profesionales que trabajan en torno a la gestión del patrimonio cultural en el medio rural, explicó Marta Fernández, de Ad Hoc Gestión Cultural.
Hasta 14 experiencias de buenas prácticas que trajeron los ponentes desvelaron en Ariño los “retos generales” a los que se enfrenta el patrimonio cultural, como “el cambio climático, el desarrollo de las nuevas tecnologías o el turismo masivo”.
Además, en el medio rural se suman otros propios “como los problemas de las conexiones o la limitación de ciertos servicios”, sugirió Fernández, quien subrayó la importancia de celebrar este evento en un parque cultural que en tres décadas “ha sido capaz de transformar un entorno destinado a caer en el olvido en un referente nacional en gestión patrimonial y cultural, innovación tecnológica y desarrollo rural sostenible”.
