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Las comuniones y las bodas se posponen mientras el sector de eventos se resiente Las comuniones y las bodas se posponen mientras el sector de eventos se resiente
Boda de Enrique y Esther, organizada por Fondica Events. Patxi Díaz

Las comuniones y las bodas se posponen mientras el sector de eventos se resiente

Facturación cero para empresas organizadoras, restaurantes, fotógrafos o tiendas de detalles
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Llega mayo, pero este año el buen tiempo no viene acompañado por sus tradicionales comuniones, que se posponen hasta septiembre con la esperanza de poderlas celebrar en familia y de una manera digna. La crisis sanitaria mantiene paralizados a sectores como el de la fotografía, la organización de eventos, las tiendas de detalles o los restaurantes y fincas especializados, también en bodas que los novios  aplazan a otoño e incluso dejan para 2021 ante la expectativa de que para entonces ya haya una vacuna que acabe con el distanciamiento social. 

“Por el momento las comuniones están aplazadas hasta agosto o septiembre, cuando nos reuniremos y veremos qué se hace”, explicó el párroco de Alcañiz, Pablo Roda. La misma situación se da en la capital de la provincia. La desescalada permitirá en pocos días volver a las misas a un tercio del aforo, que será insuficiente para albergar a todos los invitados de los más de cien comulgantes previstos para este mes en la cabecera del Bajo Aragón, a razón de cuatro sábados en la iglesia de Santa María y otros dos en los Escolapios. 

“Las familias podrían venir con sus hijos y pasar a comulgar, pero como fiesta solemne quedan suspendidas porque todo depende de cuándo puedan abrir los restaurantes, fotógrafos y de cuánta gente se pueda juntar en la ceremonia”, asumió Roda, quien advirtió de que como en verano haya un pequeño repunte, “adiós muy buenas”.

En cuanto a las bodas, “las previstas para abril, mayo y junio se han retrasado a agosto y septiembre, pero lógicamente están pendientes de ver cuándo les dan fecha en el restaurante y en qué condiciones: cuánta gente puede estar y cómo se han de colocar”, concluyó el párroco. 

“Las parejas, lógicamente, no quieren celebrar una boda con aforo máximo, con los padrinos a dos metros y que todo el mundo tenga que estar con mascarilla y guantes”, asumió Elena Marco, de Fondica Events, empresa especializada en la organización integral de eventos desde La Puebla de Valverde. 

“Por suerte, no nos está cancelando mucha gente. Los novios están nerviosos, pero tratamos de tranquilizarles porque el servicio se lo vamos a mantener aunque tengan que trasladar la fecha al año que viene. Confiamos en el espíritu fiestero y entusiasta de las parejas, que si cabe tendrán más ganas de casarse después de todo esto”, explicó. 

Las bodas de abril se han pasado a noviembre y las celebraciones de mayo y junio ya se están posponiendo para 2021. “Quitado el tema de la comida, los encargos, los diseños y las decoraciones ya estaban hechas, algo que nos ha llevado muchas horas. Pero lo guardamos todo para cuando se puedan casar”. 

Por tanto, estos meses son de facturación cero para este tipo de empresas, que no obstante esperan recuperar los ingresos más adelante. “No he querido ni mirar las cuentas porque tenemos tal incertidumbre a nivel de hostelería que no sabemos por cuánto tiempo más se puede demorar, aunque si el tema sigue así en cuestión de ERTEs y pagando los gastos fijos, muchos negocios no sobrevivirán”, vaticinó Marco. 

Resignado se muestra el fotógrafo Michael Romano, que tiene un estudio abierto en Alcañiz con gastos fijos que pagar aunque no trabaje. Por fortuna, “la predisposición a negociar” el alquiler “es total” por parte del arrendatario, pero le intranquiliza el aplazamiento o suspensión de las seis bodas que tenía este año, “la última a mediados de julio”. Perder las bodas y las comuniones “es perder prácticamente todo el año de facturación”. Ni fotografía de DNI realizan porque las tarjetas que caducaban en 2020 se renuevan un año. 

Romano se ha abierto camino también en la fotografía para empresas. “Está todo parado, mires hacia donde mires está mal y a corto plazo no se ve ninguna salida clara como para poder meterte en otro nicho de negocio; no sabemos por dónde vamos”.

“A ver qué empresa no está fastidiada, igual nosotros que de cualquier otro sector. Haría falta más apoyo, no a nosotros son a todo el que se ha quedado parado”, indicó.

Tarjetas sin fecha

Eva Gracia, gerente de la tienda de regalos originales Pandora, en la capital turolense, explicó que los encargos que tenían para 25 comuniones “están paralizados”, al menos hasta septiembre que es para cuando el Obispado ha trasladado las comuniones para que en 2021 no coincidan las de un curso con otro. 

 “Aún faltaba mucho trabajo por hacer”, aseguró, pues otras familias habían preguntado y estaban indecisas. En cuanto a las bodas, “algunos se casarán más adelante, en octubre”, por lo que tienen preparadas tarjetitas pero sin la fecha. “Mayo y junio han cancelado y los demás tienen fechas previstas pero no confirmadas”. De modo que “el roto está siendo bastante importante” esta primavera, aunque esperan recuperar parte del dinero pronto. 

El negocio también tiene una sección de menaje y decoración que podría estimularse en la desescalada. Tantas semanas en casa seguro que alguien ha echado de menos algún elemento imprescindible para las nuevas recetas que ha probado.

“Las comuniones están todas aplazadas hasta nueva orden, en septiembre seguramente. Teníamos 40 bodas para este año y por el momento ya hemos pospuesto las de mayo y junio para final de temporada. Si el año es en blanco perderemos toda la facturación, por lo que teniendo en cuenta las inversiones que hemos hecho en las instalaciones de Alcañiz el agujero es importante”, explicó Diego Balfagón, propietario  de las fincas El Tajar, en Mas de las Matas y Alcañiz, donde se celebran bodas y eventos. En caso de no poder asumir el crédito, tendrá que negociar el aplazamiento de pagos. 

El lado positivo es que su modelo de negocio le evita gastos fijos, pues a los 30 o 40 empleados que necesita para cada boda los contrata por días. Además, “no ha habido ninguna pareja que me haya anulado todavía”, solo una ha pospuesto para el año que viene porque “el novio es rumano y estaba preocupado por  la apertura de fronteras”. 

“Lógicamente, no apetece celebrar una boda con condiciones estrictas, por lo que hasta que no pase esta incertidumbre no habrá eventos. Nosotros no les cobramos nada de señal, es la ventaja que ellos tienen con nosotros, y eso que solo me quedaban diez o doce pruebas de boda por hacer”, concluyó Balfagón.