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Instantánea de la tromba de agua acaecida en la tarde del domingo

Las lluvias torrenciales desbordan los barrancos de Las Parras de Castellote y dañan el Parque de la Extinción

El desbordamiento ha obligado a cortar la carretera TE-V-8301, cuyo firme ha quedado dañado
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Cruz Aguilar

Una fuerte tormenta descargó durante tres horas este domingo en Las Parras de Castellote y desbordó los dos barrancos que atraviesan la población, causando graves daños en la carretera, las calles, el mobiliario urbano y las viviendas particulares, muchas de ellas anegadas de agua. Las lluvias también causaron graves daños en el Parque de la Extinción, que es la ruta que tiene la localidad dedicada a los dinosaurios.

Las lluvias comenzaron sobre las 15:00 horas y se prolongaron durante tres horas. El alcalde de la localidad, Javier Trullenque, especificó que los medidores domésticos que tienen los particulares en el pueblo registraron un total de 50 litros, que no son demasiados,. Por eso, creen que en las zonas altas del pueblo, en campos y pinares, descargaría una mayor cantidad.

Trullenque explica que "en más de cien años no se conoce tanta agua en el pueblo" y detalla que su cochera jamás se había inundado hasta ayer. No fue la única del municipio y ayer muchos vecinos se afanaban en sacar agua de los bajos anegados.

En Las Parras de Castellote hay dos barrancos, un que está canalizado pero por el que bajó más agua de la que podía absorber y el se desbordó llevándose parte de un muro. El segundo barranco es la propia carretera, donde se ha levantado el aglomerado en algunas zonas y en otras ha quedado en mal estado.

"Son barrancos no muy largos, de unos tres o cuatro kilómetros, por lo que descargaría mucho en la parte de arriban en los pinares y campos", dijo el alcalde, quien comentó que el agua arrastró madera y suciedad.

El agua bajó con tal fuerza por algunas zonas que se llevó por delante un coche, que fue arrastrado más de 20 metros y tuvo que ser remolcado, según explicó Javier Trullenque.

El alcalde de la localidad, Javier Trullenque, explicó que los medidores particulares en el municipio marcaron unos 50 litros por metro cuadrado, aunque subrayó que en las zonas altas, en pinares y campos, la cantidad fue muy superior. “En más de cien años no se conoce tanta agua en el pueblo”, señaló, apuntando que incluso su cochera, que nunca se había inundado, quedó anegada como muchas otras del municipio.

Los barrancos, al límite

En Las Parras confluyen dos cauces principales: uno canalizado, que no pudo absorber el caudal y acabó desbordándose, y otro que coincide con la propia carretera. En el primero, el agua saltó por encima de los muros y acabó derribando parte de la contención, mientras que en el segundo la corriente levantó el aglomerado en varios puntos, dejando la vía impracticable. El arrastre de madera, maleza y piedras agravó los daños.

La carretera TE-V-8301, que conecta la localidad con Aguaviva, permanece cortada desde primera hora de este lunes. El tráfico se desvía a través de la A-226, pasando por Castellote y Mas de las Matas, y de la A-225 hacia Aguaviva. Joaquín Juste, presidente de la Diputación de Teruel, confirmó que el Servicio de Vías y Obras trabaja en la señalización y valoración de los desperfectos. “Ha habido arrastres, desprendimientos y daños en el firme. Lo primero es garantizar la seguridad y evitar accidentes, y después ya se procederá a la reparación”, indicó.

La vivencia de los vecinos

Pedro Fortuño, uno de los vecinos más jóvenes de la localidad, relató cómo primero cayó una granizada que colapsó canalizaciones y tejados. “El agua se acumuló en las terrazas y empezó a filtrarse dentro de las casas. A casi todos nos caía agua como ríos desde los techos”, explicó. Tras la granizada, una segunda descarga empeoró la situación. “Cuando salí a la calle, en bañador y chanclas, el barranco bajaba con una fuerza brutal. Aunque en el pueblo medimos unos 50 litros, en la montaña hablan de hasta 150”.

El vecino detalló cómo el agua arrastró troncos y maleza, se llevó barandillas del Parque de la Extinción y acabó con muros derribados. “En la confluencia de los dos barrancos algunas casas llegaron a tener un metro de agua en los bajos”, añadió. El asfalto de la carretera hacia Aguaviva, frente a las escuelas, quedó levantado y con boquetes que hacen inviable su uso.

La localidad amaneció este lunes cubierta de barro y suciedad, con los vecinos retirando lodo de sus casas y cocheras. La lluvia fina que continuó durante toda la mañana impidió evaluar aún con precisión el alcance de los daños, especialmente en caminos rurales y bancales que permanecen anegados.
El alcalde Trullenque explicó que todavía queda trabajo por delante para recuperar la normalidad.

Precaución en la zona

Los efectos del temporal no se limitaron a Las Parras de Castellote. En Mas de las Matas, el Ayuntamiento pidió a los vecinos máxima precaución tras el desbordamiento del río Guadalope. “Evitad acercaros a la ribera, que la curiosidad no nos haga bajar la guardia”, comunicó el consistorio a través de sus canales de difusión. También informó de trabajos de limpieza en el cauce alrededor de los pasos sobre el río para reducir riesgos ante nuevas avenidas y se han notificado problemas relacionados con las inundaciones en el camping La Palanca de esa misma localidad.

En paralelo, desde la Diputación se notificaron incidencias menores en otras zonas, como desprendimientos en Beceite, aunque sin consecuencias graves.

En las comarcas del Matarraña, Cuencas Mineras y Maestrazgo se están llevando a cabo labores de prevención y limpieza de desprendimientos.

Hoy lunes continúa lloviendo en Las Parras de Castellote, aunque es una agua fina que, de momento, no está causando problemas. La población ha amanecido repleta de lodo y suciedad y los vecinos se temen que lo que peor esté sean los caminos, que todavía no han podido recorrer porque sigue lloviendo.

Las lluvias torrenciales registradas este domingo en Las Parras de Castellote provocaron el desbordamiento de los dos barrancos que cruzan la localidad y arrasaron con calles, viviendas, mobiliario urbano y zonas turísticas como el parque Extinción, dedicado a los dinosaurios. La tormenta se inició ayer alrededor de las 15:00 horas y se prolongó durante tres horas, descargando con tal fuerza que el agua se llevó por delante un vehículo, arrastrado unos 20 metros antes de ser rescatado.