Las obras de dos pasarelas que cruzan el río Guadalope pronto llegan a su fin

La brigada de Eulen, contratada por el Ayuntamiento de Alcañiz el pasado 2022, se encuentra a escasos días de finalizar las tareas de mantenimiento de las dos últimas pasarelas peatonales sobre el río Guadalope que quedaban por restaurar. Una de ellas, concretamente la verde, está situada cerca de las torres de la muralla y la blanca, cerca del instituto alcañizano.

Según uno de los trabajadores de la brigada, Alfredo Hernández, los pequeños puentes peatonales de color verde y blanco están “prácticamente ya finalizados”, a falta de algunos retoques. “El verde está ya pintado y se ha puesto alguna tabla, aunque quedan otras por poner que dependerá de cuando llegue el material y el blanco, en un par de días estará acabado”, aseguró.

Mantenimiento de pasarelas

Uno de los puntos clave de este proyecto ha sido la restauración de las cinco pasarelas peatonales que cruzan el río, estructuras vitales para conectar ambas márgenes.

De las cinco pasarelas existentes, dos de ellas, las más cercanas a la plaza de toros se encontraban en un estado especialmente deteriorado. Según Hernández, las labores de estas estructuras incluyen “la eliminación del óxido, la aplicación de una pintura protectora y, finalmente, el repintado de las estructuras”. Además, cada pasarela tiene su color característico, y desde la brigada se ha optado por mantener los colores originales. “Podríamos haber pintado todos los puentes de verde por estar en la ribera, pero preferimos respetar los colores originales porque los vecinos identifican los puentes por su color, como el rojo o el amarillo”, señaló.

El proyecto no sólo busca restaurar el estado original de estas infraestructuras, sino también mejorar la experiencia de los vecinos que utilizan estos espacios para pasear o relajarse y cuyo estado se había deteriorado, tras años de desuso y condiciones climáticas adversas.

Más labores de la brigada

Estas labores se enmarcan dentro de un proyecto más amplio que incluye el mantenimiento general de las riberas, una de las principales zonas verdes y de recreo de la ciudad.

La ribera del Guadalope no es sólo un espacio verde en Alcañiz; para muchos vecinos es un lugar de esparcimiento vital. Según explicó Hernández, la recuperación de estas zonas de la ribera ha sido muy bien recibida por la comunidad. “La gente nos ha felicitado por el trabajo, sobre todo porque ahora se puede pasear tranquilamente. Hay zonas que antes eran inaccesibles y ahora están completamente abiertas al público”, aseguró.

Además del aspecto paisajístico, la ribera es hogar de una gran diversidad de fauna. El mantenimiento adecuado de esta zona permite la convivencia de animales acuáticos y terrestres en un entorno urbano, lo que añade valor ecológico al proyecto. Hernández lo describió como tener “un pequeño bosque en la ciudad”, donde es posible ver un gran número de especies de aves.

Este enfoque en la biodiversidad también ha sido clave en la planificación de las labores de poda y desbroce. Durante el proceso, se han retirado árboles viejos y peligrosos, como los chopos que ya no pueden regenerarse, y se han plantado nuevas especies autóctonas, como almendros y robles, que se adaptan mejor a las condiciones locales.

El futuro de estos cuidados

El contrato firmado entre el Ayuntamiento de Alcañiz y la empresa Eulen tenía una duración de dos años prorrogables, donde se han invertido 95.000 euros anuales. A fecha de hoy, esos dos años han transcurrido y según Hernánez “se está esperando para firmar la prórroga”.

A pesar de los avances, Hernández no pudo confirmar si habrá novedades significativas en los próximos meses. No obstante, se espera que el mantenimiento continuo de la ribera siga mejorando la calidad de vida en Alcañiz.