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Leyre, la niña de Alcañiz que envía cartas, dibujos y dulces para agradecer la labor de los bomberos Leyre, la niña de Alcañiz que envía cartas, dibujos y dulces para agradecer la labor de los bomberos
Leyre aguarda la llegada de los bomberos para hacerles un obsequio

Leyre, la niña de Alcañiz que envía cartas, dibujos y dulces para agradecer la labor de los bomberos

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Leyre y su familia han querido agradecer el trabajo que están realizando los bomberos del Parque de Alcañiz, dependiente de la Diputación de Teruel, para luchar contra el coronavirus desinfectando las calles y animando a los vecinos con el sonido de sus sirenas a las ocho de la tarde. La pequeña hizo llegar a los que considera sus héroes una carta y varios dibujos, así como unos dulces como muestra de gratitud después de que un día se pararan a saludar mientras ella aplaudía desde el balcón.

En referencia a esa jornada, en la misiva puede leerse: “Queridos héroes: nos gustaría de alguna forma agradeceros el chute de alegría y energía que vuestro acto nos dio [...]. Ver que de repente paráis el camión y bajáis a saludarla y aplaudirle... Fue un acto increíble, de esos que ponen los pelos de punta y caen las lágrimas de emoción”.

Aplausos

Y es que Leyre es una de tantas niñas y niños que cada día, a las 20:00 horas, se asoma a la calle para aplaudir a todos los que luchan contra la pandemia, pero especialmente a los bomberos, “a los que todos los días chilla desde el balcón”.

Por eso, después de que finalmente se pararan a saludarla, Leyre no dejaba de repetir, una y otra vez: “¡Increíble! ¡Qué guay!”.

Su familia asegura que jamás olvidarán ese gesto cuando en un futuro los vean pasar o hablen de esta crisis “y de estos días tan duros que están pasando encerrados en casa sin colegio y sin trabajo”, según explican en la misiva.

“Sois los que matáis al virus desinfectando con la fuerza del agua de vuestras mangueras y subiendo alto con la escalera a pillarlo”, añadieron en la carta que la familia de Leyre dirigió al Parque de Alcañiz.

Esta familia alcañizana quiso endulzarles un poquito sus momentos de descanso y enviarles unos pasteles y todo su cariño, además de asegurarles que seguirán aplaudiéndoles cada día a las 8 de la tarde.