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Los guardias civiles asesinados en Andorra pidieron ayuda durante el tiroteo

Uno de los agentes que participó en el operativo confirma ante la jueza que Igor el Ruso les tendió una emboscada
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Los agentes ROCA asesinados por Norbert Feher en el mas del Zumino intentaron en pleno tiroteo comunicarse con el vehículo en que viajaban el capitán, el alférez y dos guardias civiles de paisano del puesto de Andorra, pero debido a que la zona del Saso es de mala cobertura telefónica y de sombra para las transmisiones tan solo pudieron escuchar las palabras “rápido” y “herido”. 

Así lo manifestó este jueves uno de los guardias del puesto de Andorra que acompañaban al alférez y al capitán en el vehículo Panfinder, de incógnito, en el que acudieron a la zona de mases tras la llamada al COS del padre de Iranzo tras escuchar disparos en su finca. 

Estaba prevista la declaración del cuarto integrante del Patfinder, pero por carga de trabajo del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcañiz que instruye el caso solo hubo tiempo para el testimonio de un guardia durante casi dos horas. El otro, el último en las pruebas testificales que ha admitido la jueza, podría declarar la primera semana de junio. 

La declaración de este agente pone de manifiesto que Feher tendió una emboscada a los agentes ROCA que acudieron en el Terrano a su identificación por orden del capitán, mientras el Patfinder se dirigía hacia el mas de Iranzo para averiguar las consecuencias del primer tiroteo e intentar localizar a su autor. 

A preguntas de la defensa, el agente opina que si alguien ha cometido un crimen, lo lógico es que huya para no ser descubierto, pero Feher esperó al vehículo que se le acercaba para tender una emboscada a sus ocupantes en situación clara de ventaja para él. 

El coche no llevaba identificativo de la Guardia Civil, pero el abogado de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) considera acreditado que la emboscada fue “de lo más brutal y totalmente a sangre fría”, por lo que se centrará en “seguir desmontando la versión de legítima defensa de Norbert Feher”, pues “no hubo ninguna opción de defensa”. 

Por otra parte, Piedrafita considera que el agente que declaró este jueves ratificó que la actuación de los agentes fallecidos y sus compañeros fue correcta y profesional conforme a la información de que se disponía. 

Por su parte, el núcleo de la acusación que critica la actuación de la Guardia Civil desde el 5 de diciembre vio reforzada con esta declaración que los agentes no dieron a los tiroteos de Albalate la importancia que tenían.

Según el declarante, tanto la inspección a las cuevas de Valdoria como las intervenciones de los días anteriores para localizar al autor de robos en los masicos no tenían fijación con encontrar al autor de los disparos del día 5, sino que era tan solo una posibilidad que se tratara de la misma persona. 

“Las declaraciones son muy elocuentes”, señaló el abogado que representa a la acusación popular de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y a la particular de la viuda de Caballero, Mariano Tafalla. “Mantenemos que apreciamos que los hechos que ocurrieron el día del fatal desenlace podrían haberse previsto y evitado”, manifestó a la prensa. 

Considera que “determinar la peligrosidad del sujeto” que disparó a Manuel Marcuello y Manuel Andreu el día 5 “no es muy fácil de adivinar”, por lo que ve una “actuación omisiva” de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por la que pedirán “responsabilidad civil subsidiaria dentro del procedimiento penal”.