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Los tambores del Bajo Aragón desatan su pasión con miles de personas en las calles en la mágica noche del Jueves Santo Los tambores del Bajo Aragón desatan su pasión con miles de personas en las calles en la mágica noche del Jueves Santo
Romper la Hora, anoche en Andorra

Los tambores del Bajo Aragón desatan su pasión con miles de personas en las calles en la mágica noche del Jueves Santo

Siete pueblos rompen la Hora al unísono
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Miles de tambores y bombos retumban en el Bajo Aragón desde la pasada medianoche, cuando el acto de Romper la Hora desató la pasión con que se vive esta fiesta en una mezcla apoteósica de tradición, religión y misticismo que impregna tanto a quien lo vive desde dentro como a quien lo observa como espectador.

Cuenta el Evangelio de San Mateo que cuando Jesucristo fue ajusticiado, la tierra tembló en señal de protesta por un juicio tan rápido como injusto. Miles de tamborileros de Alcorisa, Andorra, Albalate del Arzobispo, Urrea de Gaén, Híjar, Samper de Calanda y La Puebla de Híjar recrearon anoche este episodio de las Sagradas Escrituras, a las doce en punto, haciendo sonar los instrumentos que diferencian y dan fama a la Semana Santa del la Ruta del Tambor y el Bombo.

Tocar el tambor en Semana Santa se sitúa en la barrera entre lo religioso y lo pagano, entre la tradición y la diversión. Es reunirse en familia –el valor intergeneracional del ritual– o cuadrillas, entre vecinos y con hijos del pueblo ausentes durante el resto del año, y compartir con ellos esta singular ceremonia. 

Pero este año en Andorra ha sido algo más. Ha sido rabia e impotencia por los injustos asesinatos a manos de Norbert Feher de José Luis Iranzo, Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero. Y ha sido protesta porque las explicaciones sobre el operativo policial que dan las autoridades no convencen a la población. Todos creen que se pudo hacer más por atrapar a Igor el Ruso desde que disparó a matar en Albalate, por lo que ayer aporrearon tambores y bombos hasta quedar exhaustos como terapia para liberar tensiones.

Ya el martes santo, durante la celebración de la procesión del Encuentro, la guardia romana –a la que pertenecía Iranzo– paró a mitad del cruce del Nazareno para guardar un minuto de silencio que fue secundado por todos los que abarrotaban la plaza de la Iglesia. Además, una pancarta con su foto, unida a la de su amigo Roberto, fallecido hace también unos meses, cuelgan de la fachada de la casa parroquial. Además, algunas cofradías llevan crespones en sus estandartes en señal de luto y se ven tambores con el rostro del ganadero sobreimpreso.

Los más de 2.000 tamborileros que, según calcula la Junta Local de la Semana Santa de Andorra, abarrotaron anoche la plaza del Regallo para participar en el ritual, pusieron el alma en el percutir de palillos y mazas sobre cubiertas y pieles.

Como siempre, un toque de corneta sirvió como señal para que la alcaldesa, Sofía Ciércoles, diera el primer golpe sobre el gran bombo que desde el balcón de la casa parroquial determina el momento exacto del comienzo de la percusión. A partir de ahí, un estruendo envolvió la villa minera y sólo cesó para iniciar la procesión de las Antorchas, a las dos de la madrugada, mediante la que se sube al monte de San Macario a por el Cristo de los Tambores.

Lo mismo, pero distinto

Todos hacen lo mismo, pero no todos lo hacen igual. En Albalate, los vecinos salieron vestidos con túnica negra y pañuelo blanco al cuello, cíngulo y tercerol en el hombro. De negro iban también los hijaranos, estos con camisa blanca y corbata a juego con la túnica. Andorra también se vistió de luto, en este caso con fajín rojo. Samper de Calanda y Urrea sumaron tamborileros de negro.

Los alcorisanos, con sus túnicas moradas, pusieron el toque de color a la Semana Santa bajoaragonesa. En la plaza de los Arcos se reunieron centenares de tamborileros que compartieron marchas hasta que, minutos después, cada cuadrilla fue disgregándose por calles y plazas, siempre cerca de los bares.

Por su parte, los vecinos de La Puebla de Híjar fueron fieles a sus costumbres y rompieron la Hora con ropa de paseo. Eso sí, según sus normas a primera hora del viernes ya han tenido que ir a por sus túnicas negras, pues de lo contrario no podrán seguir tocando.