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Mario Rivas López, presidente de Municipios en Transición Justa: “Tenemos que acelerar en  la transición justa, no podemos esperar ni un minuto más” Mario Rivas López, presidente de Municipios en Transición Justa: “Tenemos que acelerar en  la transición justa, no podemos esperar ni un minuto más”
Ejecutiva de Acom, con su presidente Mario Rivas a la cabeza (5º por la izquierda, en la línea inferior), la pasada semana en la sede de la FEMP en Madrid. MTJ-Acom

Mario Rivas López, presidente de Municipios en Transición Justa: “Tenemos que acelerar en la transición justa, no podemos esperar ni un minuto más”

La asociación cambia de denominación y estatutos para atraer fondos europeos
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La Asociación de Comarcas Mineras (Acom) de España pasa a denominarse Municipios en Transición Justa (MTJ)-Acom y adapta sus estatutos con el objetivo de sumar ayuntamientos afectados por el nuevo paradigma energético y aprovechar juntos las oportunidades que ofrecen los fondos europeos de recuperación. Su presidente, Mario Rivas López, se muestra convencido de que el cambio propiciará la transformación de las cuencas mineras, que deben cambiar su modelo productivo para subsistir, y pide al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) que les acompañe acortando trámites burocráticos para que las ayudas lleguen antes de que la despoblación se apodere de estos territorios.

-Cambian su denominación y estatutos. ¿Con qué objetivo?

-El cambio va a permitir que formen parte de nuestra asociación no solo los municipios mineros que estaban integrados y formaban parte, sino también aquellos que están sumidos en una transición justa, es decir, los que se ven obligados a cambiar su modelo productivo a consecuencia de la transición energética como los que tienen centrales térmicas en la zona del sur y que no estaban asociados, así como aquellos que tienen centrales nucleares, y sus zonas de irradiación. El objetivo principal es crecer y ser más fuertes, tener un discurso en torno a la transición acorde al que se viene hablando en Europa y al que tenemos que adaptarnos para optar a los fondos. En definitiva, se busca la unión entre todos, aprovechando la experiencia y el paraguas de Acom, su asesoramiento técnico y capacidad de solvencia que ahora abrimos a otros.

-¿Cuántos municipios son y cuántos esperan ser?

-Somos 85 municipios, pero 90 asociados en total porque contamos también con Diputaciones Provinciales y el Principado de Asturias. Creemos que podríamos llegar a unos 140, por lo que pasaríamos de representar a 700.000 ciudadanos a 1.300.000 que podrían utilizar la sección más antigua de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como elemento vehicular para la captación de financiación europea y nacional vinculada a las políticas de transición justa.

-A menudo, los ayuntamientos no tienen suficiente músculo para ser capaces de desarrollar y licitar infraestructuras importantes generadoras de empleo. ¿Acom presta ese servicio?

-El mayor reto que hemos intentado afrontar es trasladarle al Miteco la necesidad de que se articulen mecanismos para que se pueda acompañar a los ayuntamientos, principalmente los más pequeños como son los que hay en la zona de Teruel, en el proceso de hacer unos proyectos que puedan ser solventes, así como en la licitación de los mismos. Estos ayuntamientos tienen limitaciones técnicas lógicas por la dotación de personal y, para llegar con garantía a una buena implantación y un rédito en número de empleos, necesitamos adaptar los criterios a cada uno de los territorios.

-En Aragón, ¿podrían pertenecer a la nueva MTJ-Acom los 34 municipios del Convenio de Transición Justa?

-Ese es el objetivo. Todos esos ayuntamientos están regulados e identificados de cara al Ministerio dentro de esos convenios.

-Siempre han defendido una discriminación positiva hacia los municipios mineros en las ayudas de reconversión. ¿Al abrir el abanico no se genera una contradicción?

-Creemos que no porque, muy a nuestro pesar, ya no se habla de comarcas mineras, o de la minería como actividad de presente. Por ello, tenemos que alzar la voz para una transición que tiene que ser justa y que en nuestros municipios aún no se ha llevado a cabo, y para ello tenemos que sumar con mayor fuerza y ampliar ese radio de acción. Los fondos para transición justa están delimitados a territorios concretos, no sería muy operativo ni inteligente en este momento decir que unos tienen más o menos necesidades. Necesitamos urgentemente esas ayudas para crear empleo y oportunidades en las comarcas mineras.

-¿Cómo van a incentivar que se sumen nuevos ayuntamientos?

-Vamos a hacer un trabajo de comunicar a cada ayuntamiento la posibilidad de pertenecer a la asociación, la sección de la FEMP más antigua y que tiene como aval el trabajo que ha realizado para estos municipios a lo largo de su historia. En el momento en que tengamos el interés real, iremos haciendo reuniones, por zonas, para exponer cuál es el proyecto de MTJ-Acom y cuáles son las nuevas bases.

-¿Cuántos años lleva de trayectoria Acom?

-Son más de 30 años ya. De ahí que no queríamos perder esa identidad en la nueva nomenclatura, para que quede marcada la parte minera. La asociación moderna es el germen del movimiento anterior. Hay un trabajo que avala y tenemos que seguir en esta línea, pero ensanchando las miras.

-¿Y qué balance pueden hacer de estas tres décadas de trabajo por las comarcas mineras?

-Hemos hecho un trabajo en favor de los intereses de los ayuntamientos mineros, siempre desde un consenso y una unidad, independientemente del color de los diferentes gobiernos estatal y autonómicos. Siempre hemos tenido que adaptarnos a las circunstancias, casi siempre en contra de lo que proponíamos y esperábamos, pero hemos intentado prestar el mejor asesoramiento para que los ayuntamientos tuvieran una representatividad.

-Si una palabra les caracteriza, esa es resiliencia. Desde que surgieron, el sector del carbón ha estado inmerso en crisis y profundos cambios.

-Hemos estado en situación de debilidad, pero seguimos afrontando esa resistencia con posibilidades claras de futuro que se tienen que ver acompañadas por esos fondos de transición justa. Tenemos que estar preparados para que, cuando lleguen, sean efectivos y posibiliten que nuestros territorios tengan futuro.

-Lucharon por que el carbón fuera una reserva estratégica para la energía del país, una batalla que también perdieron pero que hoy, con la reactivación de térmicas como As Pontes, se percibe que no era descabellada.

-Lamentablemente es así. Siempre defendimos esa opción, que hubiera permitido la subsistencia clara de diferentes territorios. Es una piedra más en el zapato que no se acaba de entender y que frustró la mentalidad de poder reconvertir paulatinamente estos territorios. La situación actual deja en evidencia a los que no nos hicieron caso en su momento, pero hay que tomarlo como una experiencia de que hay que dar voz a los territorios y, ahora sí, necesitamos poner en marcha de verdad proyectos que funcionen.

-¿Qué suponen los fondos europeos de recuperación para ustedes?

-Creemos que es una oportunidad real para poder transformar nuestros municipios, y eso esperamos. Tienen que venir proyectos que generen empleo y sean tractores para atraer a otros, y que todo ello pueda asegurar la subsistencia del territorio.

-Hasta el momento, ¿está siendo justa la transición energética para la población de las comarcas mineras?

-No va al ritmo que necesitamos, no es el que nos gustaría. El 31 de diciembre de 2018, las minas cerraron para siempre y algunas térmicas hoy están en proceso de desmantelamiento bastante avanzado. Sí es cierto que hemos recibido la mayor de las atenciones por parte de este Ministerio y se nos ha hecho partícipes, mientras que con otros gobiernos apenas teníamos derecho a la pataleta. Estamos colaborando.

-¿Es el momento de finiquitar los procesos participativos y empezar a firmar ya los Convenios de Transición Justa?

-Hay que hacer efectivos esos convenios. Vemos con buenos ojos diferentes acciones, como el plan de formación en renovables con 20 millones de euros de dotación, la recuperación medioambiental con 150 millones, el plan de infraestructuras dotado con 91 millones y otros 9 para asesoramiento técnico... Vamos en buen camino. Pero tenemos que acelerar porque no podemos esperar ni un minuto más. Es importante que la población perciba que hay acciones eficaces encaminadas a este proceso para que no tire la toalla y acabe marchándose.

-El Miteco ha lanzado para Andorra el concurso del Nudo Mudéjar, 1.300 megavatios de nueva potencia renovable con proyectos de acompañamiento asociados. ¿Se va a dar esta situación también en Asturias y León?

-Se está estudiando, aunque no podemos centrarnos exclusivamente en las renovables. Aragón y Teruel tienen esa oportunidad clara, real, que está sobre la mesa y que puede significar una generación de empleo que puede marcar una diferencia. Pero no sirve para todos igual, pues en Asturias y León las posibilidades no son las mismas porque tenemos unas limitaciones medioambientales importantes.

-¿Por qué sectores estratégicos cabría apostar en las comarcas mineras?

-Las renovables son evidentemente una oportunidad, pero no en toda la geografía como he dicho. Hay otras alternativas que son posibles, como la ganadería en extensivo en las zonas de Asturias, León y Palencia; el aprovechamiento forestal; el aprovechamiento del agua en la energía; las nuevas tecnologías, que se habla mucho de ellas y se pueden aprovechar zonas como las nuestras para desarrollarlas, y también una apuesta turística. Pero todo debe estar diseñado y adaptado a cada territorio.

-Piden celeridad en los convenios, pero lo cierto es que las ayudas a las infraestructuras del Plan Miner 2013-2018 han tardado demasiados años en llegar.

-Ese proceso lo tenemos que tomar como un ejemplo negativo para que no se vuelva a repetir. Esos fondos los conseguimos salvar en el último minuto gracias a la implicación del Ministerio y Acom. Eso ha permitido que a finales de 2020 estuvieran firmados y ahora mismo hay proyectos en ejecución. Pero la tramitación de próximas convocatorias tiene que ser más ágil para que tengamos opciones claras para todos los municipios.

-¿Están notando las comarcas mineras una pérdida de población desde que cerraron las minas y las térmicas?

-Lamentablemente, así es, especialmente desde que cerró la minería sin alternativa laboral. Lógicamente, la gente tiene que buscarse la vida y emigra. Por eso hago hincapié en la necesidad de ser ágiles y efectivos para parar esa sangría poblacional y recuperar población joven que se nos ha ido. Sería sencillo si tuvieran una oportunidad laboral. Si hay alguna característica especial que nos define es que todos los habitantes de las comarcas mineras que pueden tener un futuro en ellas prefieren quedarse.