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Marta Gómez: “Lo que peor lleva la gente en la piscina es tomar el sol  con la mascarilla puesta” Marta Gómez: “Lo que peor lleva la gente en la piscina es tomar el sol  con la mascarilla puesta”
Marta Gómez se ocupa con otras 3 compañeras de que en la piscina se cumplan las medidas de seguridad por el Covid-19

Marta Gómez: “Lo que peor lleva la gente en la piscina es tomar el sol con la mascarilla puesta”

Las educadoras de la guardería de Calamocha son ahora las que controlan las medidas por el Civid en la piscina
Cruz Aguilar

Marta Gómez es educadora en la Escuela Infantil de Calamocha desde hace 18 años. Ahora, junto con sus compañeras, se ocupa de controlar que los usuarios de la piscina municipal cumplan las normas de distancia para evitar contagios y también, desde hace algunos días, de que lleven la mascarilla siempre que no están en el agua. Lo hacen como forma de colaborar con el pueblo, para que el consistorio pueda mantener un servicio que este año hubiera supuesto un gran coste por los controles que hay que adoptar por el Covid-19. 

-¿Cómo surge que se ocupen las maestras de la guardería del control de la piscina de verano?
-En marzo, cuando se van todos los niños para casa, nosotros seguimos trabajando desde casa, haciendo programaciones y proyectos. En junio seguimos trabajando en la escuela, preparando programación nueva, hemos pintado el patio, que ha quedado chulísimo, y entonces se nos planteó ayudar en este sentido, nosotras estábamos dispuestas a hacer lo que hiciera falta porque con los niños estaba claro que el curso no se iba a retomar. 
-¿Quiénes son más fáciles de controlar, los niños o los adultos?
-Pues ves a adultos que se ponen la mascarilla cuando te acercas a la parcela. Con los niños el mayor problema es que juegan a pillar, corren y van por todas las parcelas, van por donde no deben, hay que estar muy pendientes de ellos, les cuesta más de entender.
-¿Lo de la mascarilla es lo que peor llevan los bañistas?
-Sí, porque la parcelación se la tomaron bastante bien, les indicabas y explicabas cómo estaban distribuidas las parcelas, la que tenían sombra y la de sol, te preguntaban en función de lo que querían, nosotros informábamos y cada uno se ponía donde quería. Está todo muy bien organizado, pero estar 3 horas tomando el sol con mascarilla es inaguantable, te falta el aire. Ahora vas viendo a personas que antes apuraban el tiempo y ahora se van antes.