Síguenos
Melocotón de Calanda certificará más de 4 millones de kilos esta campaña Melocotón de Calanda certificará más de 4 millones de kilos esta campaña
Recogiendo la fruta en una finca agrícola de Alcañiz

Melocotón de Calanda certificará más de 4 millones de kilos esta campaña

Fruta de mucha calidad, precios altos y una gran demanda interna generalizada en todo el país, según el presidente del CRDO
banner click 244 banner 244

Unas temperaturas suaves y un final de campaña sin lluvias pueden convertir la cosecha de Melocotón de Calanda de este año en una de las mejores que se han visto en el último quinquenio. Con estas circunstancias climatológicas, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen (CRDO) Melocotón de Calanda espera "al menos igualar la producción del año pasado", tal y como puso de manifiesto el presidente del Consejo Regulador, Samuel Sancho, esto es, llegar "o incluso superar los cuatro millones de kilos" certificados.

La temporada ha sido excelente para los productores y el final de campaña apunta a que será uno de los mejores de los últimos años, nada que ver con el pasado, cuando el final de la cosecha se vio empañado por las  lluvias de octubre, que terminaron perjudicando la certificación  de fruta por el manchado que deja el agua en la piel del melocotón. 

La campaña está llegando a su fin, y quedan apenas dos o tres semanas por delante para terminar, hasta principios de noviembre como máximo.

El balance de la cosecha no puede ser mejor para los productores bajoaragoneses, en un año en el que, aunque cueste reconocerlo, la pandemia del coronavirus ha acabado beneficiándoles por el incremento del consumo de frutas y verduras que se ha dado en todo el país y, en consecuencia, de los precios. Según Samuel Sancho, "la campaña es muy buena y está yendo muy bien", con precios similares o por encima de los registrados el año pasado, aunque "siempre hay vaivenes semanales", así que el presidente del CRDO no se atrevió a decir qué media saldrá de toda la temporada. "Lo sabremos en cuanto pasen unas semanas y hagamos balance", añadió Sancho.

Buena calidad

Por otra parte, la calidad "es muy buena". La fruta "tiene mucho azúcar y dureza y es excelente, porque, además, presenta muy pocos defectos, ya que no hemos tenido lluvias fuertes ni pedriscos que puedan perjudicarla", valoró Sancho, que recordó como en octubre de 2019 "por estas fechas, cayeron 50 o 60 litros de agua y aquello retrasó la recogida, redujo los niveles de azúcar y la calidad mermó, porque el agua también mancha las bolsas y eso es fruta que se va a destrío". Al contrario que este año, "sin lluvia han recogido fruta todos los días".

Demanda interna

Este 2020 el mercado interno español ha funcionado mejor que nunca. Sancho no se atreve a señalar una provincia o región entre otras, porque "en general la fruta se ha vendido bien en todas partes, en todo el país y en todas las grandes cadenas; estamos de sur a norte presentes", añadió. No en vano, "hay mucha demanda interna" y el mercado nacional ha absorbido gran parte de la producción, así que la D.O. se ha tenido que preocupar menos por el mercado internacional. "La exportación va muy despacio, porque los precios son allí más altos, y colocar producto es más lento. Además, la demanda interna es elevada y ahora mismo hay menos riesgo estar en el mercado nacional que en el europeo", añadió Sancho.

El presidente de la D.O. se mostró convencido de que la pandemia de Covid-19 ha tenido un efecto beneficioso en el sector agrario español, porque "la gente sale menos a los restaurantes y consume más en casa, dentro de los hogares. Si ya se comentó que las verduras habían incrementado el precio por el aumento de la demanda, considero que en el sector frutícola está pasando lo mismo".

El melocotón de Calanda es la variedad "más valorada de todas" las que se recogen en la temporada, que abarca cuatro meses, de julio a principios de noviembre. La demanda de fruta "comenzó a crecer en el mes de agosto" y desde entonces los precios no han dejado de subir, manteniendo una demanda constante y creciente.

Una campaña con estudiantes y trabajadores de la hostelería

Este ha sido un año atípico también en cuando a mano de obra. Las restricciones de movilidad por la Covid-19 impidieron a muchos temporeros de países del este de Europa desplazarse a España, así que muchos empresarios agrícolas han contratado esta campaña personal de la zona, bien personas en desempleo o estudiantes. Según explicó Sancho, “hemos tenido un importante número de trabajadores de la zona, estudiantes y trabajadores de la hostelería que se han quedado sin trabajo, y eso nos ha ayudado a sacar adelante la cosecha, porque a principios del verano la situación pintaba complicada por las limitaciones para que la gente se desplazara”.

En las cooperativas todavía hay mucha mano de obra del territorio, según enfatizó Sancho. “Ha habido momentos en los que más del 50% de la plantilla contratada en las empresas agrícolas era de la zona, sobre todo en los meses de julio y agosto”. Ahora, “el volumen de trabajadores ha descendido, porque muchos estudiantes han vuelto a las universidades a estudiar”. También es cierto que en agosto llegaron más temporeros de otros países tras levantarse algunas de las restricciones iniciales.

El sector también ha tomado medidas para hacer frente a la pandemia por Covid-19. Según el presidente del CRDO, “las mismas medidas que se exigen en general para otros sectores, distanciamiento social, uso de geles hidroalcohólicos, mascarillas y mucha agua y jabón para mantener la higiene.