Monroyo apuntalará los voladizos de La Mola con vigas metálicas de apeo

El Ayuntamiento de Monroyo ha licitado obras de estabilización del macizo rocoso que conforma La Mola de Monroyo por un montante de 90.000 euros.  El objeto de estos trabajos es sujetar esta formación rocosa cuya erosión ha provocado sucesivos desprendimientos en los últimos años y amenaza a un sector del casco urbano.

Se trata de una intervención que pretende dar una mayor solidez al macizo rocoso que se levanta sobre la localidad y que incluye el apuntalamiento de varios voladizos mediante vigas metálicas de apeo. Además, en esta intervención está prevista la colocación de una barrera dinámica de baja energía en la zona comprendida entre ambos voladizos, al objeto de proporcionar soporte y estabilizar el macizo rocoso para minorar el riesgo de desprendimientos desde la roca hasta el casco urbano.

Para llevar a cabo esta obra, el consistorio monroyense encargó un proyecto de estabilización, que tuvo un coste de 12.000 euros. “Previa analítica de la roca, con catas para ver cuál era su composición, su estado y deterioro, el proyecto ha determinado algunas medidas a realizar en la parte que en este momento reviste mayor peligrosidad, que es donde se va a actuar”, explicó la alcaldesa del municipio, Gloria Blanc.

A priori, la que se acaba de licitar es la actuación que se espera sirva de solución para evitar nuevos desprendimientos. Anteriormente se habían efectuado distintas intervenciones, aunque, matizó la alcaldesa, “sin un proyecto de conjunto como el que tenemos ahora”.

Si después de esta actuación es necesario volver a actuar en meses venideros, “el Ayuntamiento podrá recurrir al proyecto, donde figuran las medidas que hay que llevar a cabo”, precisó la regidora.

La obra ha sido adjudicada a la empresa Solutiona, que es “especialista en obras complejas como la que tenemos en Monroyo”, enfatizó Blanc.

Ayuda directa

El Ayuntamiento de Monroyo recibió el año pasado una ayuda directa del Gobierno de Aragón de 125.000 euros “para que pudiéramos intervenir en la parte más peligrosa de la zona; se sacó a licitación la obra a partir de un informe geológico de la Diputación de Teruel, pero se tenía que cuantificar la intervención, para lo que encargamos un proyecto  que analizó el estado de la roca y determinó cuáles son las medidas a llevar a cabo”, explicó la regidora. Blanc comentó que “la colocación de mallas protectoras, que es una de las medidas que se habían realizado anteriormente, puede no ser viable en algunos casos, porque la roca puede tener un peso superior al que la malla puede soportar; e igualmente ocurre con la construcción de muros de hormigón, que también puede ser una solución parcial en determinados casos”, añadió.