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Patrimonio deniega la retirada del yeso que recubre la decoración original de la torre gótica de Alcañiz Patrimonio deniega la retirada del yeso que recubre la decoración original de la torre gótica de Alcañiz
Algunos datos apuntan a que la parte inferior se levantó a finales del siglo XIII. Paco Climent/Fundación Quílez Llisterri

Patrimonio deniega la retirada del yeso que recubre la decoración original de la torre gótica de Alcañiz

La comisión entiende que suprimir el revestimiento sería un actuación “irreversible”, pese a que las catas han detectado bajo él ornamentos y figuras del templo primigenio
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La Comisión Provincial de Patrimonio Cultural de Teruel ha rechazado la propuesta de suprimir los revestimientos de yeso de época barroca que recubren la piedra original de la planta baja de la torre gótica de la iglesia de Santa María La Mayor de Alcañiz, cuya rehabilitación acomete desde esta primavera la empresa Geocisa. El Ayuntamiento había pedido permiso para proceder a la retirada de estos yesos con los que se cubrieron en el siglo XVIII todos los elementos góticos originales de esta torre campanario sobre la que se ha iniciado un estudio arqueológico, a la vez y dentro del contexto de las obras de restauración. 

La investigación en torno al campanario pretende determinar tres cuestiones que los expertos en arte aún no tienen claras, a saber: sus condiciones técnicas y arquitectónicas, quien fue el impulsor de su construcción y cual es su origen real. Aunque está constatado que la mayor parte de la torre  fue levantada en el siglo XIV, algunos datos indicarían que la parte inferior se ejecutó a la vez que el templo gótico del que formó parte -luego derruido y sustituído por la iglesia barroca actual- y ésto adelantaría el arranque de su construcción a las postrimerías del siglo XIII. 

Los argumentos presentados por el Ayuntamiento de Alcañiz mediante un informe elaborado por el catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, Gonzalo Borrás, tampoco han servido para convencer a la Comisión provincial, que ha considerado que eliminar los ornamentos de época barroca de la planta baja para destapar los góticos sería una intervención “irreversible”. La Comisión ha aplicado el criterio de que destruir unos elementos histórico-artísticos para enseñar otros no es el tipo de actuación más adecuada para el caso, según manifestaron fuentes del departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. En este sentido,  las mismas fuentes apuntan que, aunque en este momento se le da mucha más importancia a los restos góticos del patrimonio artístico, podría ser que el barroco acabara siendo un estilo más valorado en el futuro, de ahí que se opte por su conservación.

Catas autorizadas

Los restos góticos que se han encontrado en la planta baja de la torre de las campanas -como se la conoce popularmente en Alcañiz- fueron localizados en el transcurso de una serie de catas arqueológicas realizadas con motivo del inicio de las obras. Éstas sí recibieron el visto bueno de Patrimonio, como también de la oficina técnica de control del ministerio de Fomento, que financia la rehabilitación íntegramente (con cargo a los fondos del 1,5% Cultural), y del propio departamento de Obras y Urbanismo de Alcañiz. 

Las prospecciones en paredes y techos en la parte inferior han sacado a la luz distintos elementos ornamentales realizados hace más de siete siglos, entre ellos uno de tipo geométrico desconocido que el arquitecto redactor del proyecto y director de obra, José Ángel Gil, está investigando junto con los técnicos especializados en arte del Ayuntamiento de Alcañiz. 

Asimismo, sobre la clave de esta planta ha aparecido simbología gótica original, entre la que se puede apreciar la figura de un personaje que, por el momento, no ha sido identificado, aunque parece representar a un obispo de la Iglesia. Ya en el proyecto de rehabilitación de la torre, el arquitecto redactor se planteó como objetivo del estudio arqueológico la localización de alguna prueba que aportara pistas sobre quién fue el promotor de la construcción de esta torre que, en sus orígenes, llegó a tener 25 metros más de altura que los actuales 46. Y junto a la imagen de lo que parece un prelado de la Iglesia, en los laterales de esta misma sala han aparecido los capiteles góticos originales, según explicaron fuentes cercanas a la obra.

Ventanas más grandes

Los resultados de las catas han dado más de sí. Las catas efectuadas en la ventana oeste han descubierto bajo el yeso unas primitivas arquivoltas de época todavía indeterminada, que los especialistas consideran elementos de un interés suficiente como para justificar la eliminación de los revestimientos posteriores. Su eliminación dejaría al descubierto una ventana de mayores dimensiones a las inicialmente previstas en el proyecto. Sin embargo, la negativa de la Comisión de Patrimonio deja también en el aire esta intervención, que afectaría al conjunto de la planta, puesto que existen en esta parte cuatro ventanas simuladas de yeso. Una de ellas es la que ocultaría las arquivoltas e iconografía decorativa encontrada, y se cree que las restantes también pueden esconder otros elementos decorativos.

Todos estos ornamentos primigenios, junto con otros elementos decorativos de tipo geométrico, se encuentran a los pies de la torre campanario, en una de las salas de mayores dimensiones de las que se compone la torre, que se enlució cuando en el siglo XVIII fue aprovechada como sacristía a partir de la reforma barroca.