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Pedro Machín, presidente del Clúster de la Energía de Aragón: Pedro Machín, presidente del Clúster de la Energía de Aragón:
El presidente del Clúster de la Energía de Aragón, Pedro Machín, a la izquierda, junto a Paco Valenzuela

Pedro Machín, presidente del Clúster de la Energía de Aragón: "El cierre de la térmica es una oportunidad; hay que trabajar para atraer inversiones"

Propone aprovechar las ayudas estatales de la UE para un centro de renovables
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El presidente del Clúster de la Energía de Aragón, Pedro Machín, participó esta semana en el ciclo de charlas Transición ecológica y energética del Centro de Estudios Ambientales (CEA) Ítaca-José Luis Iranzo de Andorra. Allí animó a los afectados por el cierre de la central térmica a mirar al futuro con optimismo e instó a la Administración y a las empresas a presentar proyectos serios de reconversión merecedores de fondos europeos y estatales encaminados a la transición justa, como pudiera ser un centro de investigación en energías renovables. 

- Las renovables están en auge en Aragón. ¿A qué se debe?

- La política energética de España viene determinada por la Unión Europea: el Acuerdo de París contra el cambio climático firmado en 2015 y las sucesivas revisiones que ha tenido el llamado Paquete de Invierno, con el objetivo de ser neutrales en carbono en 2050. En el momento en que el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, con Teresa Ribera como ministra para la Transición Ecológica, elabora el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, lo que hace es adaptar la normativa europea a la española y marca una serie de objetivos que son ambiciosos para 2030: que el 74% de la generación sea a partir de fuentes de energía renovables y bajar la dependencia energética del exterior –casi toda procedente de combustibles fósiles– del 73 al 59% –la media europea es del 50%–. La transición energética del mercado eléctrico español comienza claramente a partir de las subastas de 2016 y 2017, donde ya empieza a haber un gran interés por las renovables. Y de esas subastas, Aragón fue la gran vencedora porque el 50% de la potencia total se va a instalar aquí. 

- ¿Han ayudado las declaraciones de interés autonómico del Gobierno de Aragón para proyectos renovables?

- La mayor parte se hará en Aragón porque el Gobierno de Aragón se adelantó, en colaboración con las empresas, e implementó una serie de medidas que favorecían la tramitación de proyectos. Entre ellas, declarar de interés autonómico los proyectos que hubieran ganado las subastas estatales de 2016 y 2017, especialmente si se ubicaban en las comarcas mineras, pues requerían agilidad administrativa porque tienen que estar en pleno funcionamiento en 2020. En España hay en este momento 98,5 gigavatios (GW) de potencia renovable instalada y el objetivo del Plan Nacional es llegar a los 157 GW en 2030. En este momento hay 178 GW solicitados por empresas en toda España, con avales. La transición ya ha empezado y las instalaciones renovables van a ser cada vez más importantes.

- ¿Cuál es el trabajo del Clúster en todo esto?

- Representamos a la mayoría del sector energético aragonés, hasta el punto que el 80% de las empresas que lo conforman están incluidas en el Clúster. Hay 60 socios y hemos conseguido ser Agrupación de Empresas Innovadoras. Contamos con grandes empresas pero también con pymes en todas las gamas del sector, centros de investigación y actores públicos. Está representado el Gobierno de Aragón a través de la Dirección de Energía y Minas y Aragón Exterior, el Ayuntamiento de Zaragoza, la Universidad de Zaragoza o el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe), entre otros. Nosotros lo que hacemos es conectar al sector público con el privado para aumentar la competitividad del sector energético aragonés y crear riqueza en Aragón.

- Desde la cuenca minera se quejan de que los megavatios  (MW) renovables no generan el mismo empleo que los de la central térmica.

- Precisamente, en la charla de Andorra expusimos un informe que hemos hecho con la Universidad de Zaragoza en el que hemos valorado la generación de empleo de los parques renovables que se están instalando, tanto en construcción como en mantenimiento. Está entre 0,7 y 0,8 empleos por MW instalado, por lo que si hay 1.000 MW en construcción sale a unos 700-800 empleos directos e indirectos. En labores de construcción, el ratio por MW es más elevado; se trata de empleos de uno o dos años con mano de obra que suele venir de fuera porque aquí no hay capacidad demográfica ni especialización suficiente para estas instalaciones. Pero donde está lo interesante, y el estudio lo corrobora, es en el mantenimiento. No es cierto que no se creen empleos con las renovables. 

- Entonces, ¿por qué el proyecto fotovoltaico de 1.000 MW que ha puesto Endesa encima de la mesa de la Administración para aprovechar la capacidad que liberará la térmica comprende 400 empleos por año de construcción y tan sólo 60 estables en el mantenimiento?

- Pues no sé qué cifras manejan, pero me parecen bajas. Pueden ser empleos directos para hacer el mantenimiento, pero hay mantenimientos preventivos y correctivos que pueden multiplicar por mucho esa cifra.

- ¿Considera justo que Endesa, que no ha aportado un plan alternativo al cierre convincente a los ojos de la Administración, se quiera quedar ahora con toda esa potencia?

- Estamos totalmente alineados con la postura del Gobierno de Aragón, que además ha defendido públicamente, de que la capacidad se reparta mediante concurrencia competitiva entre todos los agentes y empresas que puedan estar interesados. En Aragón hay empresas que están siendo líderes, como Forestalia, Samca o CEAR, incluso otras más pequeñas como Atalaya. Hay muchas en Aragón que podrían desarrollar y promover esos proyectos que entendemos que no tiene que hacer únicamente Endesa, que por cierto pertenece al Clúster desde esta semana.

- ¿Propone hacer una subasta específica para esos 1.000 MW?

- Con las reglas actuales, cuando un nudo energético se abre las empresas que quieren promover tienen que depositar un aval de 40.000 euros por MW solicitado y después hay un reparto en base a la competencia. Hay un real decreto de acceso y conexión pendiente, del que el anterior gobierno del PP ya sacó un borrador y que no entendemos cómo el gobierno actual no ha sido capaz de sacar adelante. Aparte de ese aval, pedimos que haya algún otro tipo de condición, incluso que haya una subasta. La debilidad del actual gobierno en funciones no le ha permitido sacar una nueva ley energética y eso ha conllevado que no se hayan publicado más subastas. Hay que hacer un reparto competitivo y no que sea una única empresa la que se lo lleve. Cuando se desarrolló el nudo Mudéjar ya se repartieron 800 MW entre unas ocho empresas.

- También pide el territorio  alguna inversión potente para fabricar los componentes de aerogeneradores y placas fotovoltaicas. ¿Ve alguna posibilidad en Aragón?

- Sí que hay algunos contactos del Gobierno de Aragón, pero son confidenciales. Algo se oye, pero no hay nada encima de la mesa, aunque sería fantástico. Lo que sí ha pedido el Clúster en la comisión especial sobre la térmica en las Cortes es que se aprovechen las ayudas que va a haber de Europa para las zonas mineras y poder hacer en la zona un centro de conocimiento sobre energías renovables que pudiera atraer tanto centros de investigación como posibles empresas que quisieran trabajar en Teruel. Sería una herramienta eficiente, tecnológica y de investigación.

- ¿El valor añadido de los nuevos parques, realmente se queda en Aragón?

- Se quedará en Aragón en la medida en que seamos capaces de aprovechar la energía generada. En lo que respecta a la instalación, hay una parte importante como son los impuestos (ICIO, IBI eléctrico) que queda en el territorio, así como los alquileres que se pagan a los propietarios. Eso está asegurado. ¿En cuánto al beneficio? Lo ideal sería que fuésemos capaces de consumir esa energía lo máximo posible en la zona y evitar que la mayoría de la energía generada se vaya fuera de Aragón, porque eso es una fuga de recursos. Toda industria que se nos vaya es una oportunidad perdida.

- Fue a Andorra para aportar algo de esperanza, mediante las energías renovables, al proceso de transición energética. ¿Cree que está siendo justa?

- El proceso ha podido ser mejorable. Esto no es que hayan desayunado un día en Endesa y hayan dicho que mañana cierran la central. Hace años que la UE dijo que quería cerrar el carbón, que no tenía futuro. En 2018 se limitaron las horas, no es algo nuevo. Se sabía que iba a pasar. ¿Que la podíamos haber alargado cuatro o cinco años más? Sí, no hacía falta cerrar ahora, podíamos haber estirado un poco más como han hecho en Alemania. Pero allí han cerrado las nucleares y han apostado por las renovables; En España gas y nucleares no se cierran, y por lo tanto se ha sacrificado el carbón. Cada cual hace su mix. Hay que asumir el cierre y poner todo el mundo de su parte y ser positivos, trabajar todos juntos y aprovechar la oportunidad, porque no deja de serlo. Habrá ayudas de la UE y del Gobierno de España que se van a aportar para regiones en transición energética siempre y cuando vean viables los proyectos. Vamos a trabajar todos juntos para atraer inversiones.

- ¿La Administración está contando en este momento con el Clúster de cara a esos Contratos de Transición Justa?

- Se nos llamó para la comisión de las Cortes. Previamente reunimos a las empresas del Clúster como Samca o Forestalia, que tienen proyectos y actividad en las cuencas mineras, y de esas mesas de trabajo salieron unas medidas que expusimos en la comisión. Estamos a su disposición.

- ¿Qué propuestas concretas expusieron, al margen de ese centro de conocimiento del que ha hablado antes?

- Lo más importante son siempre las infraestructuras. Pero además de las viarias y ferroviarias, que hacen falta, también son importantes las eléctricas y de telecomunicaciones para implantar esas inversiones.

- La formación se antoja fundamental de cara a estos nuevos empleos. Recientemente han firmado un convenio con el Gobierno de Aragón para desarrollar FP de energías renovables en las comarcas mineras.

- Hemos firmado un convenio con el Departamento de Educación porque hemos detectado que falta mucha mano de obra cualificada local para el mantenimiento de los parques renovables. La FP actual no tiene grados de energías renovables ni de mantenimiento eléctrico y mecánico. Ahora estamos trabajando mano a mano en desarrollar esos temarios y ver en qué institutos hay que crear esos cursos, y una de las zonas en que va a hacer falta esa mano de obra cualificada son las cuencas mineras. Nos preocupa porque en muy poco tiempo, en 2020, se van a empezar a poner en marcha todos esos parques y nos gustaría que los trabajadores fueran de la zona y ello permitiera compensar el cierre de la térmica.

- ¿Los cambios de gobierno pueden suponer un freno a la expansión de las renovables?

- A medio plazo seguro que no se pone ningún freno porque todos los países cumplimos las directrices que está marcando Europa. No creo que un cambio de color en el gobierno pudiera suponer un freno; quizás a corto plazo una pausa, pero nada más. Si sigue el mismo gobierno en España continuará con el mismo trabajo que ha estado haciendo hasta ahora, que realmente va en la línea de la implantación de energías renovables.