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Reaparecen losas de piedra del siglo XVI en plena reforma de la Lonja de Alcañiz Reaparecen losas de piedra del siglo XVI en plena reforma de la Lonja de Alcañiz
Los pavimentos del siglo XVI que han aparecido tras las obras de la Lonja. Ayuntamiento de Alcañiz

Reaparecen losas de piedra del siglo XVI en plena reforma de la Lonja de Alcañiz

El hallazgo hace que el plan inicial tenga que ser modificado, sin alterar los tiempos
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La rehabilitación del conjunto monumental que conforman la Lonja y la Casa Consistorial de Alcañiz ha desvelado una parte hasta ahora oculta del pasado de la ciudad. En el transcurso de las obras, dirigidas por el estudio Laguens Arquitectos, han salido a la luz importantes vestigios constructivos que se remontan al siglo XVI. Se trata de un suelo original compuesto por losas de gran formato que permanecían ocultas bajo las capas de reformas realizadas en el siglo XX, concretamente durante las adecuaciones para la Biblioteca Municipal y, más adelante, el Conservatorio de Música.

El hallazgo, calificado de “muy positivo” por el arquitecto Miguel Ángel Laguens, ha supuesto un giro inesperado en la planificación de obra. “Nos aparecieron las losas de pavimento inicial que habían quedado soterradas sobre las soleras que se hicieron tanto cuando se colocó allí la Biblioteca Municipal en los años ochenta como después en esa intervención para convertirlo en conservatorio”, explicó. Además, han aflorado estructuras de habitaciones originales situadas en la parte posterior del inmueble, lo que enriquece aún más la información histórica del edificio

Sin perder el ritmo

Pese a la magnitud del descubrimiento, los plazos de obra no se verán alterados. El conjunto Lonja-Consistorial, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931 y Bien de Interés Cultural en 2004, está siendo objeto de una remodelación integral con un presupuesto de 2,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 12 meses. Laguens destacó que, aunque el hallazgo obliga a replantear aspectos del diseño, los trabajos se están reorganizando para “hacer en paralelo los cambios necesarios y no retrasar el calendario previsto”.

“Estamos en esa diatriba de decidir qué parte del pavimento se conservará visible, cuál se protegerá y qué acabados definitivos tendrá cada sala. Se conserva todo, pero no todo se mostrará”, señaló el arquitecto, quien insiste en que el objetivo es hacer del propio edificio un elemento museográfico. “La idea es que el inmueble se convierta también en una pieza de museo, no solo en el contenedor de exposiciones”.

Según detalló Laguens, las losas descubiertas tienen una gran entidad física y han resistido relativamente bien el paso del tiempo. “Son unas losas grandes, que estaban en la zona posterior. Afortunadamente, una gran porción se ha conservado bien porque estaban justo debajo de la sala de lectura. Salvo donde se trazaron instalaciones, el resto las hemos podido recuperar”, explicó.

La extracción ha requerido de gran precisión, ya que fue necesario picar cuidadosamente las soleras colocadas décadas atrás. A pesar del riesgo, el estado general de conservación de las losas ha sido mejor de lo esperado, lo que permite plantear su integración en el recorrido museístico como parte del relato patrimonial del edificio.

Para el arquitecto, este tipo de descubrimientos “son siempre bienvenidos” (aunque en parte, usuales de edificaciones con siglos de historia), ya que permiten recuperar partes del edificio que habían quedado ocultas y, con ello, ampliar su valor como bien cultural.

En cuanto a la finalidad de esta obra, la reforma del conjunto Lonja-Casa Consistorial no es únicamente una actuación de mejora arquitectónica. El edificio albergará en su planta baja una renovada oficina de turismo, y dedicará sus plantas superiores a un museo municipal que integrará colecciones artísticas, arqueológicas y documentales. También se habilitará un salón de actos, aulas para talleres y una zona administrativa para las áreas de Turismo y Cultura. Todo ello convivirá con las dependencias municipales actuales, lo que garantizará la accesibilidad y la funcionalidad sin renunciar al valor histórico del edificio. Las entidades culturales de la ciudad, como el Instituto de Estudios Humanísticos, el Taller de Arqueología y la Fundación Quílez Llisterri, participan en una mesa técnica para definir los contenidos del futuro museo, con asesoramiento del Museo de Teruel.

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