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Santolea quiere un parque a la memoria para mantenerse viva Santolea quiere un parque a la memoria para mantenerse viva
La vieja escuela de Santolea, llena ahora de cascotes, podría convertirse en un museo sobre el pueblo. Ricardo Figueras

Santolea quiere un parque a la memoria para mantenerse viva

Plantean que se incluya en el plan de restitución por las obras del embalse
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Cruz Aguilar

“Tu ves la cantera, el pantano y montones de escombros. Eso es ahora Santolea”. La descripción es de Laura Berné, presidenta de la Asociación Cultural Santolea Viva e hija de Pilar Ballestero, la hija del cartero de Santolea y uno de los últimos habitantes en dejar el pueblo. Quieren que las obras de restitución del pantano que les dejó sin hogar en 1970 sirvan para crear un parque de la memoria dedicado a todas las personas a las que las aguas encharcaron una parte de su vida y de sus recuerdos. 

Berné planteó la necesidad de que tanto lo que fue el casco urbano de Santolea, ahora en ruinas, como el cementerio, con tumbas profanadas, reciban tratamiento de yacimientos arqueológicos y se pueda pasear entre los muros que aún se conservan. En pie hay solo cuatro casas y proponen convertir la que está en mejores condiciones en un espacio expositivo que albergue una muestra permanente de lo que fue el pueblo. “Estaría bien que se usara la de las antiguas escuelas”, dijo la presidenta. 

Para realizar estas acciones no solo necesitan dinero, sino también el permiso de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que es la propietaria tanto de las ruinas del pueblo como del cementerio o del calvario. En cuanto a la financiación, Ramón Millán, alcalde de Castellote, indicó que el Ayuntamiento  –del que depende Santolea– incluirá estos proyectos en el plan de restitución que todavía no ha llegado a la localidad y que tiene previsto defender para que, después de casi un siglo, se haga justicia con la población.

De momento, desde la Asociación Cultural Santolea Viva, integrada por los habitantes de este pueblo abandonado y sus descendientes, han solicitado que se inicie el procedimiento de incoación del conjunto como Bien de Interés Cultural (BIC) o, al menos, de alguna de las restantes figuras de protección contempladas en la Ley de Patrimonio Cultural Aragonés. “Como pueblo, Santolea desapareció hace casi cuatro décadas; eso no se puede cambiar. Pero, contra todo pronóstico, su memoria y una parte de su Patrimonio Cultural aún subsisten”, relató el arqueólogo Javier Ibáñez.

El calvario es de gran relevancia puesto que, de estilo barroco y construido en el siglo XVIII, constituye uno de los mejores ejemplos de la provincia. El arqueólogo Javier Ibáñez explicó que se salvó de las aguas por su localización, alejada del vaso del pantano. Estaba delimitado por una tapia y “disponía de una capilla por cada una de sus 14 estaciones”, enumeró el experto. El recorrido finalizaba en la ermita de Santa Engracia, que es la patrona de la localidad y en torno a su onomástica –a mediados de abril– se siguen reuniendo los santoleanos y sus descendientes. 

En el calvario se planteó la posibilidad, según explicó Ramón Millán, de construir un osario y trasladar a él los restos de las tumbas del cementerio, que está en muy mal estado. No obstante, el alcalde de Castellote recalcó que finalmente la actuación que se acometerá será la recuperación del cementerio y el arreglo de las tumbas que han sido ultrajadas. En este sentido, señaló que, si finalmente no se obtiene el plan de restitución reclamado, se harán con fondos propios del Ayuntamiento porque “es necesario darles un enterramiento digno y que puedan visitar a sus antepasados”. Señaló al respecto que ya han encargado una memoria valorada para conocer el estado de las tumbas. 

Estas actuaciones para dignificar el pasado de Santolea son prioritarias para el Ayuntamiento de Castellote junto con otras dirigidas a mejorar la calidad de vida de los vecinos y que son la elevación del agua desde el embalse hasta Castellote o la construcción de una carretera entre la A-226 y la zona de Las Planas.

Millán especificó que en los 14 años que lleva en la Alcaldía –tiempo en el que la Confederación Hidrográfica del Ebro ha tenido tres presidentes diferentes–  nunca han obtenido ni un euro para las obras de restitución que corresponden a Castellote como localidad afectada por la construcción de un pantano. Señaló que lo único que lograron fue la elaboración de un proyecto para la elevación de las aguas hasta el pueblo y el polígono, que estaba presupuestado en un millón de euros y que nunca se ejecutó. No obstante, se mostró positivo y adelantó que confía en que ahora sea el momento de planificar esas actuaciones para resarcir a los vecinos. 

Calidad de vida vecinal

El alcalde de Castellote, Ramón Millán especificó que las acciones prioritarias del Plan de Restitución deben de ser las dirigidas a mejorar la vida de los habitantes de Castellote y sus pedanías, por delante de la reconstrucción del puente que ahora se desmontará. Planteó la necesidad de realizar una elevación de aguas para mejorar el abastecimiento en el casco urbano y el polígono. Otra de las propuestas que quiere incluir en el documento es la construcción de una carretera que enlace la            A-226, que va Cantavieja, con la zona de Las Planas. “Supondría una mejora en el acceso a Las Planas, Dos Torres de Mercader y Cuevas de Cañart”, matizó. 

Millán señaló que tanto el bombeo del agua como la carretera ya estaban contempladas en la primera propuesta de restitución planteada por Castellote. También se proponía la consolidación de los restos del castillo y su adecuación para hacerlos visitables o la reconstrucción de la Torre de San Miguel, pero ambas obras se han acometido a través de ayudas de otras instituciones y ya no es necesario incluirlas.  

En cuanto al montaje del puente en el Barranco de Dos Torres, Millán precisó que también puede hacerse a través del Plan de Restitución, pero nunca anteponiéndolo las intervenciones destinadas a mejorar la vida de los habitantes de Castellote o la recuperación de la memoria de Santolea a través del acondicionamiento de las ruinas.