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Seis meses después del anuncio del cierre de la térmica, el futuro de 400 trabajadores sigue sumido en la incertidumbre y el sábado saldrán a la calle Seis meses después del anuncio del cierre de la térmica, el futuro de 400 trabajadores sigue sumido en la incertidumbre y el sábado saldrán a la calle
Los trabajadores de Maessa se movilizan ante la barrera de la central térmica, en una imagen de archivo

Seis meses después del anuncio del cierre de la térmica, el futuro de 400 trabajadores sigue sumido en la incertidumbre y el sábado saldrán a la calle

Los más vulnerables a la clausura dicen que no sólo piden trabajo para ellos
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Medio año después de que Endesa anunciara que desconectará la central térmica de Andorra del sistema energético el 30 de junio de 2020, los trabajadores, sobre todo de contratas, siguen pendientes de su futuro con gran incertidumbre. Con el objetivo de concienciar a la ciudadanía de que hay que seguir movilizándose para que las administraciones consigan empresas, el próximo sábado volverán a salir a la calle.

La intención es repartir pegatinas con el lema “queremos elegir dónde vivir” y algunas octavillas en las que reflejarán sus reivindicaciones. Estas pasan por que lleguen proyectos empresariales con cara y ojos capaces de absorber al cien por cien de las plantillas de las minas y la térmica e incluso más, porque “no sólo pedimos para nosotros, sino para toda la comarca”, aseguró el portavoz de la Plataforma de las subcontratas y por el futuro de la comarca, Pedro Miñana.

Esta nueva movilización, consistente en mesas informativas en puntos frecuentados de la localidad como la calle peatonal, llega en plena campaña electoral para recordar a los partidos políticos que se han comprometido con el territorio. “A todos ellos hemos expuesto nuestras inquietudes y lo que pedimos”, que pasa por la generación de puestos de trabajo mediante la implantación de empresas y “la mejora de infraestructuras” clave como la A-68, la Elevación de Aguas del Ebro o la terminal ferroviaria en los polígonos industriales.

“Parece que se comprometen, pero habrá que ver cuando cambien los colores políticos –o se mantengan– de ayuntamientos y Gobierno de Aragón hasta dónde llega ese apoyo y si podemos realmente hablar y trabajar por el futuro”, emplazó Miñana.

La transición justa va tarde

El portavoz de la Plataforma lamentó que desde que la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, anunciara los Convenios de Transición Justa en su visita a Andorra y Ariño el pasado mes de enero, todavía no se conoce su contenido.

“Se van anunciando empresas a cuentagotas”, aunque “todos los puestos de trabajo son bienvenidos”, admitió Miñana, que espera más anuncios por parte del Gobierno de Aragón. 

Por el momento, el sentir de los trabajadores afectados por el cierre es que la Administración no ha logrado de Endesa alternativas económicas y de empleo a cambio de cerrar la central, algo que sí se ha autoimpuesto el Grupo Samca, que empleaba directamente y a través de contratas a dos centenares de personas en las minas de carbón de Ariño y Foz Calanda y parece que va a emplear a todos los excedentes con su planta cerámica en Alcorisa (58 empleos), la fábrica de fertilizantes organominerales de Ariño (85 empleos) y el parque fotovoltaico de 50 megavatios (250 puestos de trabajo durante la construcción y 25 durante al menos 20 años de explotación).

En Montalbán, Politer Reciclaje generará 35 nuevos empleos en el reciclado de plásticos, y Genepol ampliará 15 empleos en Escucha en el mismo sector.

También se ha anunciado que, en Calanda, la empresa pakistaní Yasin Pannu creará 15 empleos en una primera fase (35 en una segunda) en la extracción de áridos y su transformación para productos destinados a la construcción.

En el mejor de los casos, 253 empleos que no son suficientes para enjugar los 400 puestos de trabajo que se perderán en la térmica y los 200 de las minas, de ahí que los subcontratados sigan reivindicando soluciones.

Los afectados no confían en que el desmantelamiento de la térmica y el montaje de las placas fotovoltaicas cree demasiado empleo en la zona, y alegan que este tipo de trabajos los suelen hacer empresas especializadas.

Reunión con Maessa

Los trabajadores de Maessa, contrata de mantenimiento industrial de la térmica, mantendrán hoy una reunión con la dirección “para que nos explique el plan que tiene para los trabajadores” a partir del 30 de junio de 2020, o incluso antes de seguir parada la central, que lleva “dos meses en stand by”, dijo Miñana.

El portavoz de la Plataforma y trabajador de esta empresa protestó porque, seis meses después de conocerse que la planta va al cierre, la empresa contratista todavía no les ha comunicado nada sobre posibles despidos u opciones de recolocación.

Por su parte, los 12 trabajadores de Endesa que, según el acuerdo alcanzado entre dirección y sindicatos, deberán salir este año de la planta todavía no conocen su destino, si bien algunos optan formalmente a las cinco plazas de “grupo 2 en Zaragoza, en renovables” que ha ofrecido la empresa, indicó uno de los afectados. El acuerdo fija la salida –primero voluntaria y pasado un tiempo forzada– de otros 46 operarios en 2020 (sobre un total de 153 trabajadores).