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Sólo un 4% de los establecimientos turísticos del Bajo Aragón abrieron el primer dia de la fase 1 Sólo un 4% de los establecimientos turísticos del Bajo Aragón abrieron el primer dia de la fase 1
Terraza de la plaza Mendizábal de Alcañiz, el lunes por la tarde

Sólo un 4% de los establecimientos turísticos del Bajo Aragón abrieron el primer dia de la fase 1

Las dudas sobre rentabilidad y protocolos y las limitaciones frenan la desescalada
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Tan solo el 4% de los 70 establecimientos de la Asociación Turismo Bajo Aragón reabrieron el lunes al público debido a la incertidumbre por la rentabilidad económica, unida a la tardanza del Gobierno en definir los protocolos higiénico-sanitarios y a que solo se puede hacer turismo dentro de la propia provincia.

En Alcañiz solo algunos bares y restaurantes abrieron sus puertas. Coincidió con quienes ya tenían una amplia terraza o los que han tenido posibilidad de incrementarla, así como aquellos que ya prestaban algún tipo de servicio anterior a la fase 1, como comida a domicilio o para recoger en local. 

“Hasta el domingo a mediodía no salieron publicados los protocolos con las medidas sanitarias, por lo que no sabíamos lo que necesitábamos para abrir hoy”, subrayó la gerente de Turismo Bajo Aragón, Nieves Ballestero.

Además, la mayoría de los alojamientos turísticos se nutre de clientes de fuera de la provincia, por lo que la limitación geográfica hace que el sector no esté en disposición de despegar. 

Los ayuntamientos ultiman las normativas y los permisos de veladores para que a los hosteleros les salga más a cuenta abrir, aunque sea al 50% de la capacidad de las terrazas. Cabe recordar que hasta la fase 2 la clientela no podrá entrar en el interior de los establecimientos. 

“El Ayuntamiento de Alcañiz se ha volcado con el sector y va a dar todas las facilidades para que los empresarios puedan ampliar sus terrazas”, destacó Ballesteros. Ha ampliado la suya la cafetería Goya, con mesas más separadas, para poder hacer algo de negocio en fase de reapertura. Este velador y el del pub Camel se llevaron los aplausos de quienes salieron a tomar algo.

“La plaza la van a hacer peatonal a diario y podrán poner más mesas, pero en la avenida de Aragón solo tenemos esa posibilidad los fines de semana. Con la terraza al 50%, solo podemos poner tres mesas, por lo que en estas condiciones seguiremos cerrados. Mejor no tocar el ERTE y esperar a mejores condiciones para no perjudicar a los trabajadores y para no arruinarnos los propietarios”, dijo Gabriel, de cafetería Merinos, que no contempla ni siquiera abrir en la fase 2. 

El restaurante El Trillero, también en Alcañiz, no prevé abrir hasta la fase 2 debido a que carece de terraza. Cuenta con un amplio aparcamiento junto a la ribera del Guadalope en el que la propiedad quiere instalar veladores, “pero con la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) hemos topado”, dice resignada Teresa Giner. La tramitación es lenta. 

Las habitaciones del hostal sí se van reservando. “Pocas, pero tenemos ya de empresas que vienen a trabajar”, indicó.

Más aperturas en los pueblos

En municipios más pequeños, por el contario, la predisposición a abrir fue mayor que en la cabecera comarcal. 

El bar del polideportivo de Aguaviva ha dado servicio a camioneros y a los trabajadores de Arasfalto, una empresa local, durante todo el confinamiento, llevándoles a sus cabinas y dependencias la comida cuando no podía abrir sus puertas. Ayer que ya lo pudo hacer, su propietaria, Meri Pajares, reconoció el valor de tener en estos momentos “una terraza muy grande”.

“Hemos dado menús y algunos bocadillos. Para ser el primer día, está bien”, manifestó Pajares, quien aseguró que ya tenia ganas de abrir aunque “no es lo mismo ni va a ser lo mismo a partir de ahora”. 

Marina Cueto abrió su bar en Ariño “ilusionada y contenta”, y además lo hizo con su plantilla al completo. 

“Como tengo una gran terraza puedo dar comidas y cenas”, explicó. El lunes dio “algún almuerzo”, otros tomaron el café de la mañana y también se sirvieron cervezas para el aperitivo y por la tarde. Si cabe, lo más celebrado por la hostelera fue el regreso de los trabajadores de la empresa que construye la planta de fertilizantes de Samca, que desde el 14 de marzo tuvieron que recurrir al hotel Santa Bárbara de Andorra, uno de los indispensables durante el estado de alarma. Además, comieron algunos de los que trabajan en el desmantelamiento de la última mina a cielo abierto.

“Nos alegramos de empezar a trabajar pero no es ninguna tontería y hay que mantener las normas de higiene y de distancia que la ley marca”, advirtió. Por tanto, sus 15 mesas están separadas cada una a dos metros de la más cercana. Las camareras se lavan las manos y se las desinfectan después de cada servicio. “Los mayores de 65 años no se pueden sentar juntos”, alertó Cueto, que ya tenía tarjetero para cobrar y ahora se lo demandan más. 

En Andorra apenas abrieron cuatro bares y restaurantes de los más de 40 que existen, aunque uno de ellos, el mítico Grafitti, ya no reabrirá porque la situación de Andorra no es la mejor con el cierre de la térmica en ciernes. 

Algunos lo harán dentro de 15 días, para la siguiente fase. “Hemos enviado un escrito al ayuntamiento para montar la terraza. A ver si para el día 26 tenemos el permiso y nos ha dado tiempo ya”, dijo el gerente del bar Becerra, Emilio Belenguer, que espera incluso ganar capacidad tras la reforma del velador.