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Turismo en el Matarraña: 90% de ocupación de las plazas disponibles una vez aplicadas las restricciones Turismo en el Matarraña: 90% de ocupación de las plazas disponibles una vez aplicadas las restricciones
Disfrutar de canoas y patines en el pantano de Pena, entre Valderrobres y Beceite, es una de las opciones del Matarraña para los veraneantes

Turismo en el Matarraña: 90% de ocupación de las plazas disponibles una vez aplicadas las restricciones

Tranquilidad, ríos y espacios abiertos impulsan la zona
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Tranquilidad, desconexión, distancia social, no masificaciones, espacios abiertos, agua, ríos y negocios familiares. Todo este compendio de elementos es lo que ha convertido a la comarca del Matarraña en uno de los destinos preferidos por los turistas  este verano. Tanto es así, que los establecimientos hoteleros han duplicado en el mes de julio su ocupación hotelera con respecto al mes pasado, mientras que en agosto, ya de por sí un mes bueno para esta zona, ha crecido en un 50%. 

Sin que haya cifras oficiales, porque las estadísticas no se sacarán hasta al menos el mes de septiembre, tanto las empresas de turismo activo como los hosteleros coinciden en que este verano ha sido excepcional. La pandemia por coronavirus, lejos de espantar a los turistas, ha tenido un efecto inverso en este territorio, que ha sabido venderse en los últimos años como un remanso de tranquilidad, de turismo lento, alejado de las masificaciones y donde una persona se puede refrescar en los ríos y pantanos mientras disfruta de la naturaleza y del magnífico patrimonio que atesoran muchos de los pueblos de la comarca.

Este verano ha sido especial por eso y por algo más, y es que el turismo aragonés se ha fijado en la comarca y ha decidido pasar unas semanas en este destino del que tanto se oye hablar. Muchos aragoneses, que esta vez no querían optar por las playas, han considerado que este era el momento adecuado para acercarse al Matarraña, según enfatizó la presidenta de la Asociación de Empresarios, Marta Ferrás. 

Los hosteleros, según Ferrás, "han hecho un esfuerzo importante, han cerrado algunas habitaciones para disminuir los aforos y también limitado las plazas  en los restaurantes, y lo que ha ocurrido es que han ido llenando toda la temporada los hoteles". En este sentido, consideró que "la ocupación podría rondar el 90%, siempre teniendo en cuenta que una parte de las habitaciones no se han puesto a disposición de los clientes" por las limitaciones obligadas por la Covid.

Las ocupaciones, aún así, no son de larga duración. "No se reserva para muchos días, pero los hoteles se siguen llenando día tras días, y eso es muy bueno", enfatizó satisfecha la presidenta de la Asociación de Empresarios, que reconoció que en julio se ha trabajado "más que en años anteriores, mucho más que en los meses precedentes, y suponemos que es debido a que julio fue el primer mes en que se pudo salir de casa de nuevo después del confinamiento". Agosto, sin embargo, tuvo sus vaivenes, "debido a la situación de incertidumbre que se generó con la aparición de los primeros casos de Covid-19 y a que Aragón salía constantemente en las noticias”. Sin embargo, lo que se anuló y se canceló fue sustituido por nuevas reservas, porque “hemos tenido la suerte de que aquí no ha habido prácticamente casos en toda la pandemia, y eso nos ha ayudado", reconoció Ferrás. 

Más aragoneses

Cataluña y Valencia continúan siendo las comunidades de las que proceden la mayoría de los turistas, aunque "este año ha venido muchísima gente de Aragón y de la provincia de Teruel. Es un hecho constatable, y también se ha notado que se han abierto muchas más segundas residencias", indicó Ferrás.

Por otro lado, "que muchos de los negocios turísticos sean familiares, pequeños hoteles rurales, unido a que los ríos llevan mucha agua este verano", son dos hechos que han ayudado a que la comarca se llene de gente. "Se ve a al Matarraña como un destino seguro, tranquilo y con mucha oferta turística”, enfatizó.

Más familias, menos grupos

En cuanto al perfil del turista de este verano, predominan este año las familias con hijos y las estancias medias están entre los cuatro y los siete días, informó Marta Ferrás. 

Debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus los grandes grupos organizados han desaparecido. “Los que hemos tenido rondan las cinco o como máximo ocho personas", señaló Luis Serrat, responsable de Turismo Matarraña S.L., una empresa de turismo activo que realiza visitas guiadas y rutas por la zona y que no ha parado de trabajar en todo el verano. Según Serrat, "hay muchísima más gente que el año pasado, con unos meses de julio y agosto que han sido espectaculares". Especialmente, lo ha sido julio. "Se ha doblado la facturación, mientras que en agosto, que ya es un mes donde la zona suele tener muchos visitantes, ha habido un crecimiento de al menos el 50%", añadió el empresario.

Los turistas que han utilizado los servicios de esta empresa de turismo activo "buscan tranquilidad, desconexión, distancia social y aquí lo encuentran, porque es una zona amplia y con poca gente, aunque ahora tenemos que reconocer que los pueblos están llenos”, apuntó. En general, “la gente huye de las grandes masificaciones y aprovecha para conocer la zona en un año en el que a lo mejor habían pensado no viajar o hacerlo a lugares con poca gente". Según Serrat, "aquí encuentran arquitectura y naturaleza, ambas son compatibles y están por todas partes".

La novedad

Entre la oferta que destaca en la zona este verano está la tirolina de Fuentespalda, que ha abierto su primer verano y que es la novedad para muchos turistas. 

Cristian Cutanda, responsable de la empresa que gestiona esta instalación, constató la enorme cantidad de gente que ha pasado por el pueblo a probar las sensaciones de tirarse por una de las  tirolinas más largas y espectaculares del mundo. La empresa está recuperando lo que perdió con la declaración del estado de alarma. "Íbamos a abrir para Semana Santa y no pudimos porque se cerró todo", se lamentó el empresario. 

En agosto, la tirolina solo coge reservas por internet. "Lo de presentarse en el pueblo y sacar la entrada no lo recomendamos, porque tenemos horarios llenos", comentó. La empresa trabaja a diario prácticamente todos los días, "salvo aquellos en los que sopla un poco de aire y tenemos que cerrar, y esto nos ha pasado alguna tarde del mes de agosto”. Con todo, Cutanda se declaró “satisfecho, porque los horarios en agosto están completándose, y julio fue bastante bien".