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UAGA cree UAGA cree
Un momento de la rueda de prensa propiciada por Uaga en Alcañiz

UAGA cree "injusta" la tributación de las fincas rústicas en Alcañiz

La diferencia estimada es del 41 por ciento con respecto a la urbana
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Un edificio situado en suelo urbano paga en Alcañiz una tasa del 0,65% de su valor catastral, mientras que otro de similares características, pero ubicado en suelo rústico tributa por el 1,10% (un 0,45% más a aplicar sobre el valor). Eso se traduce en que los inmuebles de fincas rústicas tributarán en 2019 un 41% más que los de fincas urbanas, según puso en evidencia la organización agraria Uaga para explicar por qué no se conforma con la rebaja del 0,10% -hasta dejar el tipo en el 1%-  en el IBI de rústica  que ha prometido el equipo de gobierno PP-PAR. 
Uaga mantuvo un encuentro con la delegada de Hacienda, Anabel Fernández, para mostrar su desacuerdo con una rebaja del tipo impositivo que consideran raquítica y que no cumple con el “principio de justicia tributaria”, según el abogado de la organización agraria Pablo Martínez. La reunión era la segunda que mantiene la organización con el equipo de gobierno. En la primera, de abril, la organización solicitó una rebaja del tipo y una equiparación con el IBI de urbana. “Nos llamaron la semana pasada para informarnos de que habían decidido rebajar el 0,10%, pero no nos parece suficiente”, señaló el letrado. La intención del equipo de gobierno es rebajar este año el tipo al 1% y el año que viene al 0,90%, pero ambas medidas se quedan lejos de lo demandado.
Uaga pide, por un lado, que el IBI de rústica se rebaje de manera inmediata en el mismo porcentaje (un 24%) en que ha disminuido el de urbana en los últimos seis años, lo que dejaría el impuesto en el 0,84% del valor de cada finca. Además, reclaman que se equipare de manera paulatina al IBI de urbana hasta llegar al mismo tipo impositivo del 0,65%. Si no fuera así no sería justo, afirman.
El agricultor jubilado Antonio Egea, uno de los más activos en Alcañiz en su lucha para acabar con esta “discriminación”, insistió en que Alcañiz lleva desde el año 2012 rebajando el IBI de urbana, que ha pasado en estos años del tipo impositivo del 0,85% al 0,65% (24% de rabaja), cuando el de rústica se ha mantenido igual desde que hace “más de 15 o 20 años el Ayuntamiento decidió por unanimidad subirlo de golpe desde el 0,30% al 1,10%”. 
El catastro de rústica está actualizado desde el año pasado, cuando se realizó una revisión general catastral. En este sentido, insistió Egea, “sería lógico que ahora todos pagáramos lo mismo”. De la misma manera, el abogado de la organización recordó que esa revisión ha hecho que “las valoraciones de las fincas rústicas en el término municipal de Alcañiz hayan subido de media un 30%”, y eso significa que “aunque se rebaje el 0,10% el IBI de rústica”, la recaudación del Ayuntamiento de Alcañiz superará en 2019 ampliamente la de 2018.. 

Actualización 
Uaga presentó durante su comparecencia ante los medios de comunicación distinta documentación que demostraría la “injusta” tributación que sufren las fincas rústicas y urbanas en el término municipal de Alcañiz, en especial en lo que concierte a los inmuebles, que por primera vez están regularizados, pero que continúan tributando al tipo máximo. Así las cosas, se da la paradoja de que dos edificaciones similares en metros cuadrados pero situadas en suelo rústico una y en urbano otra no pagan lo mismo. “El situado en suelo rústico paga el 1,10% y el que está en suelo urbano el 0,65%, cuando el primero no tiene servicios de luz, agua ni de recogida de basuras y el segundo sí”, puntualizó Egea. 
Esa situación provoca que “casas de recreo y masicos del entorno de Alcañiz situados en suelo rústico pero dados de alta como urbanos estén pagando el 0,65% de su valor catastral, mientras una granja está costeando un impuesto del 1,10% de su valor”, enfatizó Egea, quien añadió que “si los impuestos tienen como objetivo, entre otras cosas, que los propietarios contribuyan para la financiación de los asfaltados de caminos y su mantenimiento, se da la circunstancia de que unos propietarios de fincas rústicas estamos pagando un 41% más que otros que tienen fincas calificadas como urbanas”. El agricultor matizó que “los propietarios de fincas rústicas han de pagar para contribuir como el resto, pero no más que el resto”. 
Tras la actualización catastral realizada en el último año las fincas rústicas han visto incrementado su valor notablemente, sobre todo tras la regularización de las edificaciones que se encuentran dentro las mismas. Como ejemplo, el que puso Antonio Egea, con una finca de una hectárea de su propiedad que tiene una edificación de 30 metros cuadrados situada en el término municipal de Alcañiz. En 2017 pagaba 27 euros y en 2018 ha tenido que costear 326 euros.