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Un laboratorio analiza restos de fusilados de la fosa del cementerio de Alcañiz Un laboratorio analiza restos de fusilados de la fosa del cementerio de Alcañiz
Segunda campaña de excavación en el cementerio de Alcañiz que permitió localizar la fosa común

Un laboratorio analiza restos de fusilados de la fosa del cementerio de Alcañiz

Se van a cotejar muestras de los dientes y las analíticas de sangre de supuestos familiares
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El equipo de investigación que preserva los restos óseos de las 10 personas que aparecieron en la fosa común del cementerio de Alcañiz en noviembre de 2019 ha enviado muestras de los dientes de estos individuos a un laboratorio de Zaragoza contratado por el Gobierno de Aragón para extraer su ADN. También se han trasladado allí con el mismo objetivo las muestras de sangre que se extrajeron a distintas personas que se acercaron al cementerio durante la exhumación y que buscan a sus antepasados. 

Con ambas pruebas, el laboratorio podrá cotejar si alguna de ellas es coincidente, lo que permitiría identificarles. 

Según confirmaron fuentes del Ejecutivo autonómico, el laboratorio que trabaja para el departamento de Patrimonio va a iniciar en unos días el análisis de los restos -tanto los óseos como los sanguíneos- para comprobar si se produce alguna coincidencia entre ellos. El objetivo es determinar la identidad de las 10 personas que fueron fusiladas y enterradas en la fosa  localizada a finales de 2019 por el equipo de investigación que trabajó por encargo de la Asociación Pozos de Caudé.

Según explicó el director de los trabajos, el arqueólogo Javier Ruiz, a finales de 2020 se terminó el análisis antropológico de los restos humanos. El informe de la especialista confirmó que las 10 personas eran hombres y que prácticamente todos habían sido fusilados. En la mayoría de los cuerpos “se ha localizado el orificio de bala que acabó con sus vidas”, señaló Ruiz.

Según el arqueólogo, las muestras de sangre de las familias y de las muelas de los enterrados se entregaron al departamento de Patrimonio “a finales del año pasado”, puesto que “se va a poner en marcha un Banco de ADN tras la contratación que el Gobierno ha realizado con un laboratorio especializado”. Ruiz valoró la iniciativa, toda vez que el grupo y la asociación promotora del proyecto de Alcañiz carecía ya de fondos para continuar con la investigación y sufragar los estudios de ADN. Durante los días en que se produjo la excavación de la fosa, la asociación Pozos de Caudé extrajo muestras de sangre a distintas personas, hijos o nietos de desaparecidos durante la guerra civil y años sucesivos.

La asociación memorialista están ahora pendiente de poder iniciar una nueva campaña de excavación en el cementerio de Alcañiz para localizar otra fosa común. Según explicó el presidente de Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, la asociación ha solicitado financiación al Gobierno central para continuar con una nueva campaña de prospecciones -la primera y segunda también estuvieron financiadas con fondos del Ejecutivo central. No obstante, “no hemos obtenido todavía ninguna respuesta, aunque esperamos que sea concedida”, añadió. 

Sánchez considera que “la pandemia de coronavirus ha retrasado todas estas autorizaciones”, algo que también ha ocurrido con los acuerdos “verbales” que, según dijo, había mantenido con el Ayuntamiento de Alcañiz y la Comarca del Bajo Aragón el año pasado. “Nos comentaron que en los presupuestos habilitarían alguna partida para financiar la continuidad de las excavaciones en el cementerio, pero, por el momento, no hemos tenido ninguna información adicional por parte del Ayuntamiento que nos confirme que va a ser así”, añadió el presidente de la asociación memorialista.

Francisco Sánchez recordó que Pozos de Caudé tiene “un listado con más de 90 nombres de personas que están desaparecidas en la comarca, que fueron apresadas, encarceladas y después supuestamente liberadas, pero que nunca regresaron a sus domicilios”. Recordó que “tenemos muestras sanguíneas de unas 40 familias”.