

Una avería eléctrica en Cueva Foradada obliga a nuevas restricciones de agua
La turbidez vuelve a los nueve municipios que se abastecen del embalseUna avería eléctrica en la estación de tratamiento de agua potable de Cueva Foradada ha vuelto a obligar a los nueve ayuntamientos que beben de este embalse a aplicar restricciones al consumo hasta que las analíticas demuestren que el agua es potable. Durante el fin de semana, el líquido elemento llegó a salir “marrón”, según algunas fuentes municipales que lamentaron que la información llegue a cuentagotas por parte de la Comarca del Bajo Martín, responsable del abastecimiento.
“Debido a los trabajos que se están realizando en el embalse de Cueva Foradada, el agua presenta niveles de turbidez elevados, por lo que no es apta para el consumo humano”, indicaba el Ayuntamiento de Albalate del Arzobispo desde el viernes, sin que haya actualizado el aviso al cierre de esta edición.
“Es un hecho puntual, una avería eléctrica que hizo que alguna bomba no funcionara y dejara entrar agua turbia a la red. El agua en cabecera va bien, pero ahora tenemos toda la red y los depósitos turbios. Pasarán unos días hasta que los vaciemos y los pongamos a tono”, dijo el alcalde de La Puebla, Pedro Bello, quien constató que este fin de semana el agua llegó a salir más oscura que en toda la crisis de agua potable desde septiembre de 2024.
Los problemas se extienden al resto de pueblos que beben del pantano: Oliete, Ariño, Urrea de Gaén, Híjar, Jatiel, Samper de Calanda y Castelnou.
Este lunes estaba previsto que el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón realizara analíticas, que estarían disponibles el miércoles. Mientras tanto, los consistorios llaman a no beber agua del grifo.
Constantes problemas
Se trata de un hecho puntual pero que no deja de llamar la atención en el contexto de incidencias que se suceden en la zona desde las tormentas de finales de verano. Hace justo un mes, la Comarca del Bajo Martín dio por solucionados los problemas con la instalación de la nueva boya flotante del embalse de Cueva Foradada, en término municipal de Oliete, que mejora la calidad del suministro con una captación en la cota más alta del embalse para evitar precisamente los problemas de turbidez.
Con este proyecto, además de instalar el nuevo tubo de captación de acero inoxidable, se han aplicado mejoras adicionales en el sistema de regulación y control del flujo de agua. Entre otros factores, se ha optimizado la apertura de la válvula de vertido y se ha instalado un caudalímetro para supervisar el caudal extraído.
La inversión total del proyecto ha sido de 281.000 euros, financiados inicialmente por la comarca, aunque el coste final será asumido por los nueve municipios y la Mancomunidad Industrial del Bajo Martín.
Con la reparación de la boya, la institución responsable del suministro pretende estabilizar la potabilización y distribución después de solventar, bajo la tutela del Instituto Aragonés del Agua (IAA), los problemas de turbidez que interrumpieron el abastecimiento de agua de boca durante tres meses y medio como consecuencia de las tormentas de septiembre y octubre en el cauce alto del río Martín.
Cabe recordar que la comarca renovó con Facsa, a finales de 2024, el nuevo contrato de operación y mantenimiento de la potabilizadora por 478.000 euros para cuatro años –prorrogable un quinto–.
El acuerdo establece mejoras, entre ellas la redacción del proyecto de una instalación de ósmosis inversa que cumpla con futuras normativas en cuanto a concentración de sulfatos y reducción de turbidez.
El IAA anunció el 10 de febrero el final de las obras de emergencia destinadas a garantizar el abastecimiento de agua potable, con una inversión de 289.000 euros para modernizar infraestructuras de tratamiento y distribución de agua en los nueve municipios afectados.
La renovación integral de la potabilizadora incluyó la reparación interna de los ocho filtros de arena, así como la sustitución de 320 toneladas de arena en un recinto confinado. Además, se instalaron varios equipos de medida y control, integrados en el programa informático Scada de la planta, con el objetivo de optimizar la toma de decisiones y mejorar la gestión del sistema.
También se añadieron equipos adicionales de dosificación de reactivos para potenciar la eficacia de la filtración y se implementó, de manera provisional, la dosificación de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), un reactivo altamente eficaz aunque costoso, para mejorar la calidad del agua. Se limpiaron y desinfectaron los doce depósitos de agua y se instalaron equipos de cloración automática y digital con medición y ajuste permanente en cinco municipios, así como la incorporación de válvulas motorizadas de control de llenado en los depósitos de otras cinco localidades, asegurando así una gestión más eficiente del recurso hídrico.