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Una “cena-fórum” interpreta en varios platos las novelas negras de Xabier Gutiérrez Una “cena-fórum” interpreta en varios platos las novelas negras de Xabier Gutiérrez
El librero Eugenio Ramo y el cocinero y escritor Xabier Gutiérrez introducen la cena celebrada el pasado domingo en el restaurante del hotel Guadalope

Una “cena-fórum” interpreta en varios platos las novelas negras de Xabier Gutiérrez

El hotel Guadalope de Alcañiz seduce con un menú inspirado en la última obra de ficción del cocinero de Arzak
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De primer plato, los cuatro sospechosos; de segundo, el protagonista de la novela; de tercero, la escena del crimen; en cuarto lugar, el arma asesina; el quinto, las motivación del crimen y, de postre, un resumen de Sabor Crítico, la última novela negra del cocinero Xabier Gutiérrez que el domingo fue interpretada en Alcañiz mediante una “cena-fórum” ideada por el cocinero del hotel Guadalope Luis Estopiñán.

A la cena no faltó el propio Gutiérrez, que con motivo del Día del Libro estuvo firmando este domingo algunos ejemplares en la plaza del Mercado, en la parada de la librería Santos Ochoa. Con sus tres novelas publicadas (El aroma del crimen, El bouquet del miedo y Sabor Crítico), el director del departamento de innovación del restaurante Arzak, en San Sebastián, se ha convertido en la pluma más avezada de la novela negra gastronómica del país.

El escritor, que hasta 2015 compaginaba su carrera de cocinero con la publicación de libros de cocina y ensayos sobre estética culinaria, ha hecho de hoteles, bodegas y restaurantes sus escenas del crimen favoritas.

En su última obra, el donostiarra narra los quebraderos de cabeza del subcomisario de la Ertzaintza Vicente Parra para averiguar quién acribilló a balazos al reputado crítico gastronómico Ferdinand Cubillo.

Entre los sospechosos hay un pastelero, que Estopiñán representó con un bombón de foie; un sidrero, evocado con una espuma de manzana con queso Idiazábal y cecina de ternera; o un cura, paladeado mediante obleas rellenas de mousse de frambuesa.

“Lo que hicimos fue coger fragmentos, lugares, platos y productos, y sobre eso hicimos una sinopsis y la representamos en un menú degustación”, explicó el cocinero. De esta forma, el quinto plato, el móvil del crimen, era “un trampantojo, un engaño, un plato que parece una cosa y es otra”. En este caso, “parecía una carrillera de cerdo pero en realidad era un pollo al chilindrón”, añadió.

“Fue una idea de todo el equipo del hotel junto con Eugenio Ramo, de la librería Santos Ochoa. Queríamos hacer algo cultural y él nos propuso a Xabier”, explicó el chef.

La puesta en escena sedujo a Gutiérrez. “Fue una cosa bastante bonita, hubo una especie de coloquio con más de 30 personas y cada uno contaba su experiencia sobre qué le había parecido la novela”, dijo el escritor. 

“Ha habido que prepararlo con muchísima antelación”, valoró el donostiarra, a quien en sus historias le encanta presentar al lector casos que el subinspector Parra acaba resolviendo con mucho esfuerzo, pues los personajes están bien trabajados y la trama aporta giros inesperados que ponen patas arriba las primeras indagaciones.

Entre firma y firma de ejemplares tras el Vencimiento del Dragón, Gutiérrez avanzó que en 2019 tiene previsto presentar la cuarta entrega de sus novelas policiacas.

En su faceta profesional como cocinero, lleva 28 años en el Arzak, donde junto a su equipo de innovación “creamos platos nuevos para el restaurante; así de sencillo y así de difícil”.

También da clases en el máster de innovación y gestión de restaurantes del Basque Culinary Center, y diez de sus libros han sido premiados con galardones tan prestigiosos como el Best World Cookbook Award (Premio al Mejor Libro de Cocina del Mundo) y el Premio Nacional de Gastronomía.