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Una nueva ruta de arte contemporáneo florece entre los viñedos de Venta d’Aubert Una nueva ruta de arte contemporáneo florece entre los viñedos de Venta d’Aubert
Christian Bourdais y Eva Albarrán, junto a la escultura ‘Blossom’. P.A

Una nueva ruta de arte contemporáneo florece entre los viñedos de Venta d’Aubert

Solo Sculpture Trail quiere transformar el Matarraña en un referente cultural con mirada internacional
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No hay carteles ni muros blancos. En lugar de pasillos, hay senderos de tierra. Y en vez de salas, un paisaje inmenso donde el arte se funde con la naturaleza. Son tres kilómetros de recorrido en Cretas, donde más de 20 esculturas conviven con el silencio, la piedra y la luz. No hay taquillas ni grandes carteles. Solo arte, naturaleza y un proyecto que tiene la vista fijada en lugares lejanos.

La cuarta edición de Solo Sculpture Trail abre al público mañana. Por un precio de cinco euros por entrada, se puede contemplar esta propuesta, considerada la más ambiciosa hasta la fecha del conjunto impulsado por la galería Albarrán Bourdais y el proyecto Solo Houses: una apuesta por vincular arte contemporáneo, arquitectura de vanguardia y entorno rural desde una finca de 600 hectáreas que no deja de crecer.

“Este año hemos querido dar un salto”, explicó Christian Bourdais, fundador junto a Eva Albarrán. “No solo a nivel artístico, con obras monumentales y comprometidas, sino también en proyección: queremos situar esto en el mapa internacional, como un lugar único en el mundo”.

Esculturas con mensaje

En esta ocasión, el conjunto de obras se articula en torno a dos ejes: piezas que lanzan una mirada crítica sobre los desafíos globales y otras que exploran caminos hacia la convivencia y la reparación. Se pueden observar, por ejemplo, esculturas como Blossom, del portugués Pedro Cabrita, que mezcla tubos de acero en desorden armónico para hablar del caos fecundo de la vida. O Nikolai, de Claudia Comte, una pieza en mármol que evoca ecosistemas coralinos amenazados por el cambio climático, integrando historia, bosque y océano en una misma forma.

La artista Alicja Kwade presenta Absorption, una instalación de espejos y piedras que cuestiona la percepción de la realidad desde distintos ángulos. Iván Argote, por su parte, tensa literalmente el acero en Bridges – We are meeting para hablar de las relaciones humanas y la urgencia de tender puentes.
 

Obra ‘No Future!’, de Jordi Colomer. P.A

Destaca también el mexicano José Dávila, con dos grandes instalaciones de piedra que juegan con la estabilidad y el límite, mientras que Jordi Colomer irrumpe en el entorno con un coche iluminado que viaja sin rumbo fijo, trasladando el grito punk de los años 70 No Future! a un paisaje rural. Es la primera vez que esta obra se muestra fuera de un entorno urbano.

Aunque hay muchas más aparte de las mencionadas, la mayoría de las obras han sido producidas ex profeso para esta edición, en colaboración con artesanos locales como Bienvenido, herrero de Cretas, o el equipo paisajístico que ha trabajado con cada artista. “Nada está aquí por casualidad”, resumió Christian Bourdais. “Es un proyecto hecho con las manos, con tiempo, con la gente del lugar”.

Y no termina aquí. El trail forma parte de un proyecto holístico que incluye arte, arquitectura, vino, paisaje y turismo. Solo Houses proyecta abrir en 2028 un hotel de autor diseñado por Smiljan Radic, con 25 habitaciones cilíndricas en medio de la finca, restaurante, cine al aire libre y actividades culturales.

La infraestructura ya cuenta con la autorización ambiental necesaria del Gobierno de Aragón, tras un largo proceso de tramitación.

Todo ello suma más de 600 hectáreas de territorio gestionado con una mirada cultural y sostenible. “Queremos que el Matarraña entre en el mapa internacional del arte”, dijo Bourdais durante la presentación. Y la apuesta es clara: traer a los mejores artistas del mundo a un rincón remoto de Teruel y construir, paso a paso, un destino sin igual.