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Fin de curso Fin de curso

Fin de curso

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Toni Fernández

Parece que ya llega el calor de verdad, ese calor sofocante que nos recuerda al verano puro, vacaciones y niños sin cole. Aunque las calles ya no son lo que eran en verano, con ese jolgorio continuo, gritos y balonazos, bicicletas y monopatines, el suelo manchado de tiza y botes que servían para diversos juegos. Ahora todo es diferente, no sé si mejor o peor, pero está claro que la tecnología y los aparatos de los que disponemos todos se han hecho hueco a costa de juegos tradicionales que recordamos con añoranza. 

El fin de las clases nos recuerda que otro curso más ha pasado, esos niños que eran tan pequeños se van haciendo mayores, pasan de curso o de ciclo, aunque para nosotros siempre son nuestros niños. 

En todo esto, hay una figura fundamental, la de los profesores. Esos de los que decimos desde fuera que viven tan bien, con no se cuantos meses de vacaciones. Pero es de justicia encumbrar esta profesión. Recientemente ha habido una nueva prueba de oposiciones, exámenes que obviamente hay que prepararse y estudiar muy bien, muchas veces mientras a la vez se imparten clases (ya no nos parece que se viva tan bien dando clase y estudiando a la vez).  Una profesión, de las que realmente suelen ser por vocación, tanto por estar rodeado de niños y niñas, como por el mero hecho de enseñar.  

Personalmente, pese a que hace unos cuantos años que dejé el colegio, guardo un buen recuerdo de la mayoría de los profesores que tuve, me paro en la calle y charlo con ellos si me los encuentro, al fin y al cabo, todos tenemos algo de nosotros que aprendimos gracias a ellos. Esta vez le ha tocado a mi hijo pasar de ciclo, deja atrás sus tres primeros años de colegio. La experiencia ha sido fantástica, quiere a su profesora con locura. He de decir que hemos tenido mucha suerte, una profesora que quiere a sus alumnos casi como sus hijos, se preocupa por ellos, dentro y fuera de las aulas, y transmite esa confianza necesaria a esos papás que dejan su pequeño en manos ajenas. Sobra decir que la enseñanza y transmisión de conocimientos ha sido de 10, adaptándose a cada alumno en su etapa de desarrollo. 

En definitiva, como digo, el profesorado es un colectivo que está sufriendo, solicitando mejoras y pidiendo suprimir recortes, mejoras que son justas, ya que parte fundamental del futuro de nuestros hijos y de nuestra sociedad está en sus manos.