PEAC, la apuesta estratégica de la empresa para cualificar y competir
Agencia de las Cualificaciones Profesionales de Aragón Eva Soto, ingeniera de Telecomunicaciones de Agenor y evaluadora del PEAC: “el Procedimiento de Acreditación de Competencias Profesionales permite que las empresas avancen sin dejar a nadie atrás”
En un contexto empresarial cada vez más exigente, donde la cualificación oficial se convierte en un requisito imprescindible para acceder a licitaciones públicas, el Procedimiento de Acreditación de Competencias (PEAC) emerge como una herramienta estratégica. Agenor Mantenimientos, empresa referente a nivel nacional en el mantenimiento y gestión de equipamiento médico e instalaciones sanitarias, ha sido pionera en integrar este procedimiento en su política de recursos humanos, certificando a más de un centenar de sus técnicos en los últimos años.
La experiencia desarrollada durante varios años por esta empresa -que apostó por la adecuada cualificación de sus profesionales como elemento diferenciador- la convirtió en un caso de éxito. Años en los que su personal participó en los PEAC de mantenimiento, instalación y gestión de los sistemas de electromedicina y sus instalaciones asociadas.
Eva Soto, Ingeniera de Telecomunicaciones, especializada en Electrónica, de AGENOR y asesora y evaluada del PEAC, lo explica con claridad: “Más que una ventaja, disponer de este Procedimiento de Acreditación de Competencias es una necesidad para las empresas. Hoy en día, en casi todos los pliegos de licitación pública, por ejemplo, se exige que el personal tenga una titulación oficial. Si no la tienen, simplemente te quedas fuera”.
Agenor Mantenimientos cuenta con 250 técnicos en plantilla, muchos de ellos con amplia experiencia en electromedicina, pero sin un título oficial que lo acredite. Esto se debe a que, hasta hace pocos años, no existía formación reglada específica en este ámbito. La aparición de certificados profesionales en niveles 2 y 3 —orientados a técnicos y responsables de proyecto, respectivamente— permitió a empresas como esta impulsar un proceso masivo de certificación profesional mediante el PEAC.
“Era un tema urgente. Muchos de nuestros técnicos llevaban años demostrando sus capacidades en el entorno hospitalario, pero sin titulación que lo avalara oficialmente. Antes no existía el Ciclo de Grado Superior de Electromedicina Clínica. El PEAC les ha permitido poner en valor su experiencia y adaptarse a los nuevos requerimientos del mercado”, subraya Soto.
Un procedimiento útil y transformador
El Procedimiento de Acreditación de Competencias no es una formación ni un examen, sino un proceso de evaluación individual basado en la experiencia laboral real. Los profesionales deben demostrar evidencias, mediante documentación y a través de entrevistas y otras pruebas, si es necesario, que dominan las competencias definidas para su perfil. Este reconocimiento, además de suponer un aval profesional, permite convalidar parte de los módulos de un ciclo de FP oficial, en caso de que el trabajador quiera continuar su formación. Junto a la certificación de competencias en electromedicina, en la actualidad, se imparte el Grado Superior de FP “Técnico Superior de Electromedicina Clínica”, en el IES Rio Gállego de la capital aragonesa.
El PEAC “es un procedimiento tremendamente útil. Reconoce lo que ya sabes hacer y te abre la puerta a seguir formándote sin empezar desde cero”, explica Soto, quien ha participado tanto como asesora y evaluadora externa como desde su rol dentro de la empresa.
Agenor Mantenimientos ha liderado dos grandes procedimientos PEAC: uno abierto, donde participaron técnicos de diversas empresas, y otro específico para su plantilla, gestionado directamente con la Agencia de las Cualificaciones Profesionales de Aragón. En total, más de 100 profesionales han sido certificados. Esto ha tenido un impacto directo en la capacidad de la empresa para competir en licitaciones, además de reforzar el perfil profesional de sus empleados. “Fue una oportunidad para dar un paso al frente como empresa, pero también para evitar dejar atrás a profesionales valiosos que, por falta de titulación formal, podían quedar fuera del sistema”, comenta.
Un modelo a seguir en otros sectores
Aunque el caso de Agenor Mantenimientos se centra en la electromedicina, Soto considera que el PEAC debería extenderse a otros sectores donde la experiencia pesa tanto como la formación reglada. “Es una forma de justicia profesional. Gente con 15 o 20 años de experiencia puede acreditar lo que sabe sin necesidad de volver al aula, y al mismo tiempo se adapta a las exigencias legales y de mercado”.
Además, valora positivamente la evolución reciente del PEAC, que en algunas comunidades como Aragón permite solicitar el procedimiento de manera continua, sin esperar a convocatorias específicas. “Esto es clave. No puedes permitirte esperar meses si una licitación te exige una titulación concreta. Ahora puedes iniciar el proceso cuando lo necesitas”, matiza.
La experiencia de Agenor Mantenimientos demuestra que la acreditación de competencias no solo beneficia al trabajador, sino que también refuerza la posición competitiva de las empresas en sectores tecnificados y regulados. En tiempos donde la agilidad, la adaptación y la cualificación son clave, el PEAC se consolida como una herramienta transformadora, capaz de conectar la experiencia laboral con el reconocimiento oficial. Como concluye Eva Soto: “El PEAC permite que las empresas avancen sin dejar a nadie atrás”.
En un contexto empresarial cada vez más exigente, donde la cualificación oficial se convierte en un requisito imprescindible para acceder a licitaciones públicas, el Procedimiento de Acreditación de Competencias (PEAC) emerge como una herramienta estratégica. Agenor Mantenimientos, empresa referente a nivel nacional en el mantenimiento y gestión de equipamiento médico e instalaciones sanitarias, ha sido pionera en integrar este procedimiento en su política de recursos humanos, certificando a más de un centenar de sus técnicos en los últimos años.
La experiencia desarrollada durante varios años por esta empresa -que apostó por la adecuada cualificación de sus profesionales como elemento diferenciador- la convirtió en un caso de éxito. Años en los que su personal participó en los PEAC de mantenimiento, instalación y gestión de los sistemas de electromedicina y sus instalaciones asociadas.
Eva Soto, Ingeniera de Telecomunicaciones, especializada en Electrónica, de AGENOR y asesora y evaluada del PEAC, lo explica con claridad: “Más que una ventaja, disponer de este Procedimiento de Acreditación de Competencias es una necesidad para las empresas. Hoy en día, en casi todos los pliegos de licitación pública, por ejemplo, se exige que el personal tenga una titulación oficial. Si no la tienen, simplemente te quedas fuera”.
Agenor Mantenimientos cuenta con 250 técnicos en plantilla, muchos de ellos con amplia experiencia en electromedicina, pero sin un título oficial que lo acredite. Esto se debe a que, hasta hace pocos años, no existía formación reglada específica en este ámbito. La aparición de certificados profesionales en niveles 2 y 3 —orientados a técnicos y responsables de proyecto, respectivamente— permitió a empresas como esta impulsar un proceso masivo de certificación profesional mediante el PEAC.
“Era un tema urgente. Muchos de nuestros técnicos llevaban años demostrando sus capacidades en el entorno hospitalario, pero sin titulación que lo avalara oficialmente. Antes no existía el Ciclo de Grado Superior de Electromedicina Clínica. El PEAC les ha permitido poner en valor su experiencia y adaptarse a los nuevos requerimientos del mercado”, subraya Soto.
Un procedimiento útil y transformador

El Procedimiento de Acreditación de Competencias no es una formación ni un examen, sino un proceso de evaluación individual basado en la experiencia laboral real. Los profesionales deben demostrar evidencias, mediante documentación y a través de entrevistas y otras pruebas, si es necesario, que dominan las competencias definidas para su perfil. Este reconocimiento, además de suponer un aval profesional, permite convalidar parte de los módulos de un ciclo de FP oficial, en caso de que el trabajador quiera continuar su formación. Junto a la certificación de competencias en electromedicina, en la actualidad, se imparte el Grado Superior de FP “Técnico Superior de Electromedicina Clínica”, en el IES Rio Gállego de la capital aragonesa.
El PEAC “es un procedimiento tremendamente útil. Reconoce lo que ya sabes hacer y te abre la puerta a seguir formándote sin empezar desde cero”, explica Soto, quien ha participado tanto como asesora y evaluadora externa como desde su rol dentro de la empresa.
Agenor Mantenimientos ha liderado dos grandes procedimientos PEAC: uno abierto, donde participaron técnicos de diversas empresas, y otro específico para su plantilla, gestionado directamente con la Agencia de las Cualificaciones Profesionales de Aragón. En total, más de 100 profesionales han sido certificados. Esto ha tenido un impacto directo en la capacidad de la empresa para competir en licitaciones, además de reforzar el perfil profesional de sus empleados. “Fue una oportunidad para dar un paso al frente como empresa, pero también para evitar dejar atrás a profesionales valiosos que, por falta de titulación formal, podían quedar fuera del sistema”, comenta.
Un modelo a seguir en otros sectores
Aunque el caso de Agenor Mantenimientos se centra en la electromedicina, Soto considera que el PEAC debería extenderse a otros sectores donde la experiencia pesa tanto como la formación reglada. “Es una forma de justicia profesional. Gente con 15 o 20 años de experiencia puede acreditar lo que sabe sin necesidad de volver al aula, y al mismo tiempo se adapta a las exigencias legales y de mercado”.
Además, valora positivamente la evolución reciente del PEAC, que en algunas comunidades como Aragón permite solicitar el procedimiento de manera continua, sin esperar a convocatorias específicas. “Esto es clave. No puedes permitirte esperar meses si una licitación te exige una titulación concreta. Ahora puedes iniciar el proceso cuando lo necesitas”, matiza.
La experiencia de Agenor Mantenimientos demuestra que la acreditación de competencias no solo beneficia al trabajador, sino que también refuerza la posición competitiva de las empresas en sectores tecnificados y regulados. En tiempos donde la agilidad, la adaptación y la cualificación son clave, el PEAC se consolida como una herramienta transformadora, capaz de conectar la experiencia laboral con el reconocimiento oficial. Como concluye Eva Soto: “El PEAC permite que las empresas avancen sin dejar a nadie atrás”.
Más información en: www.peacaragon.es


