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Antorchas y carraclas acompañan a Cristo al cementerio en Mirambel Antorchas y carraclas acompañan a Cristo al cementerio en Mirambel
La procesión del Entierro en Mirambel es muy vistosa porque está acompañada por antorchas

Antorchas y carraclas acompañan a Cristo al cementerio en Mirambel

Las enramadas el sábado por la noche o el Aleluya, otros de los actos singulares
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Cruz Aguilar

Mirambel vivirá su particular Semana Santa en la que la procesión del entierro, a ritmo de las matracas y carraclas que suenan desde la torre, y con la iluminación de las antorchas, será la protagonista.

El viernes por la noche los vecinos portarán a Jesucristo en el ataúd hasta el cementerio acompañados por la lu de las antorchas y con el sonido de las matracas y las carraclas, que como casa Semana Santa sonarán desde el campanario de la torre de la iglesia.

Esta es una de las dos procesiones tradicionales que tenía Mirambel, donde también se llevaba a cabo la procesión del Anuncio de la Muerte de Cristo.

Todos los participantes iban cubiertos con un velo negro y se hacía el anuncio en cada uno de los cinco portales de la localidad.

Participaba también una figura con una capa negra y una bandera, que era el encargado de leer el texto en cada uno de los portales. Esta procesión se perdió y, aunque se recuperó durante algunos años, ahora ya no se lleva a cabo desde hace unos cuantos años, según indicó la alcaldesa, Mari Carmen Soler.

Quintos

Otra actividad característica de Mirambel y que se repite generación tras generación es que, el sábado por la noche “los quintos cumplen con el Aleluya”, que es un cuadro pintado, cada año de forma diferente, que se coloca encima de la puerta de la iglesia parroquial.

Los quintos además le ponen la enramada, un ramo de hiedra en la puerta de la casa, a cada chica soltera.

Por último, en la procesión de Resurrección, que tiene lugar el domingo de Pascua, el estandarte de Jesucristo, que lo llevan los quintos, se encuentra con el de la Virgen María, que es negro en señal de luto y, después, se cambia al azul para simbolizar la resurrección.