Cuevas Labradas da una segunda oportunidad a San Juan Evangelista

Cuevas Labradas dio este sábado una segunda oportunidad a San Juan Evangelista con la celebración de las fiestas en su honor más de un siglo después de que dejaran de celebrarse. La iniciativa surgió del Ayuntamiento y se implicó con éxito la comisión de fiestas, según explicó su alcalde, Diego Ibáñez.

El tiempo acompañó y pese al frío no hubo los problemas de nieve e incomunicación que tenían para estas fechas hace más de un siglo, y que obligó a los vecinos de entonces a cambiar las fiestas en horno a San Juan Evangelista en diciembre por las de San Juan Bautista que tienen lugar con el buen tiempo en el mes de junio.

Este año es el primero que se han recuperado estas celebraciones, aunque para San Juan Bautista volverá a haber fiestas. El alcalde comentó que hubo “bastante aceptación” en los actos celebrados este sábado, y que volver a recuperar unas fiestas que en tiempos se hacían en el pueblo ha sido “muy gratificante”.

Ibáñez apuntó que una experiencia así solo es posible a través de la colaboración entre el Ayuntamiento y la comisión de fiestas. Explicó que la idea surgió tras “tantear al pueblo” si eran capaces de recuperar las fiestas patronales de sus antepasados, que tenían lugar en unas fechas marcadas por el frío y la nieve.

Era el 27 de diciembre cuando los vecinos de la localidad tenían sus fiestas en honor a San Juan Evangelista. Los más mayores del pueblo que superan los 90 años aseguran que ellos no las llegaron a vivir, por lo que estos festejos se han perdido ya en la memoria colectiva.

Para el alcalde, recuperar las celebraciones este año ha sido una “primera toma de contacto” para ver cómo respondía la gente y qué aceptación tenía. Al haber coincidido con las fechas navideñas ha habido una gran implicación vecinal.

En junio, otra vez

Eso no impedirá que en junio vuelvan a celebrar a San Juan Bautista, sin que eso suponga que otra vez recuerden a San Juan Evangelista en diciembre, en lo que el alcalde de Cuevas Labradas e impulsor de la iniciativa calificó de “segunda oportunidad”.

Con estas dobles celebraciones se abre un debate en el municipio sobre si pueden convivir ambas, una vez que se haya recuperado la de los antepasados gracias a la colaboración de la actual comisión de fiestas que quiso implicarse en la organización de los actos, con un programa que comenzó con un chupinazo poco antes del mediodía y de la celebración de la misa en honor a San Juan Evangelista antes del vermut ofrecido por la comisión.

Por la tarde hubo pasacalles con cabezudos y discomóvil rondante, un concurso de guiñote muy concurrido y un torneo de futbolín entre otras actividades. Ya entrada la noche se proyectó un vídeo sobre 100 años de historias y cerca de la medianoche no faltaron los fuegos artificiales, a los que siguieron concursos, música, la tradicional recena y alguna que otra sorpresa.

Cuenta la tradición que las fiestas dejaron de celebrarse en diciembre porque la nieve no acompañaba para que la gente pudiese salir a la calle y disfrutar. Por eso se pasaron al mes de junio para conmemorar a San Juan Bautista.

Ibáñez comentó que la leyenda cuenta también que en esas fechas, recién hecha la matanza y preparada la conserva, llegaban los “rasca tinajas” y se acababa pronto. Al pasarla a junio se aprovechó la celebración antes de la siega del grano.