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De las sequías de los 90  al frío de 2001, la estación de Torremocha cumple  40 años a pie de campo De las sequías de los 90  al frío de 2001, la estación de Torremocha cumple  40 años a pie de campo
Vicente Aupí, en la estación meteorológica que vuelca datos a la Aemet

De las sequías de los 90 al frío de 2001, la estación de Torremocha cumple 40 años a pie de campo

El periodista y divulgador Vicente Aupí está al frente de la recopilación de temperaturas y precipitaciones
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Cruz Aguilar

La estación meteorológica de Torremocha del Jiloca lleva 40 años captando todo lo que pasa en el entorno, desde las grandes tormentas hasta los fríos más intensos o la falta de agua de algunos periodos. Su responsable es el periodista y divulgador científico Vicente Aupí, un apasionado de la meteorología y la astronomía que decidió en 1985 comprar una estación con el instrumental oficial y varios telescopios. Ahora, 40 años después, su estación sigue enviando datos diarios y precisos a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la observación del cielo, para la que ha ido actualizando los telescopios, le ha dado regalos del tamaño de los cometas o, más recientemente, tan coloridos como las auroras boreales.

Mitos

Los 40 años de observación acreditan a Aupí para desterrar algunos mitos, como que nieva menos. Sí hay otras cuestiones, entre los que está el aumento de la temperatura, que ha constatado, sobre todo en las diurnas, porque “por la noche sigue helando igual”, concreta. Detalla que en estas cuatro décadas ha habido un aumento de temperatura media de entre 0,8 y 1ºC y recalca que la estación está “en pleno campo, por lo que no tiene el efecto isla urbana” que sí se produce en otros observatorios históricos enclavados en el corazón de grandes ciudades.

El cometa Hyakutake fotografiado desde la cúpula de observación de Torremocha del Jiloca. Vicente Aupí


Aupí detalla que aunque su especialidad no es el cambio climático, sí ha apreciado una subida de las temperaturas, aunque no ha constatado cambios significativos en cuanto al régimen de precipitaciones. “No es que nieve menos que antes, pero le cuesta más” y, salvo en episodios excepcionales, lo que deberían ser coposse queda simplemente en gotas de agua.

En las noches del invierno sigue helando y aunque sí puede haber un ascenso de temperatura, de 3 bajo cero a 5 bajo cero el aumento no es tan patente. Se nota más, apunta Aupí, en las temperaturas diurnas, “que han aumentado clarísimamente en la zona del Jiloca y de Teruel”, especifica. En el pasado, el mercurio no superaba en los clásicos días del invierno los 8ºC, mientras que ahora es muy fácil no sólo llegar a los 10, sino incluso hasta los 15 grados sobre cero.

En estas cuatro décadas de datos, los dos años más cálidos han sido 2022 y 2024 y el divulgador científico indica que para llegar a esa conclusión se toma la temperatura media anual “que atestigua que en este último decenio ha habido un cambio en el régimen térmico generalizado en España”, dice.

Julio del 94, el más cálido

Sin embargo, aunque la media anual más calurosa corresponde a estos ejercicios, el mes con las temperaturas elevadas más altas fue julio de 1994, en el que el termómetro estuvo prácticamente todos los días por encima de los 35ºC y, pese a que en la memoria colectiva figura este verano de 2025 como muy cálido, esos episodios tan prolongados y extremos no se alcanzaron.

El mes más frío de la serie fue diciembre de 2001, un periodo excepcional en gran parte de España y, en Teruel, “desde Nochebuena a Nochevieja heló, no se superaron los 0ºC a cualquier hora del día, mientras las mínimas se desplomaban hasta los 20 bajo cero”, especifica Aupí. El divulgador, que es un gran experto también en la guerra civil española, recuerda que ese mes de comienzos del siglo XX ofreció un escenario parecido al de la primera semana del año 1938, durante la batalla de Teruel, hito que se repitió más recientemente, durante la borrasca Filomena, en enero de 2021.

Teruel es lugar de tormentas y el mismo día que la inundación del camping de Biescas causó la muerte de 87 personas, en el Jiloca se inundaron muchas zonas: “Fue un agosto muy tormentoso, se superaron los 100 litros por metro cuadrado”, recuerda el periodista y observador meteorológico, quien concreta que, en fechas más recientes, también el verano de 2002 estuvo caracterizado por las fuertes tormentas.Aupí hace balance del régimen de sequías y apunta a que aunque está claro el cambio climático en lo que respecta a la temperatura, los especialistas coinciden en que no ha afectado al régimen de precipitaciones en cuanto al acumulado anual. De hecho, la mayor sequía registrada por su estación meteorológica fue la de mediados de los 90. Detalla que a lo largo de todo 1992 cayeron poco más de 200 litros, cuando lo normal en la zona es entre 350 y 400 litros.

Los motivos que le llevaron a montar el punto de observación en Torremocha del Jiloca es que consideró que la localidad “merecía una estación” como las que la Aemet tenía en la época. Colocó -primero en el terreno de su propia casa y luego en una parcela cedida por el Ayuntamiento- una garita meteorológica donde están alojados los termómetros de máximas y mínimas, el pluviómetro y el termohidrógrafo, que registra los cambios de temperatura y humedad. Las herramientas, homologadas por la Organización Meteorológica Mundial, son todavía hoy válidas para el registro de datos oficiales.

Los aparatos de observación astronómica también le han dado grandes alegrías, como las auroras boreales de este año y del pasado. De todas formas, indica que este fenómeno atmosférico no es exclusivo de la actualidad en los cielos turolenses puesto que ese “cielo incendiado que aterró al bando nacional y al republicano el 25 de enero de 1938 ya fue una aurora boreal”, dice, para añadir que también se dieron en otros periodos de intensa actividad solar, pero no había cámaras fotográficas o teléfonos móviles para inmortalizarlas.

El Halley desde Javalambre

Sin embargo, lo que más ha acaparado su atención en todo este tiempo ha sido la observación de los cometas. Para admirar y fotografiar el Halley, en marzo de 1986, se fue con un grupo de aficionados y expertos en astronomía hasta el alto de Javalambre, “porque el cometa estaba a ras de horizonte y, si no, no se veía” en zonas bajas. Indica que “más espectaculares” fueron los cometas Hyakutake (1996) y Hale-Bopp (1997), que sí fotografió desde Torremocha del Jiloca.
 

Aupí, (tercero por la derecha) en marzo de 1986 en el pico de Javalambre, desde donde observó el Halley con amigos


Vicente Aupí celebró junto a un grupo de amigos, apasionados como él de la meteorología, los 40 años de su estación. Lo hizo con la mirada puesta en seguir acumulando datos y episodios que se queden grabados en la retina de expertos y ciudadanos de a pie, como el inminente eclipse total que se verá el 12 de agosto de 2026.

V Jornadas sobre Clima y Polos del Frío

Daroca acogerá, del 12 al 14 de diciembre, la quinta edición de las Jornadas sobre Clima y Polos del Frío, un encuentro que se celebra desde el año 2014 y que se ha erigido en uno de los foros de referencia para el análisis y debate entre profesionales y aficionados a la meteorología. El programa cuenta con un plantel de ponentes que analizará los grandes hitos meteorológicos de la historia reciente, así como el creciente interés popular por las zonas de clima extremo, en el que tanto la red oficial de observatorios de Aemet como las estaciones puestas en marcha por aficionados han permitido el conocimiento de microclimas de gran interés científico, de los que antes no se disponía de datos.

Aupí, (tercero por la derecha) en marzo de 1986 en el pico de Javalambre, desde donde observó el Halley con amigos

Los ponentes que participan en esta quinta edición son Laura Monteagudo, jefa de Sistemas Básicos de Aemet en Aragón, Navarra y La Rioja; José Miguel Viñas, consultor de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y meteorólogo de Meteored; Jaime Lahoz, fundador y responsable de la red de estaciones meteorológicas en Montes Universales; Montserrat Busto, climatóloga del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC); Yolanda Jiménez, jefa del Observatorio de Daroca, y Vicente Aupí, coordinador de las jornadas y responsable del Observatorio de Torremocha del Jiloca. Sus charlas tendrán lugar el sábado 13 de diciembre en la Casa de Cultura de Daroca (calle Mayor, nº 36) y son abiertas y gratuitas.

Visitas guiadas

El sábado 13 de diciembre, a las 9,30 horas, el alcalde de la población anfitriona, Miguel García Cortés, y el delegado de Aemet en Aragón, Arcadio Blasco, darán unas palabras de bienvenida a ponentes y asistentes en la Casa de Cultura.

El programa incluye, para el domingo 14 de diciembre, dos visitas guiadas de gran interés. La primera de ellas se realizará al observatorio oficial de Aemet en Daroca, instalación histórica emplazada en la propia muralla de la población, que inició sus registros en 1909 y que forma parte del grupo de estaciones centenarias españolas que han sido reconocidas por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Posteriormente, por gentileza del consistorio y la Oficina de Turismo, se realizará una visita guiada por los lugares con mayor atractivo histórico y monumental de Daroca.

Patrocinan y colaboran en el encuentro Aemet, el Ayuntamiento de Daroca, el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC) y la empresa Darrera.

Aunque la asistencia es abierta y gratuita, para algunas actividades es necesario inscribirse por cuestiones de aforo

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