Síguenos
Dos Torres de Mercader habilita una ruta por las trincheras de la guerra civil Dos Torres de Mercader habilita una ruta por las trincheras de la guerra civil
Algunas de las piezas recopiladas. Asociación Amigos de Dos Torres

Dos Torres de Mercader habilita una ruta por las trincheras de la guerra civil

Se han recopilado objetos bélicos y cotidianos del conflicto y se pretende montar una exposición
banner click 244 banner 244
banner click 236 banner 236
Cruz Aguilar

La Asociación Cultural Amigos de Dos Torres de Mercader ha habilitado una ruta que permite recorrer algunas de las trincheras que se construyeron durante la guerra civil en las inmediaciones de la población. Llevan ya varios años trabajando el tema de la recuperación de la memoria y buscan completar este camino senderista con una exposición con objetos utilizados durante el conflicto bélico que podría realizarse este verano.

En total plantean un recorrido de unos 13 kilómetros que parte y regresa a Dos Torres, que es un barrio pedáneo de Castellote. De forma voluntaria, los miembros de la asociación han limpiado y quitado la maleza del interior de las trincheras, eso sí, sin tocar ninguna piedra, comenta Ernesto Espada, que es uno de los integrantes de la Asociación Amigos de Dos Torres. El camino, que se ha acondicionado, llega hasta la zona de las trincheras, donde es posible ver toda la población, y después va por la muela de Santolea, desde la que se aprecia una panorámica diferente del embalse de Santolea. 

El acondicionamiento de los restos de la guerra se enmarca en el interés de la agrupación por “llevar a cabo iniciativas que hagan atractivo el pueblo”, comenta Ernesto Espada.

Las trincheras que han recuperado corresponden a las construidas por el bando nacional y están “hechas de casualidad porque aquí no hubo frente”, aclaran desde la asociación. Ernesto Espada matiza que el interés era “cortar la comunicación entre Barcelona y Valencia, donde intentaban llegar a través de Vinaroz, pero como encontraron una gran resistencia en la zona de Alcañiz, lo que hicieron fue dar la vuelta por el Maestrazgo, por Molinos, Ejulve, Aliaga para llegar a Alcalá de la Selva, zona en la que se juntaron con el frente de Teruel”, detalla. 

Las trincheras sobre las que han actuado los voluntarios de la agrupación están hechas todas de piedra seca lo que muestra, según las investigaciones históricas sobre el tema, que eran temporales. Además de trincheras de formas redondeadas también hay parapetos, alguno de ellos de hasta 50 metros de longitud. El gran número de resguardos que hay responde a que su construcción era la forma de mantener entretenidos a los soldados y, sobre todo, que no pensaran demasiado, cuando no había que luchar. 

Todavía quedan por recuperar las trincheras que se ubican en el bando republicano, en la otra zona del valle aunque en este caso están en un paraje de tierra y visualmente resultan menos llamativas.

Sembrar patatas de noche

No hubo una batalla como tal en Dos Torres pero sí hay partes de guerra que detallan lo que ocurrió allí y también está la memoria de los vecinos, puesto que algunos de ellos aún recuerdan que las patatas del año 38 se sembraron de noche “porque había que plantarlas y estaban vigilados por ambos bandos”. Pese a que los soldados de un bando y otro bajaban a Dos Torres a pedir comida, no se produjeron enfrentamientos ni siquiera el día que coincidieron en la población, explica Espada recordando lo que tantas veces escuchó a sus mayores.

Ahora con todos esos recuerdos y sobre todo con los materiales que se usaron durante la guerra civil y aún se conservan en muchas casas quieren montar una exposición. La idea era abrirla ya el verano pasado, pero no se realizó a causa de la pandemia. 

300 piezas documentadas

En total han recopilado unos 300 objetos entre los que hay piezas de todo tipo, desde las mantas que se dejaron los soldados cuando se fueron a algunos artefactos explosivos o los cubiertos y escudillas con los que comían las sardinas que salían de unas latas que también se han localizado y se mostrarán en vitrinas. “Por las casas siempre ha habido restos porque en la posguerra se buscaba material para venderlo”, detalla Espada, quien añade que cada pieza se está documentando para saber qué modelo es, para qué servía qué ejército la usaba,  o quién la ha donado. 

Para albergar la muestra se ha acondicionado una sala en lo que antaño fueron las antiguas escuelas y desde la asociación explican que cuentan con el apoyo de la Comarca del Maestrazgo para llevarla a cabo.