El adelanto en la germinación del cereal en el Jiloca reduce el alimento y, con él, la llegada de grullas a Gallocanta
En diciembre hubo un 44% menos de aves y solo en los recuentos de noviembre se notó un incremento
El censo de grullas realizado en el entorno de la Laguna de Gallocanta a través de la Red Natural de Aragón, que depende del Gobierno de Aragón, muestra que este año hay menos ejemplares de estas aves migratorias en la provincia de Teruel, principalmente a lo largo del mes de diciembre. Las causas son múltiples, pero principalmente están vinculadas a las elevadas temperaturas de este invierno, que han adelantado la germinación del cereal y, con ella, reducido el alimento para esta especie migratoria, que se alimenta de los granos de la siembra.
El descenso en el número se notó ya en los primeros recuentos, realizados a finales de octubre, cuando había solo una tercera parte de las aves que se registraron el pasado año, 3.464 contabilizadas frente a las 9.588 de 2021. Sin embargo, en los dos últimos cálculos del mes de noviembre hubo un importante incremento de aves con respecto al mismo periodo del año anterior. Así, en el balance realizado el 17 de noviembre de 2022 se avistaron 39.869 pájaros frente a los 19.132 anotados el día 18 de ese mismo mes de 2021. En el siguiente censo, el de 24 de noviembre, contabilizaron 32.003, aunque esta cifra no se puede comparar con la del año anterior puesto que el 25 de noviembre de 2022 las inclemencias meteorológicas impidieron la realización del censo.
Sin embargo, a lo largo del mes de diciembre las cifras han estado por debajo en todos los conteos realizados. En el conjunto de los censos realizados en el último mes del año 2021 se avistaron 131.518 aves de la especie Grus grus, mientras que a lo largo de diciembre de 2022 solo se contaron 73.456 grullas, lo que supone un descenso del 44%.
Los factores que influyen
Desde la Red Natural de Aragón explican que la cifra es más reducida, si se compara con años recientes, debido a varios factores. Uno de ellos es la disponibilidad de alimento. “Este año el cereal sembrado en otoño ha germinado con rapidez por las condiciones meteorológicas, con temperaturas suaves y humedad. Por otro lado, la superficie de rastrojos se va reduciendo a lo largo del otoño-invierno, y a estas alturas están muy agotados”, detallan.
Otra de las causas es la movilidad de las grullas desde el Jiloca a otras zonas cercanas de invernada, como la Laguna del Cañizar, entre Villarquemado y Cella, y a otros humedades próximos de Castilla La Mancha o más alejados en la propia Comunidad Autónoma de Aragón. En el caso del Cañizar, en los últimos años se ha notado un incremento de ejemplares principalmente en los meses de invernada, en lo que en ocasiones hay casi tantos ejemplares como en Gallocanta.
Los especialistas de la Red Natural de Aragón recuerdan que las zonas de invernada francesas están registrando este año cifras récord, con más de 50.000 ejemplares contabilizados en los censos. No obstante detallan que “la influencia de cada uno de estos factores es difícilmente valorable”.
En el mes de enero aún no se ha realizado ningún cálculo, según los datos facilitados por el Gobierno de Aragón, y los datos correspondientes al pasado 2022 muestran que el primer mes del año es en el que menos aves migratorias se contabilizan, ya que solo se encuentran en el Jiloca las que pasan el inverno allí. El año pasado en los tres censos realizados en el mes de enero –los días 13, 20 y 27–, se anotaron poco más de 35.000 aves, mientras que las cifras más elevadas se registraron a lo largo del mes de diciembre, con un pico máximo de 111.000 grullas el 17 de febrero, una cifra que no se alcanzaba desde hacía una década.
Las altas temperaturas afectan en el descenso de alimento puesto que, el invierno suave de la zona del jiloca y Gallocanta, ha propiciado que las siembras germinen y ya no puedan ser aprovechados por las aves.
Gallocanta lleva muchos años acogiendo un contingente de grullas invernante, muy variable según los años, pero importante. Las cifras record se obtuvieron en la temporada 2013-2014 con hasta 51.000 grullas en enero. Este dato fue excepcional y estuvo relacionado con el efecto de varias tormentas de pedrisco durante el verano que dejaron gran cantidad de semilla en el suelo que les sirvió de alimento.
Sin embargo, desde la Red Natural de Aragón recalcan que las cifras de este año, con no ser muy elevadas, sitúan a Gallocanta entre las zonas de invernada más importantes de la península Ibérica, y supone el 10% del total censado en España en diciembre de 2022.
Cocretan que las cifras de grullas oscilan ampliamente a lo largo de la temporada de presencia de la especie, que se prolonga de octubre a marzo, y detallan que en los últimos años las cifras absolutas más elevadas se producen en el paso prenupcial, concretamente en el mes de febrero. Por otro lado, los picos migratorios de otoño son más reducidos, particularmente por la retención de grandes contingentes de grullas en las zonas de paso e invernada de Francia.
Más de 7.000 personas visitaron el centro de Bello
Algo más de 7.000 personas visitaron a lo largo del año 2022 el Centro de Interpretación de la Laguna de Gallocanta, situado en la carretera que comunica Bello con Tornos. El espacio abrirá de nuevo sus puertas este sábado 14 de enero para reanudar su actividad y, previsiblemente, retomará las rutas guiadas por el espacio protegido Laguna de Gallocanta el fin de semana del 28 y 29 de enero.
Los meses en los que más visitas se registraron fueron los de febrero, con un total de 2.057, y noviembre, con casi 1.300 personas atendidas. Se trata de los momentos en los que más grullas hay en el entorno de la laguna.
