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El analfabetismo fue una gran preocupación en Sarrión en el siglo XIX y principios del XX El analfabetismo fue una gran preocupación en Sarrión en el siglo XIX y principios del XX
Pilar Maicas, la investigadora autora del trabajo sobre la historia de la escuela de Sarrión

El analfabetismo fue una gran preocupación en Sarrión en el siglo XIX y principios del XX

Pilar Maicas es la autora de un trabajo sobre la historia de la escuela de la localidad
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Sarrión presentaba preocupantes índices de analfabetismo durante el siglo XIX y principios del XX, con más de la mitad de la población que no sabía leer ni escribir, una problemática con más incidencia entre las mujeres. En el siglo actual, la localidad ha experimentado una evolución positiva en su número de alumnos, en buena parte por la inmigración ya que el 53 % de sus estudiantes son ahora extranjeros.

Estas son algunas de las conclusiones del trabajo fin de máster La escuela rural de Sarrión. Historia local y evolución territorial, realizado en el curso 2022-2023 por Pilar Maicas Lizandra  para completar su máster en Educación en Territorios Rurales de la Universidad de Barcelona, una investigación que fue tutorizada por los doctores Pilar Abós Olivares y Juan Lorenzo Lacruz (profesores de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel).

Pilar Maicas comentó que en este trabajo ha podido reunir sus dos pasiones: su pueblo, Sarrión, y la investigación educativa. Ha llevado a cabo un análisis documental de la escuela de este municipio desde 1860 hasta la actualidad. Ha recopilado la información de las estadísticas oficiales, de informaciones de la Administración y de la prensa histórica (incluido DIARIO DE TERUEL), documentándose en el Archivo Histórico de Teruel y en diferentes hemerotecas virtuales y presenciales. La autora de esta investigación indicó que ha sido complejo desarrollar el trabajo porque faltaba documentación que se perdió cuando se construyó el nuevo colegio.

El TFM contextualiza la evolución de la escuela de Sarrión en la normativa española y en la situación de la propia provincia de Teruel, incluyendo aspectos como los Criets y los CRAs.

Analfabetismo

Según el estudio de Pilar Maicas, Sarrión ya tenía en el año 1800 maestro de primeras letras y, más adelante, en aplicación de la conocida como Ley Moyano que obligaba a los pueblos de más de 2.000 habitantes a tener escuelas elementales de niños y de niñas, en 1864, ya contaba con estos dos centros y fue el único pueblo de la provincia que cumplió con esta orden.

A pesar de ese esfuerzo, en 1860 esta localidad tenía un 80% de analfabetos y a principios del siglo XX aún suponían el 55 % de la población.

La investigadora explica que con esta realidad social, surgieron instituciones relacionadas con la educación no formal que buscaban mejorar la formación de los vecinos como el Centro Repúblicano, en 1919, y la Sociedad Recreativa La Sarrionense, en 1924.

El colegio de Sarrión tenía en el curso 1967-1968 un total de 120 alumnos. A partir del curso 1993-1994 se produjo un descenso continuado en la matrícula y en el curso 2000-2001 solo había 72 estudiantes (lo que supone un 40 % menos que a finales de los años 70). Sin embargo, desde los primeros años del siglo XXI, la evolución del alumnado ha sido positiva y el curso pasado el colegio de Sarrión formaba a 136 niños, un 89 % más que el año 2000.

La autora del TFM señaló que gran parte de este aumento de la matrícula se debe a la gran inmigración que existe en la localidad, principalmente de familias de origen marroquí. En el curso 2021-2022, el 53 % de los escolares eran extranjeros. La investigadora recalca que esta situación también se da en otras localidades de la provincia y que estos alumnos han contribuido a mantener muchas escuelas de los pueblos abiertas.

El incremento de la matrícula también ha puesto un aumento en el número de unidades escolares que se ha duplicado desde que comenzó este siglo, pasando de cinco en 2002-2003 a once en 2021-2022. De igual forma se ha incrementado el número de docentes, de ocho al inicio del siglo XXI a casi una veintena en el curso 2021-2022.

Otro de los aspectos más interesantes de este trabajo es que se han recopilado los datos de un gran número de maestros y maestras que pasaron por las aulas de Sarrión desde finales del siglo XIX. La información arranca en el año 1877 y se incluyen más de una treintena de docentes hasta 1935. “Forman parte de la historia testimonial y pedagógica de la escuela rural de Sarrión y su patrimonio”, resaltó Maicas que reconoció que le sorprendió haber podido encontrar tanta Información. También incidió en las precarias condiciones en las que realizaban su labor. Asimismo, puso el valor la figura de Vicenta Cuñat Valero, maestra de la agrupación escolar de Sarrión a la que le impusieron la insignia de Alfonso X el Sabio en 1964.

El municipio de Sarrión, durante estos últimos siglos, ha sido uno de los más grandes de la comarca y nunca ha pertenecido a un CRA, siendo un colegio incompleto hasta principios del siglo XXI, cuando pasó a ser un colegio completo.

La investigación también describe las diferentes ubicaciones que ha tenido el centro educativo que estuvieron en la calle Estudio en la Calcina, que más tarde sería la herrería de Bellido, hasta que en 1923 fueron trasladadas al Convento de los Mercedarios. La construcción de las nuevas escuelas se solicitó en 1933 y las obras finalizaron en 1935 y también explica el proyecto de un nuevo edificio en 1983. Se construyó en 1986 pero tres años después tenía muchos desperfectos.

“Me ha llamado la atención que la escuela rural era un reflejo de todo lo que estaba ocurriendo en la sociedad y en el pueblo se nota la falta de leyes y el abandono político, así como la preocupación que había entre los vecinos por el analfabetismo”, comentó la autora de este TFM.

Pilar Maicas aseguró que con este trabajo se ha enriquecido “tanto a nivel académico como a nivel personal”. La investigación le ha permitido asentar conocimientos teóricos dados en las diferentes asignaturas del máster y, sobre todo, le ha introducido en la investigación histórica, “un mundo apasionante, pero, a su vez, complejo”, comentó.

Asimismo, la joven investigadora turolense resaltó la necesidad de que haya políticas públicas que tengan en cuenta a la escuela rural, sobre todo en aquellos pequeños pueblos que luchan cada año para que no les cierren su escuela.