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El Campus de Teruel y el CRA Maestrazgo-Gúdar trabajan juntos en el medio natural El Campus de Teruel y el CRA Maestrazgo-Gúdar trabajan juntos en el medio natural
Algunos de los alumnos del CRA Maestrazgo-Gúdar con los profesores de la Universidad en su salida por el entorno de Mosqueruela

El Campus de Teruel y el CRA Maestrazgo-Gúdar trabajan juntos en el medio natural

Un TFG de Magisterio lleva a los niños a descubrir su lado más aventurero en Mosqueruela
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Los alumnos de cuarto y sexto de Primaria y primero y segundo de la ESO del CRA Maestrazgo-Gúdar, pudieron trabajar conjuntamente en una serie de actividades en plena naturaleza para terminar el curso. La propuesta se planteó desde la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, como resultado del Trabajo de Fin de Grado de uno de los alumnos del Campus de Teruel del grado de Magisterio, Jorge Lozano, que junto a su tutor, Néstor Belvis, presentaron una programación al equipo de dirección de este centro educativo, que accedió a participar en dicha propuesta.

El proyecto consistía en la realización de una convivencia de pernoctación con tiendas de campaña en el área recreativa de Las Truchas, en la localidad de Mosqueruela. Para ello se tuvo la colaboración del Ayuntamiento de Mosqueruela, que facilitó las instalaciones en las que se realizó la actividad y el Grupo Alpino Javalambre de Teruel, gracias a él se contó con material suficiente para poder llevar a cabo todas las situaciones que se habían planteado. 

Los alumnos del CRA Maestrazgo-Gúdar pudieron participar en diversas actividades.

Disfrutaron de la bicicleta de montaña. La propuesta comenzó con una ITB (Inspección Técnica de Bicicletas), similar a la que se llevó a cabo en la ciudad de Teruel el  pasado mayo. Gracias a ella, los estudiantes comprendieron la importancia que tiene el buen estado de las bicicletas antes de circular con ellas. Además de esto, se realizaron varios talleres de habilidades y de educación vial, que les permitió mejorar sus destrezas y sus conocimientos aplicados a la vida diaria. Tras esto, debidamente equipados y montando en sus bicicletas, los chicos se desplazaron hasta la zona conocida como Barranco de las Truchas.

Los alumnos también aprendieron las claves del montaje y desmontaje de tiendas de campaña. Los chicos formaron grupos de tres personas y procedieron a montar y desmontar autónomamente sus estancias para pasar la noche (prestadas por el Grupo Alpino Gúdar-Javalambre), siempre bajo la supervisión de los profesores.

También practicaron senderismo, con una salida por uno de los senderos anexos a la zona de acampada. Esta actividad fue dinamizada a través de un rally fotográfico, consiguiendo de esta forma que los alumnos prestaran atención durante la totalidad del recorrido y apreciaran el paisaje que les acompañó durante todo el trayecto. 

De vuelta en la zona de acampada, se montó una slackline (cuerda tensa) entre dos árboles. En este momento se llevó a cabo una dinámica de trabajo cooperativo en la que uno de los miembros cruzaba este “puente”, el otro permanecía a su lado ejerciendo de ayuda, para apoyar a su compañero en caso de que este se desequilibrara. 

La Astronomía también formó parte de la cita en la naturaleza de los chicos de este CRA. La idoneidad de las condiciones atmosféricas por la noche permitió disfrutar de una noche estrellada. Se explicó la localización de algunas de las constelaciones más conocidas como la Osa Mayor o la Osa Menor. Además de identificarlas, se comprobó cómo los alumnos eran capaces de ubicar los puntos cardinales gracias a ellas y manifestaron su asombro al observar algunas estrellas fugaces que pasaron sobre ellos.

Además de estas actividades, se realizaron otras muchas en las que los escolares pudieron trabajar en gran grupo, poniendo en práctica sus habilidades sociales y conocimientos aprendidos a lo largo del curso. 

Más allá de las actividades, la convivencia transcurrió de forma óptima, no solo por las condiciones meteorológicas, sino también por el comportamiento y predisposición de los chicos que, pese a alguna llamada de atención, respondieron muy bien a los planteamientos propuestos. 

Cuando concluyó la programación y antes de entrar en las tiendas, se llevó a cabo una velada en la que las historias de miedo y los chistes se convirtieron en los protagonistas. En el momento en el que las carcajadas cesaron, cada grupo se dirigió a su tienda para descansar hasta la mañana siguiente, en la que desmontaron su campamento y recogieron todos los restos de su paso por la zona. 

Tras esto, los alumnos se convirtieron en evaluadores y analizaron tanto su labor durante la acampada, como la de los profesores que les acompañaron, pasando también por un análisis de las actividades. 

Finalmente, tras comprobar que las instalaciones se encontraban en perfectas condiciones, se procedió a la vuelta al centro, tal y como se realizó en la ida (es decir, ordenadamente, por parejas, en fila y respetando la distancia de seguridad que se estableció). Una vez allí, los alumnos se reunieron con el resto de compañeros del CRA para celebrar el final del curso escolar con un gran almuerzo.