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El castillo de Peracense acoge una nueva edición de sus Encuentros Medievales con amplio respaldo de público El castillo de Peracense acoge una nueva edición de sus Encuentros Medievales con amplio respaldo de público
Rafael Jambrina, de Fidelis Regi, hace una introducción a los visitantes del castillo. Bykofoto / Antonio García

El castillo de Peracense acoge una nueva edición de sus Encuentros Medievales con amplio respaldo de público

Las recreaciones son más brillantes gracias al entorno que proporciona la fortaleza
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El Encuentro Medieval en el castillo de Peracense, llega a su XIII edición y lo hace recreando unas escenas que bien podrían ocurrir en el interior de esta fortaleza hace 800 años. De nuevo, grupos de recreacionistas de toda España se han congregado en este encuentro, considerado por ellos entre los tres mejores del medievo, junto con Foces, en Huesca, y Argüeso, en Cantabria.
Fidelis Regi trata cada año de aportar un hilo conductor narrativo a este evento, que durante tres días reúne a recreacionistas de Zaragoza, Granada, Valencia, Madrid, Barcelona o Bilbao en el castillo, donde hacen vida de campamento, comen en bancos de madera y duermen en pabellones de tela, para demostrar que la arqueología experimental, aquella que permite reproducir utensilios cotidianos cómo si hubieran sido construidos en el siglo XIII, es posible.
Aquí cada uno tiene su cometido para optimizar recursos como debía pasar allá por el año 1219. Jesús y Rafael Jambrina se encargan de plantear una situación histórica que bien podría haber ocurrido 800 años antes. En esta ocasión, el pueblo que vivía en Peracense se revuelve contra el nuevo tenente, el señor de Luna, porque recién llegado a sus posesiones no participa en la romería a la Virgen de Peracense para rogar lluvias. Y es que una gran hambruna, producto de la sequía y la falta de comida, afecta al territorio y encima sus pobladores tienen que rendir cuentas al nuevo mandatario.
El señor de Luna vio ayer cómo sus súbditos se revelaron y cae apresado. Hoy tendrá que pedir perdón por sus exigencias.
“Cada año representamos unas escenas diferentes, que tienen que ver con lo que pudo haber ocurrido justo 800 años antes”, contó Jambrina. Y como 1219 fue un año tranquilo en la zona  han querido dar el protagonismo al pueblo. “El próximo año sí que reflejaremos un hecho histórico relevante porque en 1220 Diego de Lizama pidió asilo al Señor de Albarracín”, contó.
Las ideas no se acaban para ellos. La nueva campaña de excavaciones que se está haciendo en las proximidades del castillo va a permitir sacar a la luz nuevos hallazgos y a partir de ellos más historias que contar. “La nueva documentación pone de manifiesto que el castillo fue propiedad del Señor de Urrea”, apuntó.
Con Fidelis Regi otros grupos recreacionistas dan vida al castillo durante este fin de semana como Aliger Ferrum. Proceden de Valencia y desde los inicios de este encuentro acuden a Peracense. “Nos ocupamos de organizar la guardia”, cuenta Álvaro Nadal. Sobre unos puntos determinados se hace la vigilancia y por esos puestos pasan distintos participantes durante un tiempo determinado. Nadal considera que este castillo es “magnífico” para la divulgación. Como profesor de Historia asegura que este encuentro permite que el castillo sea “un museo en vivo”.
Su compañero en Aliger Ferrum, Carlos Fuertes, también profesor de historia en Valencia aunque con raíces turolenses, se encargaba de las guardias en una de las estancias del castillo que se había musealizado como si fuera una de las habitaciones de los caballeros que vivían en ella. “Como profesores nos gusta desmontar mitos”,  contó y despertar así el interés del público por cómo ocurrieron los hechos.
Entre los asistentes al castillo, ayer por la mañana, había muchas personas que están pasando  unos días en los pueblos próximos y fueron a conocer este enclave. “Venimos de Benidorm y estamos pasando unos días en Alustante”, contó Susana, que le pareció la visita al castillo muy interesante. De Denia venían Guillermo Mezquida con unos amigos en bicicleta. Querían conocer el castillo pero no sabían que había una recreación.