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El convenio para regar las trufas de Sarrión se firmará este viernes después de 15 años de trabajo El convenio para regar las trufas de Sarrión se firmará este viernes después de 15 años de trabajo
El interés que despierta el tema del regadío en Sarrión hizo que a la asamblea del pasado sábado día 18 asistieran prácticamente todos los regantes

El convenio para regar las trufas de Sarrión se firmará este viernes después de 15 años de trabajo

El consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, y el responsable de la Comunidad de Regantes, Manuel Doñate, lo suscribirán en Zaragoza
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Cruz Aguilar

El proyecto para construir un regadío social de Sarrión que garantice la producción de trufa comenzará a materializarse, por fin, a partir de este viernes. El consejero de Desarrollo Territorial, Joaquín Olona, y el presidente de la Comunidad de Regantes, Manuel Doñate, serán los encargados de firmar el acuerdo en Zaragoza. Será uno de los últimos actos públicos que realice el Gobierno de Aragón puesto que el sábado es la jornada de reflexión y el domingo 26 de mayo tienen lugar las elecciones autonómicas.

Se trata de un proyecto que supondrá una inversión de 15,3 millones de euros de los que 6,67 los aportará el Ejecutivo autónomo y los regantes costearán el resto, para lo que cuentan con crédito y avales por parte de la Caja Rural de Teruel. 

En total se irrigarán 618 hectáreas diseminadas en 929 fincas, principalmente ubicadas en el término municipal de Sarrión, aunque también hay algunas en La Puebla de Valverde, Manzanera y Albentosa. El suministro hídrico se obtendrá a través de tres pozos ya existentes y con capacidad para extraer un hectómetro cúbico, cifra que supera con creces los 0,6 hectómetros previstos en el proyecto.

El pasado día 18 la Comunidad de Regantes de Sarrión aprobó por unanimidad seguir adelante con el proyecto. En noviembre ya lo habían refrendado, pero volvieron a hacerlo porque la modificación del proyecto con ampliación de hectáreas que ellos planteaban para ahorrar costes por hectárea no ha sido posible, ya que requería empezar de cero con las tramitaciones al tener que realizar la evaluación de impacto ambiental. A la reunión asistieron los 157 socios de la Comunidad de Regantes que emitieron un total de 244 votos, todos ellos a favor. Hay más votos que socios puesto que se distribuyen en función de las hectáreas, aunque cada comunero cuenta con al menos un sufragio. 

El presidente de la agrupación, Manuel Doñate, se mostró muy contento por la inminente firma de un acuerdo que ha sufrido numeroso avatares a lo largo de la historia. Doñate es el presidente de los comuneros desde que se creó la asociación, que nació con el objetivo único de sacar adelante el proyecto de regadío social para las fincas truferas. 

La iniciativa lleva gestándose durante más de 15 años puesto que en el año 2003 ya se realizaron los primeros sondeos de investigación. Para técnicos y truficultores el camino ha sido arduo y en él ha habido dos evaluaciones de impacto ambiental por modificaciones en el proyecto. Ahora el recorrido no ha terminado puesto que los regantes quieren ampliar el número de hectáreas, hasta llegar al millar, con el fin de reducir el coste de irrigar cada una de ellas. 

Contar con regadío en las fincas con carrascas truferas es fundamental para garantizar la producción. En los últimos años los agricultores que no disponían de riego en sus parcelas apenas han recogido cosecha a consecuencia de la sequía. 

Modificación en el calendario

El Gobierno de Aragón había planteado ya un plan de ejecución presupuestaria que contemplaba iniciar las inversiones en el año 2018 con una partida de 89.532 euros, de los que 50.000 debían aportarlos los regantes. La cuantía prevista para este año 2019 ascendía a 3,44 millones de euros. El calendario de inversiones previsto se prolongaba hasta el año 2022, horizonte que se mantendrá aunque las partidas anuales se verán modificadas con respecto al primer acuerdo que el Gobierno de Aragón puso sobre la mesa. Lo que tampoco varía es la cuantía total, que se eleva a 15,3 millones. 

Los trabajos serán ejecutados por la empresa Tragsa, que ofrece todas las garantías por su solvencia y por ser la que se ha ocupado de la realización de los estudios sobre el terreno para el proyecto. Los trámites para las expropiaciones, necesarias para iniciar las obras, podrían comenzar de inmediato.