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El cultivo de la variedad de trufa ‘Tuber borchii’ hace más rentables los pinos piñoneros El cultivo de la variedad de trufa ‘Tuber borchii’ hace más rentables los pinos piñoneros
‘Tuber borchii’ recolectada en Ateca (Zaragoza), en una finca de Pinus pinea con micorriza de esta especie de trufa. Micofora

El cultivo de la variedad de trufa ‘Tuber borchii’ hace más rentables los pinos piñoneros

El primer hongo de micorriza, hallado en una finca de Ateca (Zaragoza)
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Cruz Aguilar

La primera Tuber borchii o bianchetto de cultivo se ha recolectado esta campaña en una plantación de pino piñonero (Pinus pinea) en Ateta (Zaragoza). Esta variedad de trufa es habitual prácticamente en toda la Península ibérica, aunque es la primera vez que se obtiene a través de un pino con micorriza. Este hito es de vital importancia porque supone incrementar la rentabilidad de los pinos piñoneros.

Se localizó en marzo -la campaña de la borchii se extiende entre enero y abril– y los propietarios de la finca, que tiene un objetivo comercial, solo encontraron un ejemplar. Los pinos llevaban siete años plantados y todavía no dan piñas, ya que para obtener estos frutos es necesario que pasen entre 15 y 18 años.

Muy preciada en Italia

No es la primera vez que se cultiva esta trufa en el mundo ya que en Nueva Zelanda llevan ya nueve años obteniendo estos hongos, muy preciados en Italia, donde se conoce como bianchetto, en referencia a su color blanquecino, y se cría tanto en pinos en el monte como en suelos arenosos.

En España esta trufa se recoge de forma silvestre y resulta un hongo competidor de la Tuber melanosporum, a la que en ocasiones ha reemplazado en las fincas de carrascas. Sus cualidades organolépticas no tienen nada que ver y su precio en el mercado es mucho más reducido.

El cultivo de la Tuber borchii abre un nuevo abanico de posibilidades según explica el investigador Marcos Morcillo, de la empresa catalana Micofora, puesto que permite obtener una doble producción, por un lado de los piñones que se obtienen de las piñas y por otro en el subsuelo con el hongo. De los pinos, a través de la venta de los piñones, se obtienen entre 2.000 y 3.000 kilos por hectárea, un dinero al que habría que sumar los recaudados con la venta de la trufa, cuya producción media aún se desconoce, pero que alcanza un precio en el mercado de entre 100 y 200 euros por kilo, en función del tamaño de las piezas.

La Tuber borchii se ha obtenido en una plantación de pinos de siete años y estos árboles todavía no dan piñones, cuya producción tiene lugar a partir de los 18 años.

En este sentido, Marcos Morcillo puntualizó que su empresa está realizando investigaciones a través de un convenio con Forestal Catalana para injertar en estos pinos ramas de clones de otros altamente productivos que no solo incrementan el número de piñas que salen, sino que también posibilitan que produzcan antes. Estos injertos se empezarán a comercializar a partir del año que viene y el investigador Marcos Morcillo anunció que marcarán un antes y un después en la producción de piñoneros. Si a eso se suma la micorrización, las plantaciones con estos árboles serán mucho más interesantes para los agricultores.