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El curso de Conservación Preventiva de la Fundación Santa María ‘ordena’ los almacenes de la Catedral de Albarracín El curso de Conservación Preventiva de la Fundación Santa María ‘ordena’ los almacenes de la Catedral de Albarracín
Algunos de los alumnos en los almacenes de la Catedral de Albarracín

El curso de Conservación Preventiva de la Fundación Santa María ‘ordena’ los almacenes de la Catedral de Albarracín

El alumnado elabora un plan de actuación para garantizar la correcta preservación de las piezas
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Cruz Aguilar

Los alumnos del Curso de Conservación Preventiva que se está desarrollando actualmente en la Fundación Santa María de Albarracín trabajan en la realización de un proyecto de conservación para todo lo almacenado en la sala capitular  de la Catedral de la ciudad y la antesala de la misma. 

La responsable de la actividad formativa, la restauradora y arquitecta Teresa Gil, especificó que han estudiado en detalle la sala capitular para evaluar las amenazas a las que queda expuesto el espacio y, por tanto, las obras que allí están guardadas. Además, los ocho alumnos participantes están llevando a cabo una evaluación del equipamiento para almacenaje existente de cara a hacer propuestas de mobiliario para cubrir las necesidades reales de los bienes.

Trabajo previo

Este trabajo se suma al que ya se llevó a cabo en los dos años anteriores, en los que se hizo un estudio de viabilidad de los diferentes espacios de la Catedral para ver si cubrían las necesidades de las obras que allí estaban depositadas. El año pasado se empezó a trabajar en los ámbitos de almacenaje de la sacristía y la antesala anexa, donde se reordenaron las cajoneras con indumentaria litúrgica y los armarios con orfebrería existentes. 

Gil comentó que se está “trabajando en el espacio, en el equipamiento y en la propia colección”, sobre la que actualmente se está haciendo una aproximación al inventario. Sin embargo, el proyecto no se terminará en el curso que ahora se está desarrollando. Del mismo saldrá un borrador “en el que habrá que seguir ahondando y profundizando”, señaló la docente. 

La formación impartida durante dos semanas no solo se ha centrado en el almacenaje de la sala capitular sino que se ha completado con otros aspectos, como la revisión del plan de conservación preventiva del Museo Diocesano. Allí se ha analizado tanto el valor de las piezas como las condiciones ambientales del espacio para evaluar en qué medida son óptimas o no para conservar las piezas que se exponen.

Tres cursos ‘in extremis’ por la falta de presupuestos

La Fundación Santa María de Albarracín ha ofertado este 2019 únicamente tres cursos de los siete que habitualmente incluye en el Ciclo de Restauración de Bienes Muebles. Ha sido imposible realizar más debido a la inexistencia de presupuestos en el Gobierno de Aragón, que es el que los financia. Hace unas semanas se aprobó en el Consejo de Gobierno un Decreto Ley que ha permitido organizar los cursos de Conservación Preventiva y  Restauración de Metales –que se están llevando a cabo actualmente– y el de Restauración de Documento, que se iniciará en breve. 

Se trata de acciones formativas para las que en años anteriores quedaba gente en lista de espera y que este año no han cubierto las plazas debido a la premura con la que se han convocado.