El Fin de Semana Medieval de Rubielos de Mora recupera el público de antes de la pandemia

El Fin de Semana Medieval de Rubielos de Mora ha recuperado la afluencia de público previa a la pandemia y el mercadillo de época se convierte en uno de los grandes atractivos para el visitante que puede encontrar gastronomía, artesanía y exhibiciones de oficios tradicionales.

El alcalde de esta localidad, Ángel Gracia, mostró su satisfacción por el éxito de participación en todos los actos organizados y aseguró que esta celebración es un referente. “Con 36 años de historia y con 34 ediciones vividas, éste es un acontecimiento en el calendario festivo de la provincia de Teruel totalmente consolidado y va más allá del contexto exclusivamente local de Rubielos de Mora, ya que tiene una repercusión en los pueblos más próximos”, aseguró.

El mercado medieval es un elemento fundamental para este particular viaje en el tiempo y la oferta es muy variada se pueden degustar diferentes productos o adquirir artículos de decoración o complementos y textiles.

Algunos de los comerciantes son ya asiduos a esta cita como Jesús Redón, de Miel Fuen del Cepo, de Albentosa, que ofrece todos los productos derivados de la apicultura como mieles, polen, propolio o velas y que aseguró que éste es un buen mercado porque hay bastante afluencia de público y que la miel es el producto estrella, aunque la sequía ha afectado mucho a la producción este año.

Primera vez

Otros expositores se sumaban este año por primera vez a la cita como Omar Elberkane, que lleva cuatro años viviendo en Mora, tras otros catorce en Fuentes de Rubielos, y se ha decidido este año a participar en el mercado de Rubielos con un puesto de dulces típicos marroquíes que elabora su madre. “Siempre me decían que las pastas de mi madre estaban muy ricas y he querido que la gente se pueda acercar a la cultura árabe que lo vean y lo experimenten”, explicó el joven.

También éste es el primer año en Rubielos para Sara Fuertes, de Peñíscola, si bien su puesto lleva décadas presente en la fiesta de Rubielos, pero hasta ahora eran sus suegros quienes visitaban la localidad turolense y ahora que ellos se han jubilado ella y su marido han tomado el relevo de su negocio de artesanía de palma y esparto y vendía ayer sombreros y bolsos y mostraba en directo cómo se hace la cestería.

También podían verse durante el recorrido otros oficios como el de herrero con una fragua o los bolillos.

Otros artesanos no hacían exhibiciones pero sí explicaban cómo elaboran sus artículos como Oliver de Los Oliveros, el negocio de artesanía de madera de olivo de la localidad de Chert en el Maestrazgo castellonense.

Madres Agustinas

Otro de los puestos que es parada obligada para los visitantes a Rubielos durante este fin de semana es el de las Madres Agustinas. Las monjas de clausura de esta localidad tienen permiso del obispo para participar en el mercado y recaudar así fondos para el mantenimiento de la congregación.

Aunque durante todo el año se pueden comprar los dulces artesanos en el propio convento, esta cita es una oportunidad de dar visibilidad a su labor, según destacaron sor Bernabé y sor María Ángel que reconocieron que viven testos días como una experiencia diferente porque el resto del año no salen a la calle.

Además de poder comprar todo tipo de productos elaborados artesanalmente: desde bolsas para el pan, a cuadernos grabados, bisutería o artículos de decoración, el mercado estuvo amenizado con música de la mano de Esfuriatronadas folk.