El pedrisco daña al menos quince coches, ventanas y canaleras en Valdelinares
Caen 19 litros en un cuarto de hora y piedras como "huevos de gallina"
Al menos una quincena de coches y un buen número de ventanas y claraboyas, además de canaleras y mobiliario de exterior resultaron dañados por la intensa tormenta de granizo de grandes dimensiones que el jueves por la tarde se cebó con el municipio de Valdelinares.
El pueblo más alto de España sufrió una intensa tormenta muy localizada que en torno a las 18:00 horas dejó cerca de 19 litros en apenas un cuarto de hora, la mayor parte de esa cantidad de agua en forma de hielo, con pelotas del tamaño de un huevo de gallina. “Eran piedras del tamaño de un huevo de gallina”, confirmó ayer la responsable de la oficia de Turismo, Teresa Lozano, que recordó cómo durante la tormenta y después de que paró la pedregada los habitantes de valdelinares se echaron a la calle para tratar de ayudar a los vecinos a los que el pedrisco había roto las ventanas o las lunas de los coches.
Se trató de una tormenta muy localizada y que cayó con poco aparato eléctrico.
Ningún vecino de Valdelinares se quedó sin suministro de agua o electricidad durante el episodio. “A dos kilómetros no cayó nada”, recordó Lozano, quien confirmó que tras la tormenta las calles quedaron cubiertas de un duro manto blanco. “No era como en invierno, pero sí que se quedó blanco”, recordó.
La tormenta se desplazó hacia los municipios de la comarca que lindan con el Maestrazgo dejando agua y granizo aunque en un formato menos destructivo que el registrado en Valdelinares.
Ayer, en el pueblo no se habló de otra cosa ya que fueron muchos los vecinos afectados de una u otra forma, además de por la cobertura que los medios de comunicación dieron al episodio.
