

El refugio del Hortalán, primera actuación en Teruel del colectivo Refugios Libres Dignos
El edificio, en el término municipal de Mora de Rubielos, ha recibido una importante actualizaciónEl refugio del Hortalán, en el término municipal de Mora de Rubielos, ha experimentado una profunda remodelación a cargo del colectivo Refugios Libres Dignos, convirtiéndose así en la primera de estas instalaciones en la que actúa este grupo de montañeros que se encarga de lavarle la cara a estos lugares de resguardo y pernocta, muy castigados por el uso y la falta de mantenimiento.
“Es el primero que hemos podido hacer en la provincia de Teruel”, celebró Pedro Molina, miembro del grupo, que recordó cómo se pusieron en contacto con el ayuntamiento de Mora de Rubielos y que en seguida alcanzaron un acuerdo. “Propusimos esta intervención al Ayuntamiento porque un seguidor de Instagram nos propuso la mejora de este refugio”, relató Molina. Dicho y hecho. Contactaron con el consistorio para explicarle en qué consiste el proyecto Refugios Libres Dignos, “y les gustó la propuesta y accedieron”, explicó el montañero, que recordó que el propio ayuntamiento costeó los gastos de material.
Aunque el refugio no estaba en muy malas condiciones, sí que ha agradecido la intervención de estos voluntarios que contaron, además, con la colaboración solidaria de una veintena de muchachos de la Fundación Down Zaragoza, que se desplazaron hasta la Sierra de Gúdar para pasar una jornada en el monte echando un mano en los trabajos. “Todos los refugios en los que actuamos se los dedicamos a asociaciones. Como tenemos tantos seguidores, aprovechamos el tirón para hablar de estas asociaciones y hacemos publicaciones (en redes sociales) contando su labor y así les damos más visibilidad”, dijo Pablo Molina. En esta ocasión, la asociación a la que se dedicó el arreglo del Hortalán fue a la Fundación Down Zaragoza. “Les comentamos lo que queríamos hacer y les encantó darles esa visibilidad”, continuó. De forma que como los chicos de la asociación suelen pasar por Teruel y hacen excusiones todos los fines de semana se pudieron cuadrar las fechas para que la salida del primer fin de semana de junio fuera para realizar esta actividad “y que pudieran estar con nosotros en el refugio”, dijo Molina, que explicó que la experiencia les “recordó nuestra época de cuando éramos monitores y los chavales disfrutaron un montón ayudándose en la misma reforma del refugio”.

Los activistas de los refugios de montaña explicaron que encontraron la casa del Hortalán en “buenas condiciones a nivel estructural”, aunque en cuanto a “limpieza y pintura” le hacía falta una intervención.
“Lo que hicimos fue limpiarlo, porque al final es nuestra casa, ya que dormimos allí las dos noches”, recordó Molina de la noche del viernes, cuando llegaron al punto de trabajo. El sábado fue el momento de pintar todo el refugio con un zócalo blanco hasta una altura de un metro. El buen estado del resto de la pared, con un enfoscado rugoso, original, estaba en buen estado y no precisó de su pintado.
“Luego hicimos el mobiliario”, dijo Molina, que explicó que las mesas y los bancos los llevaron preparados desde Zaragoza “para ganar tiempo”, solo a falta del montaje.
Se instaló un foco alimentado por energía solar que tiene, además, un enchufe USB para cargar dispositivos electrónicos. También se acondicionó una encimera para que los usuarios puedan cocinar. “La gente viene con su hornillo y así tiene donde apoyar la sartén o la cazuela”.
Las intervenciones de los voluntarios de Refugios Libres Dignos tienen todos elementos comunes, como el panel de experiencias en el que los usuarios pueden dejar notas prendidas de pincitas. Otros rincones habituales son la biblioteca, que se dota de abundante material bibliográfico para entretener las horas nocturnas o una guitarra.
El refugio ha quedado decorado con láminas en todas sus estancias, incluso en el dormitorio, donde el colectivo quiere construir literas en una segunda intervención más adelante. “Hacer una litera en esa estancia porque quedaría muy bien. Y así pues ya delimitar zonas para que en el salón no se duerma, se duerma en esa otra parte”, aseguró Pedro Molina.

El alcalde de Mora de Rubielos, Hugo Arquímedes Ríos, se mostró complacido por la labor que desempeña el proyecto Refugios Libres Dignos. Además del coste realmente bajo que tuvo la intervención, ya que este grupo solo pido a los ayuntamientos el precio de los materiales y ponen la mano de obra de forma altruista, Ríos celebró tanto el que se compartiera la experiencia con la Fundación Down Zaragoza como, sobre todo, el resultado de los trabajos. “El refugio ha quedado espectacular”, celebró el edil.
“Es un refugio al que va mucha gente”, recalcó Ríos, que destacó que “sirve en caso de tormenta, caso de tener cualquier problema en el monte está muy bien ubicado como para ser utilizado” por estar cerca de un camino de paso. Además, el alcalde recordó que en el término municipal existe otro refugio, en el camino de la Almedilla, rehabilitado recientemente y que así solo queda un tercero, el del Mas de Aragonés, pendiente de una puesta al día.