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Fitruf cierra una edición que ha contado “con mucha gente con ganas de llevarse trufa” Fitruf cierra una edición que ha contado “con mucha gente con ganas de llevarse trufa”
Una vitrina con Trufa Negra de Teruel. Bykofoto / Antonio García

Fitruf cierra una edición que ha contado “con mucha gente con ganas de llevarse trufa”

Los truficultores de Sarrión difunden la calidad excepcional de la ‘tuber melanosporum’
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La Feria Monográfica de la Trufa Negra de Sarrión (Fitruf) cerró este lunes sus puertas después de tres días intensos en los que, sobre todo el fin de semana, contó con una mayor afluencia de público, que tenía muchas ganas de comprar. Entre los expositores cundió la satisfacción, aunque algunos se cuestionaron sobre la necesidad de innovar, así como de atraer a más público extranjero, de cara a la próxima edición en la que celebrará su vigésimo quinto aniversario.

La gerente de la Asociación de Truficultores de Teruel (Atruter), Isabel Doñate Baselga, indicó que había ido mucha gente “y con ganas de llevarse producto”. Tanto en su expositor como en el taller del panel sensorial de cata, contaban con diferentes especies de trufa para que los asistentes aprendieran a diferenciarlas, tanto por su aspecto como por sus aromas.

“La Trufa Negra de Teruel es la tuber melanosporum y nos gusta darle el nombre científico para diferenciarla mejor. Existe una gran variedad de trufas, con diferentes precios, pero su calidad y sus cualidades organolépticas no son las mismas”, explicó el presidente de Atruter, Daniel Brito, a los asistentes al taller.

En este sentido, los productores aguardan la inclusión de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Trufa Negra de Teruel en la lista de la Unión Europea. “Sabemos que la trufa se está vendiendo por todo el mundo con otros nombres y es interesante que el valor añadido se quede en el territorio”, comentó Doñate.

En los últimos 25 años, el sector ha sufrido una enorme transformación: entonces, había agricultores que vendían trufa fresca mientras que ahora también hay empresas transformadoras, que realizan el lavado, la selección por categorías y la elaboración de productos trufados. Atruter cuenta con 10 de éstas asociadas, aunque existen más en la provincia, que podrían sumarse con la IGP.

También ha aumentado el trufiturismo, un turismo gastronómico y cultural. En este sentido, cada vez son más los restaurantes de la provincia que ofrecen platos con trufa. Pero también ha aumentado el interés de las personas por contar con este hongo en las celebraciones en casa, como antes ocurrió con el vino.

Trufas y productos trufados en un puesto de Fitruf. Bykofoto / A. G.


Isabel Doñate recordó que todas las trufas que se venden en la feria -en esta edición, a un precio de 1.200 euros el kilogramo- son examinadas cada mañana por el panel de cata para comprobar que cumplen con los estándares de calidad establecidos en el pliego de condiciones. “Tienen que tener un grado de coloración en su gleba, una maduración y una consistencia firme y no tienen que tener daños ni por heladas ni por parásitos”, enumeró. “Existen otro tipo de calidades en el exterior, pero dentro de la feria hay que cumplir unos parámetros y para eso hay un control que garantiza una calidad suprema”, sentenció.

El gerente de Di Mori Black Truffles, Javier Martí, se congratuló del trabajo realizado por el panel de cata para ofrecer “un producto homogéneo de primera calidad”. A tenor de lo visto, espera que la temporada sea muy buena y de que la consecución de la IGP sirva para apoyar el origen de la trufa.

Tanto Martí como Cristina Doñate, de Manjares de la Tierra, lamentaron el desconocimiento que todavía hay en torno a la trufa y echaron en falta la presencia de más público extranjero. Por otro lado, apreciaron en esta edición un mayor número de visitantes valencianos después de que el año pasado descendiera su presencia a causa de la dana.

Pilar Maícas y Marta Calvo, de la Asociación de Mujeres de Sarrión, también habían notado una mayor afluencia de público, sobre todo el fin de semana por las mañanas, lo que hizo que se agotaran las albóndigas y las nuevas carrilleras, aunque los huevos con patatas fritas y trufa sigue siendo su tapa estrella. Hasta el lunes al mediodía, habían vendido más de 5.000 platos de todas sus propuestas.

Resultados

En cuanto a los concursos de perros truferos, Jorge Pescador Gallego con Tara, Víctor Bernárdez con Thor y Héctor de Abril con Yuki fueron los tres primeros clasificados en el de adultos celebrado este lunes, mientras que Jorge Pescador Montenegro con Tara, Sara Martín con Diva y Simona Brito con Brenda lo fueron en el infantil del sábado. Las trufas empleadas fueron donadas por Àngels Cubells y Víctor Herranz, de la junta directiva de Atruter.

En el concurso gastronómico, la ganadora fue Nati Castillo con su lasaña de carne con trufa de Sarrión, seguida de Nagore Placencia con unos truferitos navideños con chocolate blanco y trufa y de Adrián y Lidia Núñez Doñate con su lasaña de pollo trufado. Disfrutarán de menús en La Casa de la Estación, La Trufa Negra y el Hotel Los Leones.

Por lo que respecta al Concurso de las trufas de más peso, el ganador fue Manuel Doñate Agustín con un ejemplar de 504 gramos y el segundo clasificado, Turbatruf con uno de 475.

Y en el de calidad, el podio fue para Elena Doñate Agustín seguida de Manuel Doñate Rozalén. La primera de estas trufas, de 67 gramos, fue adquirida en subasta por 800 euros por Turbatruf, mientras que la segunda, de 56 gramos, la compró por 700 euros Inotruf. Este dinero se destina a la junta local de la AECC.

Conservación

Los truficultores realizan una importante labor promotora durante Fitruf pero también pedagógica para que los profanos aprendan a sacar el mejor partido de la tuber melanosporum, la Trufa Negra de Teruel.

Desde Manjares de la Tierra, Cristina Doñate explicó que quienes hayan comprado trufa fresca en la feria con la intención de consumirla en las próximas fiestas navideñas deben congelarla dado que refrigerada en la nevera sólo conserva sus propiedades de aroma y sabor una semana. Y también si se guarda en aceite es conveniente su consumo en ese breve periodo de tiempo.

Para prolongar su conservación, además de congelarla, también puede guardarse en brandy. En este caso, hay que esperar unos seis meses para que el alcohol extraiga todos los matices del hongo y usarlo en múltiples recetas de cocina.

También existe la posibilidad de adquirir trufa fresca de Sarrión en el comercio electrónico aunque los pedidos deben hacerse con unos días de antelación para garantizar su presencia en la mesa de Navidad.

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