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Hemeroteca: La bestia de Almohaja, un lobo gris o azul que mataba ovejas a decenas Hemeroteca: La bestia de Almohaja, un lobo gris o azul que mataba ovejas a decenas
Información aparecida en 1993 en DIARIO DE TERUEL

Hemeroteca: La bestia de Almohaja, un lobo gris o azul que mataba ovejas a decenas

Batidas de cazadores intentaron dar muerte en 1993 al misterioso animal pero reapareció después
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El rastreo de la hemeroteca nos enseña que muchas veces hay noticias que tienen algo de vintage, porque los temas vuelven, décadas después, aunque cambie la forma de contarlos. Con la presencia de un ejemplar en Aragón confirmada por las autoridades, hace unos días el Ejecutivo aragonés explicaba que el ataque a ovejas atribuido al lobo en Sariñena corresponde en realidad a perros salvajes, por la forma de matar y de comportarse. La lógica de los expertos dice que, casi siempre, los ataques que se cuentan de lobos corresponden en realidad a perros salvajes, muy similares en la forma y en la manera de actuar, y mucho más numerosos en nuestro entorno que el mítico animal. Así que la bestia de Almohaja sobre la que leíamos hace 25 años en este periódico, bien pudo ser un perro salvaje, aunque los testimonios que aquellos días recogió este rotativo hablaban de lobo, azul o gris, e incluso de un cruce de zorro y perro.

La historia comenzó en verano, y tuvo un largo recorrido aquellos meses, desde el primer 4 de agosto hasta aquel otoño en el que la bestia reaparecía en otros pueblos como Bronchales y Huesa del Común.

Aquel día veraniego, la noticia aparecía en portada en un pequeño espacio junto a una foto de las farmacias turolenses en las que se pulsaba cómo se había recibido aquello del medicamentazo. La noticia ya aventuraba, en base a los testimonios, de qué animal se trataba: Un animal salvaje, que podría tratarse de un lobo, ha hecho cundir el miedo en la localidad turolense de Almohaja. En los últimos días la bestia ha degollado medio centenar de cabras y ovejas ante la incredulidad de los vecinos del municipio, que ahora han tenido que rendirse a la evidencia y admitir la presencia del animal salvaje después de que unos habitantes del pueblo lo vieran de noche el pasado fin de semana.

La bestia actuó pasadas las dos de la madrugada cuando el pastor se encontraba dormido, según relató ayer (por el 3 de agosto de 1993), el propietario del ganador, Francisco López. Cuando el pastor se percató de lo que podía estar sucediendo el animal ya se había dado a la fuga dejando tras de sí el rastro de las ovejas y cabras muertas.

El texto daba detalles de la actuación del supuesto lobo y recogía que varias personas habían visto al animal. “Se puso en lo alto de una piedra y no quiso bajar” explica el propietario del ganado, “y aunque no sabemos de qué animal se trata desde luego es salvaje porque va a degollar al ganado”. Otros vecinos de Almohaja que vieron al animal se muestran no obstante totalmente convencidos de que por su aspecto se trata de un lobo.

En los días siguientes citaron algún ataque y avistamiento más del animal, y el alcalde de Almohaja entonces, Tomás Simón, anunció la organización de batidas para dar caza al animal, y el periódico citaba ya como algunas fuentes, de ecologistas y sobre todo las oficiales del COMENA, se mostraban escépticos sobre que pudiera tratarse un lobo, al no existir poblaciones de estos animales en ninguna de las provincias limítrofes, y apuntaron como más probable que se trate de un perro salvaje, según las crónicas.

La historia daba cierto giro cuando el periódico se hacía eco del paréntesis en la caza de la bestia, lo que reflejaban en una portada del 8 de agosto en la que aparecía un vecino señalando el lugar donde el animal solía atacar y en la que leíamos al pie: Almohaja, menos lobos, ya que una semana después de los ataques casi nadie se preocupa ya de lo ocurrido, las fiestas patronales de la localidad, que comenzaron el jueves, centran este fin de semana la atención de los vecinos y forasteros. De la bestia, si vuelve a aparecer, ya se encargarán los hombres después del final de los festejos. Y en el interior, la información dedicada a este hecho se titulaba La bestia, para después de la fiesta y en el texto decía Almohaja al menos ha hecho méritos suficientes a pesar de su escasa actividad para salir en los medios de comunicación, aunque no haya sido para sacar la procesión dl jueves como lamenta Cándido.

En esta información publicada el 8 de agosto de aquel 1993, el periodista, que no firma la información, ofrece una crónica rica en detalles de cómo se vivía en el pueblo la repercusión en los medios de comunicación de estos ataques.

La crónica decía: El pasado jueves (5 de agosto) las calles de Almohaja se encontraban a primeras horas de la tarde vacías. Escasamente pobladas por algunos niños, se podía pensar que o bien sus habitantes estaban durmiendo la siesta o que los mismos permanecían atemorizados por la presencia de la bestia en los alrededores. La realidad era bien distinta. La mayor parte de los vecinos estaban en el Teleclub, centro neurálgico de la actividad del municipio durante este fin de semana. Las fiestas comenzaban aquel mismo día, y las partidas de guiñote se perfilaban como uno de los mayores atractivos. Decía el texto que solo un nuevo ataque podría arrancar a Almohaja de sus fiestas que se celebraban en septiembre pero se trasladaron a agosto para que hubiera más gente, como explicaba al periódico un vecino, Cándido. Este se quejaba también de que ningún medio de comunicación haya podido quedarse hasta las siete de la tarde para ver la procesión que va a la ermita que hay a las afueras del municipio, por el mismo camino rural que conduce al lugar donde apareció la bestia y degolló a las ovejas.

Pasadas las fiestas comenzaron las batidas, también con algún cazador de Pozondón donde también se había registrado un ataque. En la información del 12 de agosto se recogía el testimonio de José Berges Abad, uno de los cazadores que participó en la primera batida en la que llegaron a disparar al animal, que decía que se trataba de una “especie de cruce entre perro y zorra, y es más bien pequeño”.

La portada del 15 de agosto muestra a los cazadores preparados con sus escopetas: Todo aquel que tenía licencia de caza y tenencia de escopetas se echó ayer (el 14 de agosto) al monte en la comarca de Almohaja para matar al extraño animal a los que acompañaron una auténtica embajada de medios de comunicación. Todos tenían el mismo objetivo: cazar al lobo, zorro, perro asilvestrado o cruce de alguna d estas especies. Al final, no pasó nada.

La crónica de aquella jornada iba titulada la fiera no apareció y en el texto recogían cómo se desarrolló la batida, en medio de la expectación mediática que acompañaba al medio centenar de cazadores, a la que alguno culparon de que se escapara alguna pieza. “Por culpa del de la cámara se me ha escapado el gorrino”, llegaron a comentar con indignación ciertos cazadores, que por momentos s olvidaron de cuál era la presa que tenían que matar.

Y en aquella información se ponía de manifiesto la confusión que dejaban los testimonios de quienes decían haber visto al animal sobre cuál era su forma. Bajo el título ¿Es gris o acaso es azul?, en un apoyo el periodista explicaba: Hay quienes dicen que es gris frente a algunos que lo han visto y han llegado a asegurar que es azul pero también discrepaban sobre si era grande o pequeño, o si era lobo o perro asilvestrado. Citaba no obstante el periodista el testimonio de uno de los cazadores, Miguel Ángel Sánchez, biólogo y veterinario de profesión, que decía: Solo puede tratarse de un perro cimarrón asilvestrado o de un lobo descartando el cruce de perro y zorro.

En una tercera batida se incorporaron cazadores de Ródenas, el 19 de agosto, y tras un ataque a un ganado de Santa Eulalia. Esta batida contó con las críticas de los ecologistas de OTUS, porque decían que incumplían la Orden de Vedas del Gobierno de Aragón, porque carecían de permisos necesarios.

El tema perdió protagonismo en las páginas  hasta que el 12 de octubre de 1993 leíamos: El animal salvaje o jauría que ataca rebaños reaparece en Bronchales y días después citaban otro ataque en Huesa del Común donde aparecieron 24 ovejas muertas. Si fue perro o lobo, azul o gris, grande o pequeño, nunca se supo, y cada uno se quedará con lo que vio o creyó ver.