La Feria de Orihuela recuerda y valora la labor de los mulos como antigua herramienta de trabajo en el campo y la casa
El buen tiempo ayudará a que alrededor de dos mil personas visiten el certamen durante este fin de semanaHasta la llegada de los tractores, en los años 60 y 70, en cada casa de la Sierra de Albarracín había, al menos, uno o dos mulos. Ahora para ver uno hay que ir hasta Torres de Albarracín, donde están los únicos que se conservan. Sin embargo, este fin de semana en Orihuela del Tremedal, durante la vigésimo tercera edición de la Feria Ganadera y Artesanal, se les ha rendido un homenaje demostrando porqué eran fundamentales en todos los hogares. Servían para las labores del campo, como arar o trillar, pero también para llevar la leña con la que calentarse.
Alrededor de 60 ejemplares de este ganado equino fueron los encargados de inaugurar la feria y, justo después del corte de cinta, accedieron al recinto en comitiva, con sus dueños junto a ellos, a pie, al estilo de cómo debieron hacerlo en esa muestra ganadera que es el germen de la actual y que se celebró en Orihuela desde el año 1820 y que se perdió, al igual que los machos, con la llegada de la mecanización.
Fueron piezas clave en la economía doméstica, pero ahora su presencia es testimonial y sólo tienen machos unos pocos aficionados, puesto que su empleo a nivel agrario es meramente testimonial. Por eso los apasionados de este equino están encantados con la importancia que se le está dando en esta edición de la feria, donde se han hecho demostraciones tanto de tiro como de carga y se han realizado exhibiciones de esquilado y dibujo en pelo de estos animales.
Asistencia elevada
El alcalde de Orihuela, Rafael Samper, destacó la elevada asistencia que desde primera hora de la mañana del sábado tuvo la muestra, por la que se esperan que pasen a lo largo del fin de semana en torno a 2.000 personas. El regidor indicó que la cita congrega tanto a “románticos” del ganado y de las ferias como a familias con niños pequeños, que acuden atraídas por las numerosas actividades que a lo largo de todo el fin de semana hay programadas. Así, los paseos a caballo o en carro fueron una de las propuestas con más seguidores, aunque también la exposición de animales, sobre todo la de perros y la de gallinas, donde había ejemplares exóticos como las gallinas sedosas del Japón, resultaron muy atractivas para los pequeños.
El diputado delegado de Agricultura y Ganadería, Miguel Ángel Navarro, acompañó a Samper, que a su vez es el vicepresidente segundo de la DPT, en la inauguración de la feria y destacó que es un “punto importante de reunión” no sólo para la gente de la Sierra de Albarracín, ya que es la única de toda la comarca, sino de otras zonas de Teruel y provincias limítrofes. El responsable destacó la importancia de dinamizar la economía rural y de dar a conocer los oficios tradicionales entre los más pequeños.
A la inauguración de la feria asistieron diversos representantes institucionales, entre los que estaban, entre otros, el presidente de la Comarca, Inocencio Martínez; la diputada y concejala de Orihuela Rosa Sánchez, y el delegado territorial, Benito Ros, que fue el encargado de cortar la cinta junto con Rafael Samper.
Aunque algunos expositores indicaron que el número de visitantes desde primera hora de la mañana era mayor este año que en los anteriores, todos coincidieron en señalar que hay “menos alegría” en el gasto. “El año pasado veníamos de la pandemia, en la que estuvimos sin salir de caas y se notaba que la gente necesitaba gastar, pero este año la cosa ha cambiado, ya salimos más y han subido los precios de todo”, indicó Isabel, que acudió con su empresa Mundo Aragón, dedicada a la repostería.
Acompañó el sol, no el bolsillo
El incremento se ha producido a su vez en los productos que se comercializan en la feria, donde varios expositores reconocieron que algunos alimentos han duplicado su coste debido a la escasez de algunos, como el jamón o el aceite, y al incremento en las materias primas, como el azúcar. “La gente no compra porque no hay dinero, los que antes se gastaban dos euros en chucherías ahora pasan con uno”, comentó María Dolores Yela, propietaria del puesto ambulante de chucherías y frutos secos Loan. Lleva en torno a 15 años participando en la muestra de Orihuela, “una feria buena”, dijo, en la que ayer acompañó el tiempo, pero no el bolsillo de los visitantes.
Quien sí estaba contenta era Marisa, que acudió con su puesto de cuchillería desde Minglanilla, en Cuenca, y vendió numerosas navajas para ir a buscar setas, y eso que la temporada se está retrasando y sus compradores tardarán al menos unos cuantos días en estrenarlas.
José Luis López, de Casa Antiga, en el Rincón de Ademuz, se estrenó ayer en la Feria Ganadera y Artesanal de Orihuela con sus mermeladas artesanales de manzana esperiega. Es el ingrediente estrella de todas ellas, aunque ofrece múltiples variedades ya que a algunas les da un toque de vainilla, a otras de jengibre y las vende también sin azúcar para aquellos que no pueden consumirla o desean saborear la denominada “manzana helada del Rincón de Ademuz’ sin ningún tipo de añadido.