La Fundación Santa María concluye la restauración de la decoración de la ermita de Santa Lucía de Molinos
El tempo, termómetro del barroco en la provinciaLas ricas policromías de la ermita de Santa Lucía de Molinos han salido a la luz gracias a la restauración llevada a cabo en las bóvedas del crucero y la cabecera. Esta actuación se suma a la ya ejecutada anteriormente en la cúpula, que se había acometido en una fase anterior. Ambos trabajos han sido desarrollados por los técnicos de la Fundación Santa María de Albarracín.
La intervención permite medir cómo era el estilo barroco del siglo XVIII en Molinos y, por extensión, en la provincia de Teruel. Se trata de una decoración muy popular y colorista, similar a la que se puede apreciar en varias iglesias del territorio turolense.
La estructura de la ermita ya había sido rehabilitada con anterioridad, por lo que los trabajos de los técnicos se han centrado ahora en la recuperación de la decoración pictórica, que estaba en pésimo estado, según indicó Antonio Jiménez, gerente de la Fundación Santa María de Albarracín.
Las humedades habían dejado las pinturas en muy mal estado, estaban pulverulentas y en muchas zonas escamadas. Por eso las labores han consistido tanto en la consolidación de los restos existentes como en la reintegración de algunas zonas. Antonio Jiménez comentó que las restauradoras no han repintado salvo en algunas zonas donde se apreciaban los trazos debajo, aunque reconoció que sí ha habido “un gran trabajo de reintegración” para que la decoración tuviera sentido. “Ha sido un trabajo técnico y muy minucioso”, argumentaron.
La decoración es “muy popular y tremendamente colorista”. En ella se muestran plumas, vegetación y falsos marmolizados en las pilastras del presbiterio, que se han recuperado en esta última fase.
La primera fase de los trabajos tuvo un coste de unos 15.000 euros mientras que en esta segunda actuación la inversión se ha elevado a 19.400.
Los trabajos han sido desarrollados durante dos restauradoras del Centro de Restauración de Albarracín, que durante tres meses han estado viviendo en Molinos para poder realizar la intervención. Para poder trabajar en el templo, que no tiene luz, las técnicas se ayudaron de un generador de gasolina.
El alcalde y responsable de la Cofradía de Santa Lucía de Molinos, Javier Mateo, se mostró muy contento con el resultado final de la restauración. “Estaba medio desnuda y ahora queda preciosa porque es muy colorido”, comentó.
Aunque muchos vecinos ya se han acercado a conocer el resultado, la inauguración oficial de la restauración será el segundo domingo de agosto, cuando se celebra en Molinos la romería hasta Santa Lucía. En este sentido Javier Mateo comentó que la santa se baja hasta el pueblo el primer fin de semana de agosto mientras que el segundo domingo de ese mes son las mujeres las que la suben a hombros en romería. Ese día se celebra en la ermita una misa y, tras ella, tiene lugar un picoteo. El templo está a 4,5 kilómetros del pueblo y se encuentra en un enclave con gran interés paisajístico.
