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La provincia, referente en el modelo de truficultura debido a la profesionalización La provincia, referente en el modelo de truficultura debido a la profesionalización
En la imagen, varias fincas truferas en la provincia, que tiene en total más de 10.000 hectáreas dedicadas a este cultivo

La provincia, referente en el modelo de truficultura debido a la profesionalización

La rentabilidad llega a cuadruplicar el precio de los terrenos en la milla negra
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Cruz Aguilar

Una buena parte de las hectáreas plantadas con trufa en Teruel corresponden a fincas de una extensión reducida, algunas de apenas unos centenares de metros cuadrados, aunque también hay otras muy extensas y totalmente profesionalizadas. La investigadora responsable del proyecto Hidrotuber, María Martín matiza que, aunque hay muchas parcelas de pequeño tamaño, también hay cada vez más grandes. "Teruel se puede tomar como referente mundial en el modelo de truficultura porque ha apostado por la profesionalización", indica.

Las parcelas están cada vez más tecnificadas y cuentan con diversos recursos, el número de profesionales dedicados al sector crece y todo eso hace que la provincia destaque y no sólo en producción, en lo que está a la cabeza mundial, sino también en manejo. Así, las fincas están cada vez más tecnificadas, disponen de más recursos y entre los agricultores dedicados a este cultivo hay una elevada profesionalización: "Eso nos hace destacar a nivel internacional", concluye Martín.

La trufa no es el cultivo que más superficie ocupa de la provincia de Teruel, ni mucho menos, pero "si se tiene en cuenta la rentabilidad igual cambian las tornas y sí es uno de los más relevantes porque mientras que de una hectárea de cereal se sacan unos pocos cientos de euros, de la trufa se obtienen varios miles", especifica el ingeniero de montes Ricardo Forcadell, que ha sido el encargado de desarrollar el trabajo de campo. La productividad de una hectárea de trufa es muy variable y oscila entre los 0 y los 80 kilogramos.

La rentabilidad del cultivo ha incrementado el valor de las fincas en zonas truferas y en la milla negra de este hongo, principalmente Sarrión y su entorno los precios pueden superar los 20.000 euros por hectárea, cuando la media para el secano en la provincia está entre los 2.000 y os 3.000, apunta Forcadell.

Aunque en el informe no se especifica cuántas hectáreas son de secano y cuántas de regadío, la realidad es que la provincia de Teruel está también a la cabeza de superficie trufera con riego. Contar con agua es fundamental para quien quiere dedicarse profesionalmente al sector puesto que es un elemento vital para garantizar la producción.

En Sarrión ya está en funcionamiento, aunque todavía en pruebas, el regadío social, y hay otros municipios que han mostrado interés por la instalación sistemas hídricos, como Albentosa o, más recientemente, San Agustín.

El proyecto Hidrotuber, que atiende también aspectos del riego y tiene una inversión de 120.000 euros se financia a través del Fondo de Inversiones de Teruel correspondiente a 2023 y su ejecución se extiende hasta 2026.

 

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